Los cuidados paliativos en ancianos consisten en el tratamiento médico de las enfermedades terminales. La vejez no está exenta de enfermedades peligrosas. Varias de ellas no consiguen ser curadas. Puede haber patologías que no respondan bien a los tratamientos o que cuenten con mal pronóstico, haciendo que la vida del paciente no sea capaz de ser salvada.
Para entender mejor este tema, queremos darte todos los detalles que necesitas saber sobre los cuidados paliativos en ancianos. No te pierdas los temas de interés para la tercera edad con miResi.
Contenidos
1. ¿Qué son los cuidados paliativos en ancianos?
Como ya hemos visto, los cuidados paliativos son todos aquellos tratamientos que se aplican a los enfermos terminales. A mayor edad, mayor probabilidad de sufrir alguna de estas patologías. El cáncer y las enfermedades pulmonares o cardíacas en estados avanzados son las patologías más comunes en las que se requiere de cuidados paliativos.
Los cuidados paliativos en ancianos tratan de ofrecer las mejores atenciones al paciente y a su estado. El principal objetivo en estos tratamientos es reducir el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes terminales. El tratamiento de los síntomas de la enfermedad, concretamente del dolor, suele ser la tarea principal en los cuidados paliativos. De todos modos, las atenciones a los pacientes incluyen otras dolencias.
Según la enfermedad, son comunes los síntomas que dificultan la calidad de vida del paciente. Las náuseas y vómitos, la depresión y por supuesto el dolor son algunas de las condiciones más difíciles para los pacientes terminales. El tratamiento del dolor suele ser el que mayor peso tiene en la medicina paliativa. Los analgésicos y los cuidados deben estar acondicionados para que los ancianos sufran lo mínimo posible este duro proceso.
Sin embargo, los cuidados paliativos en ancianos van mucho más allá del tratamiento del dolor. Los pacientes terminales necesitan diversas atenciones y cuidados que los tratamientos analgésicos no cubren.
2. Los cuidados paliativos en ancianos y la aceptación de la muerte
La presencia de la muerte es una realidad para los enfermos terminales, y por extensión, una parte más a tratar en los cuidados paliativos en ancianos. Asumir que la muerte es el resultado más posible en una enfermedad terminal puede suponer un duro golpe para los pacientes. La atención psicológica resulta fundamental en este tipo de casos.
La enfermedad siempre puede presentar una dificultad para la salud mental. Si esta enfermedad es terminal, resulta evidente que el estado de ánimo del paciente se verá resentido. La posibilidad de recibir atención psicológica en estas circunstancias es necesaria. Aunque la psicoterapia es la herramienta principal para atender el estado psicológico de los pacientes, también hay otros factores que ayudan a la mejora del estado de ánimo de las personas mayores.
La cercanía del entorno familiar, amigos y seres queridos en este proceso ayuda al estado de ánimo de los ancianos. Sentirse acompañado en los momentos duros puede hacerles sentirse queridos y mantenerse fuertes. El apoyo de los seres queridos puede ser tan importante en el estado mental y emocional de los pacientes como la propia psicoterapia.
Cuanto más apoyo reciban los enfermos terminales en su estado, mejor. Es por eso que lo ideal es una combinación de diferentes terapias. La atención médica, la psicoterapia y el apoyo de los seres queridos suponen una base sólida para que los mayores se sientan acompañados y seguros en los momentos más duros, pero hay más herramientas que pueden aplicarse a esta situación.
Lo ideal será un trato lo más personalizado y cercano posible del enfermo. En muchos casos, los servicios espirituales suponen una gran ayuda para los ancianos a la hora de afrontar la aceptación de la muerte. Si los pacientes son cristianos, la ayuda de la religión en esta etapa es clara.
El sacramento de la unción de enfermos está diseñado para este tipo de situaciones. Los ancianos pueden recibir este servicio, por su edad avanzada o por una enfermedad grave. Este sacramento ofrece paz, fuerza y consuelo al que está sufriendo. También prepara su espíritu para la vida eterna. Además, servicios religiosos como la confesión o el acto de rezar en compañía de un miembro de la Iglesia alivian parte de la carga de los enfermos terminales.
En el caso de otras creencias, también es recomendable seguir algún tipo de procedimiento. Ya se sea creyente, agnóstico o ateo, la dimensión espiritual está presente, a su manera, en todos los seres humanos. Reconciliarse con la idea de la muerte y asumir que es parte de la vida es un proceso espiritual y filosófico, una parte imprescindible de la experiencia humana.
Tener a alguien con quien hablar, una red de apoyo y tiempo para pensar puede ser de gran ayuda en los cuidados paliativos. También permite evitar al enfermo que queden “asuntos pendientes”. Es bastante frecuente que ante la presencia de la muerte los pacientes se arrepientan de algo que les ha quedado por hacer, o bien de algo que han hecho. Ofrecer a los ancianos la oportunidad de ver cumplida esta voluntad supone un alivio a la hora de afrontar este proceso.
En ocasiones, telefonear a un ser querido con el que no han tenido tanto tiempo como les habría gustado puede aportar la paz a los enfermos terminales. Otras peticiones de carácter más individual, como ver una puesta de sol o comer su plato favorito de la infancia también pueden estar presentes. Según la naturaleza de las peticiones y los medios del centro, ayudar en estos casos será posible o no. De todos modos el ofrecer esa atención siempre será de ayuda. La clave de los cuidados paliativos al final es mejorar el bienestar de los pacientes terminales y ofrecer la atención más personalizada posible.
