¿Cuáles Son los Problemas de Visión Más Comunes en la Tercera Edad?

Lo común en la vejez es que los sentidos se vean mermados. Es normal tener mayores dificultades a la hora de leer o ver la televisión. También son más habituales las patologías relacionadas con la vista. El resultado es que nuestros mayores vean su autonomía reducida por depender constantemente de ayuda externa. Por ello, desde miResi hablamos hoy de la ceguera en la tercera edad. 

1. Cómo se manifiesta la ceguera en la tercera edad

El paso del tiempo conlleva un inevitable deterioro de ciertos sentidos y capacidades. Los problemas de visión son una parte habitual de este proceso de envejecimiento. El deterioro de la visión comienza con pequeñas pérdidas y progresivamente puede derivar en problemas mayores.

Lo más normal es que la ceguera parcial o completa venga dada por un problema de fondo y no se deba únicamente al paso del tiempo. Cualquier síntoma, desde borrones momentáneos en la vista hasta la visión de pequeñas manchas negras, son una buena excusa para hacerse un chequeo en la óptica.

2. Cómo afecta la ceguera en la tercera edad

La ceguera, como es normal, aumenta los obstáculos a la hora de desarrollarse en el día a día. Los mayores pueden tener serios problemas para conservar su autonomía. Tareas cotidianas como leer una receta, ver la televisión o mirar si vienen coches al cruzar un paso de peatones se convierten en algo imposible.

Esto, como es evidente, puede dificultar mucho que nuestros mayores se encuentren seguros. La falta de visión les convierte en personas más vulnerables a los pequeños o grandes obstáculos del día a día.

3. ¿Cuáles son los problemas de vista más comunes en la tercera edad?

La pérdida de la capacidad de ver es uno de los problemas más habituales en la población. Ya desde la juventud, gran parte de la población presenta dificultades para ver sin el uso de gafas o lentes de contacto. Esta carencia se acentúa con el tiempo. El problema, más allá de los problemas básicos de la pérdida de percepción óptica, son los problemas mayores que se pueden desarrollar a partir de esto.

3.1. Vista cansada

Este problema se debe a que el cristalino -que es una lente que permite ver los objetos a distintas distancias- pierde elasticidad. El resultado es que nos cuesta ver con claridad las cosas más cercanas. Es común ver a personas alejar los prospectos o los botes con instrucciones para poder leerlos.

Esto representa un obstáculo en las tareas más básicas porque impide a la persona que la padece tener acceso a las cosas más cercanas. Muchas actividades quedan fuera del alcance de nuestros mayores o se comienzan a realizar con dificultad.

La solución aportada por el oftalmólogo son unas gafas para ver en las distancias cortas en tareas que impliquen fijar la vista en un punto.

3.2. Miopía, hipermetropía y astigmatismo

Estos problemas están vinculados con los fallos en la refracción. La refracción es el fenómeno que codifica la luz para crear imágenes claras, cuando esta se distorsiona, la visión se vuelve borrosa.

Este es uno de los problemas más habituales. Muchas veces deriva de otras afecciones que no se han corregido bien, o de la despreocupación de los mayores y sus familiares. Por eso es muy importante visitar asiduamente a profesionales de la oftalmología para prevenir este tipo de problemas o, si esto no es posible, acotar sus efectos e impedir que se acrecienten los síntomas.

3.3. Cataratas

Este es el único de estas afecciones que tiene una solución. Las cataratas se dan cuando el cristalino se encuentra total o parcialmente bloqueado. Es como si una tela cubriera el ojo desde dentro, lo cual provoca que la visión sea prácticamente imposible.

Al no entrar de forma normal la luz en el ojo, la visión que se tiene es la de grandes manchas oscuras. Las imágenes se van difuminando progresivamente hasta llegar a la ceguera completa o la, en algunos casos, la visión doble.

La operación es sencilla y los resultados son buenos. Si se coge a tiempo, las cataratas pueden remediarse con una intervención simple.