3. Cuidados especiales de la medicina paliativa
Puede parecer evidente pero las enfermedades terminales requieren una atención especial y unos cuidados determinados que otras patologías no necesitan. Desde la atención sanitaria destacan los tratamientos analgésicos. Los cuidados paliativos buscan reducir el sufrimiento de los pacientes, por lo que es común que se suministren fármacos contra el dolor o incluso que se aplique la sedación en parte del proceso.
Los cuidados paliativos también se centran en ofrecer la atención necesaria para los pacientes en su día a día. Por las características de la enfermedad terminal que padezcan, habrá muchas cosas que ya no sean capaces de hacer. La higiene o la movilidad pueden verse afectadas. Contar con un equipo capaz de ayudar a los ancianos y cubrir estas necesidades es de vital importancia para reducir el sufrimiento del paciente y mantener su dignidad durante todo el proceso.
Además, es común que durante una enfermedad terminal la alimentación cambie. No solo por el dolor, también por otros síntomas que pueden acompañar a estas patologías. Algunos tipos de cáncer y sus tratamientos pueden dificultar la ingesta de alimentos. Las náuseas, los vómitos y la inapetencia pueden estar muy presentes, causando malestar en los pacientes. Para ello se toman medidas como pueden ser los sueros, soluciones intravenosas para que los ancianos no tengan que ingerir alimentos. También se cuenta con los batidos para personas mayores que no comen, alimentos líquidos e hipercalóricos que pueden complementar la dieta de los pacientes aunque presenten dificultades para comer.
4. Otras dimensiones de los cuidados paliativos en ancianos
Los cuidados paliativos afrontan las enfermedades terminales desde varios puntos de vista. Lo ideal es ofrecer un trato al paciente en diferentes áreas de su vida: física, psicológica, espiritual y social. La dimensión física es la más evidente. Las enfermedades terminales atacan al funcionamiento del cuerpo, por lo que los tratamientos médicos serán siempre necesarios.
El área psicológica también es fundamental. Las enfermedades graves y la posibilidad de la muerte afectan también al estado mental. La depresión, desesperanza y angustia son comunes. La asistencia psicológica y el apoyo emocional son una necesidad más en los cuidados paliativos.
La dimensión espiritual, ya comentada antes, también puede suponer un gran alivio a los enfermos terminales. Reconciliarse con la idea de la muerte, examinar su propia vida y aceptar la posibilidad del final de este viaje puede aportar paz y tranquilidad a quienes tanto sufren.
El área social también supone un elemento fundamental en los cuidados paliativos, y una dimensión más de gran importancia en la vida humana. Con el aspecto social nos referimos a la compañía de otras personas, seres queridos y relaciones sociales, pero también engloba mucho más.
El trabajo social apuesta por la inclusión y los derechos de las personas, especialmente de las que se encuentran en situaciones más desfavorecidas. A la hora de tratar con enfermos terminales, los trabajadores sociales ofrecen esa red de apoyo y contacto humano que tan necesaria es en estos momentos. Además de esto, también prestan ayuda tanto al paciente como a su círculo cercano.
Los trabajadores sociales, junto a psicólogos, terapeutas y representantes espirituales, también ayudan a las familias y a los seres queridos de los enfermos terminales. Ofrecen consuelo y compañía, aliviando lo mejor posible el duro proceso que supone una enfermedad terminal. Además, el trabajo social también ayuda en cuestiones prácticas relativas al futuro de los ancianos.
Pueden facilitar trámites como el testamento vital, las últimas voluntades de los pacientes y cómo esto repercutirá en sus familiares. También prestan ayuda para cuestiones como la pensión de viudedad. En momentos tan duros como una enfermedad terminal, propia o de un ser querido, no es fácil pensar en papeleo, trámites burocráticos o cuestiones económicas. Tener a alguien dispuesto a ayudar con todo esto supone un gran alivio, permitiendo a los pacientes y a sus seres queridos centrarse en lo verdaderamente importante: evitar el sufrimiento, aceptar su destino y reconciliarse consigo mismos y con su entorno.
5. ¿Dónde recibir cuidados paliativos?
Los cuidados paliativos en ancianos pueden recibirse en diferentes lugares. Lo más habitual es que, debido a la gravedad de los pacientes terminales, estos se suministren en hospitales o centros especializados. Sin embargo, también existen otras opciones.
Hay quienes prefieren recibir cuidados paliativos a domicilio. Pasar por una enfermedad grave en el hogar puede facilitar las cosas, tanto para el paciente como para sus seres queridos. Existen servicios que pueden facilitar los cuidados paliativos a domicilio, con personal cualificado y medios técnicos a su disposición.
También existe la opción de recibir cuidados paliativos en algunas residencias para personas mayores. Teniendo en cuenta que los ancianos en muchas ocasiones desarrollan su vida en las residencias geriátricas, poder recibir cuidados paliativos en este nuevo domicilio supone una gran ayuda.
En las residencias las personas mayores cuentan con atención médica las 24 horas del día. También disponen de equipos multidisciplinares que suelen incluir terapeutas, trabajadores sociales y personal sanitario, ideales para tratar las dolencias propias y las problemáticas derivadas de una enfermedad terminal. Muchas residencias de ancianos también ofrecen servicios religiosos, ayudando también en el área espiritual de los cuidados paliativos.
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Fuente: «La unción de enfermos»