3.4. Glaucoma

La presión arterial en el nervio óptico provoca una disminución progresiva de la visión. El campo de visión se va limitando paulatinamente. Es más complejo tener una visión amplia.

Más allá de la pérdida progresiva de visión, el glaucoma no presenta síntomas característicos. Esto provoca que las revisiones deban ser constantes. Un especialista es la única garantía para su detección temprana. Hay que tener en cuenta que las probabilidades se acrecientan superados los 40 años, sobre todo si hay antecedentes en la familia.

3.5. Retinopatía diabética

Esta afección deriva de los altos niveles de glucosa en sangre, es decir, de los altos niveles de azúcar. El descontrol en la patología de la diabetes se manifiesta con relación a la visión en forma de pequeñas manchas. Estas “manchas” son hemorragias en la retina del ojo. La complicación viene cuando las manchas acaban por cubrir por completo la visión.

Esto se puede evitar con una dieta equilibrada, ejercicio constante y siguiendo las recomendaciones farmacológicas y no farmacológicas del especialista para disminuir los niveles de glucosa en sangre.

3.6. DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad)

Este problema ocular está relacionado directamente con la edad y es el más común. A partir de los 65 años es más común padecer estos problemas relacionados con la disminución de la capacidad de visión.

La retina ocular se daña por la acumulación de desechos. La zona dañada es la de la mácula, esta es una zona esencial, ya que es la que da la precisión a la vista. Lo que ocurre con las personas que padecen esta afección es que su visión se deforma y son más comunes las manchas en la visión. Esto dificulta sobre todo la visión cercana. Sin embargo, la visión a larga distancia se mantiene.

4. Causas de la ceguera en la tercera edad

Las causas que conducen a los problemas de vista son diversas. En menor o mayor medida, algunas se pueden controlar. Aquí dejamos una lista con las causas más habituales.

1. Mala alimentación.
2. Patologías como la diabetes, dislipemia o la hipertensión arterial.
3. Medicamentos como los corticoides.
4. Malos hábitos como el tabaquismo o el alcoholismo.

Partiendo de esta base, es lógico pensar que los tratamientos no son abundantes. Muchos de los problemas de visión son difícilmente tratables, por no decir que no tienen más terapia que la aplicación de medidas para mejorar parcialmente la visión.

Lo más probable, si se acude a una óptica, es que se recomiende el uso de gafas o lentes de contacto. Los hábitos saludables y la gestión de una rutina de descanso ocular son importantes para que los síntomas no vayan a más.

5. ¿Se puede prevenir la ceguera en la tercera edad?

Las intervenciones quirúrgicas, por muy aparatosas que puedan sonar, son habituales y eficaces a la hora de terminar con los problemas de visión. Esto es factible en el caso de las cataratas, la miopía y el astigmatismo, pero es imposible en casos de glaucoma o retinopatía diabética.

En casos asociados a enfermedades como la diabetes, es esencial alimentarse de forma equilibrada y correcta. El control de lo que ingerimos es fundamental para evitar que nuestro estado de salud interfiera en capacidades tan básicas como la vista. También se debe tener en cuenta el descanso de la vista. No forzar los ojos y tratar de hacer pequeños ejercicios para que no pierdan la capacidad.

Hay que prestar mucha atención a la salud visual. Los familiares deben estar atentos porque muchas veces los mayores no recuerdan las citas, o no piensan en que deben revisarse la vista periódicamente. Lo mejor es que alguien les acompañe para que la pérdida de vista no sea un problema en su día a día. Pese a que no se cure, las gafas son un complemento que ayuda mucho a los mayores.

6. Productos para ayudar a los mayores con ceguera a preservar su autonomía

En los últimos años se han venido desarrollando productos específicos para personas con ceguera. Estos buscan que su vida sea más sencilla y el entorno les resulte accesible. Estos avances tecnológicos pueden suponer un gran salto en la calidad de vida de nuestros mayores.

Aquí te dejamos una lista con los productos más interesantes que facilitan la vida a los mayores con problemas de visión:

6.1. Anillo para la lectura

Se ha desarrollado una tecnología de lectura que permite a las personas con problemas de visión escuchar cualquier texto. El sistema es sencillo de emplear. Un anillo tecnológico que se coloca en el dedo que se pasa por encima del texto. El sistema lee en voz alta el texto en papel. Este está conectado a un ordenador.

6.2. Pantalla inteligente

Esta aplicación traduce los textos al braille de forma automática. Esto es de gran utilidad para leer textos de mensajería móvil, correos o cualquier texto digital. No solo traduce el texto, sino que las imágenes, gráficos y dibujos se representan en tres dimensiones para que el mayor pueda sentirlas con el tacto.

6.3. Impresiones 3D

Las impresoras 3D han significado un antes y un después en la producción de materiales y recursos. En el caso de la ceguera, las personas con problemas de visión agradecen que se les presenten figuras en tres dimensiones que puedan reconocer con el tacto.

6.4. Gafas inteligentes

Estas gafas emplean cámaras y softwares específicos para guiar a las personas con problemas de visión. Realizan la función del ojo humano a la hora de esquivar objetos, ayudar en el camino al invidente y anticiparse a los peligros.

6.5. Aplicaciones móviles

Los móviles y las tabletas tienen una gran cantidad de herramientas que facilitan su uso a personas invidentes. Desde los audiolibros a aplicaciones que leen los mensajes en voz alta. También es posible dar órdenes al teléfono para que las ejecute. Es mucho más sencillo para una persona con problemas de visión decir “envía un mensaje a Maite” que buscar el contacto y escribir. 

El dictado por voz y las notas de audio son aliados a la hora de compartir información con familiares y amigos.

Estas innovaciones amplían enormemente la autonomía de los mayores con ceguera completa o parcial, pero suponen un gasto elevado. Esto puede significar la imposibilidad de acceso para muchas personas. Lo positivo es que según se avance los productos y su aplicación será más democrática.

7. Problemas de autoestima derivados de la ceguera en la tercera edad

La salud mental es siempre una preocupación en la tercera edad. Ver cómo las capacidades son distintas a las que se tenían en la juventud puede suscitar en los mayores serios problemas de autoestima. El paso del tiempo y sus consecuencias son inevitables -pese a que practiquemos la vejez activa-. Lo más sano es aceptar que a los 70 años no se tienen las mismas capacidades ni el mismo aspecto que a los 20.

En el caso de la ceguera, la pérdida progresiva de la vista puede acarrear graves problemas en la salud mental de nuestros mayores. Asistir al deterioro de una capacidad tan vital como es el de la visión es difícil para todos, y requiere de un especial apoyo.

Otro problema vinculado con esto es la falta de comprensión por parte del entorno. Muchas veces, las personas más cercanas se desesperan con las dificultades del mayor, lo cual ejerce una gran presión sobre él. Cada persona tiene unos tiempos distintos. Lo fundamental es ser comprensivo y adaptarse a los tiempos del mayor.

En miResi no nos cansaremos de decir que la salud de nuestros mayores es lo primero. Es primordial que tengamos en cuenta su desarrollo para prevenir problemas futuros. Por ello, es imprescindible que los familiares se preocupen por que sus mayores estén bien atendidos. ¡Demos a nuestros mayores el bienestar que merecen!

Fuentes:

• Sociedad Española de Geriatría y Gerontología: https://www.segg.es/ciudadania/2017/02/07/problemas-de-vision-de-los-mayores 
• Sanitas: https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/tercera-edad/control-patologias-cronicas/vista.html 
• BBVA: https://www.bbvaopenmind.com/tecnologia/innovacion/tecnologia-para-invidentes-mas-alla-del-braille/