Nuestro sistema inmunitario se debilita a medida que pasan los años. Cuando envejecemos, virus que permanecían dormidos en nuestro cuerpo pueden reactivarse. Estamos hablando del virus varicela-zóster. Entramos en contacto con él por primera vez con la varicela, y sus posteriores y sucesivas reactivaciones se producen como un herpes zóster. El riesgo de desarrollar esta enfermedad aumenta con la edad: entre el 30 y 50% de los casos se suceden en personas de 85 o más años. En miResi te contamos detalladamente todo lo que necesitas saber sobre el herpes zóster y cómo proteger a tu mayor de sus consecuencias.
Esta enfermedad predomina en las personas adultas y se agrava con el envejecimiento. Y aunque no pone en riesgo la vida, puede ser realmente dolorosa. Acudir a un especialista que pueda dar un diagnóstico precoz es fundamental para reducir la infección y la posibilidad de cualquier complicación.
Si necesitas apoyo adicional en el cuidado de tu mayor, en miResi te ayudamos sin ningún tipo de compromiso. Contamos con un equipo de profesionales que estará encantado de asesorarte para que encuentres la residencia o centro de día que mejor se adapte a sus necesidades. También ofrecemos servicios de cuidado a domicilio.
Contenidos
1. ¿Qué es el herpes zóster?
El herpes zóster, también conocido como culebrilla, es una infección viral que afecta a los nervios y la piel. Lo causa el virus de la varicela-zóster, que también es responsable de la varicela en los niños. Después de que una persona la haya contraído, el virus permanece inactivo en su cuerpo durante años y puede reactivarse como herpes zóster en la edad adulta.
Esta enfermedad se manifiesta en pequeñas ampollas que realizan una forma alargada en la piel. Aunque puede afectar a cualquier parte del cuerpo, generalmente aparece en un lado de la espalda o cintura.
2. Síntomas
El primer síntoma de este virus es el dolor, que puede sentirse de manera intensa en algunas personas. En función de la zona dolorida, en ocasiones puede confundirse con problemas del corazón, los pulmones o los riñones. Los síntomas varían según el caso, pero generalmente incluyen:
- Dolor, ardor u hormigueo en un lado del cuerpo o en la cara
- Erupción o enrojecimiento que aparece días después en el área donde se siente el dolor
- Picazón y molestias en las ampollas
- Sensibilidad al tacto en la zona afectada
Algunas personas también acusan:
- Fatiga
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Sensibilidad a la luz
El herpes zóster puede resultar muy doloroso y, en algunos casos, puede llevar a complicaciones graves como la neuralgia postherpética, que puede causar dolor crónico a largo plazo.
3. ¿Por qué es más frecuente padecer el herpes zóster en la vejez?
Lo cierto es que el herpes zóster es una patología común en España. Cualquier persona que haya tenido varicela puede desarrollar el virus. Sin embargo, el incremento de edad es uno de los principales factores de riesgo de reactivación.
La incidencia del herpes zóster aumenta cuando el sistema inmunitario se debilita. Esto suele ocurrir por consecuencia de la edad, a partir de los 50 años y, especialmente, en mujeres. No obstante, el virus también puede tener presencia en personas con un sistema inmunitario debilitado a causa de enfermedades como el VIH o SIDA.
Otros factores de riesgo que pueden reducir la resistencia del paciente ante el herpes zóster son la radiación o la quimioterapia como tratamientos oncológicos. Además, los medicamentos que previenen el rechazo de órganos trasplantados también pueden aumentar las probabilidades de padecer el virus.
4. Prevención y tratamientos en personas mayores
La mejor manera de prevenir el herpes zóster en la vejez es vacunarse. Las vacunas pueden ayudar a reducir significativamente el riesgo de desarrollar la enfermedad. Las personas mayores también deben tomar medidas para mantener su sistema inmunológico fuerte, como seguir una dieta saludable, hacer ejercicio con regularidad y dormir lo suficiente.
En caso de padecerlo, resulta fundamental consultar a un médico lo antes posible, así como controlar la evolución de los síntomas. El tratamiento precoz puede ayudar a prevenir complicaciones graves. La toma de antivirales orales durante varios días suele ser el principal método que se prescribe, aunque se pueden recetar analgésicos para ayudar a aliviar el dolor y lociones o cremas tópicas para reducir la picazón.
Es importante que tu mayor y tú sepáis reconocer los síntomas del herpes zóster. Desde miResi estamos encantados de ofrecerte toda la información necesaria sobre la salud en la vejez. Cada mes ayudamos a miles de familias a encontrar la residencia, centro de día o cuidado a domicilio que mejor se adapte a ellos y a su mayor. Si tú también necesitas ayuda, no dudes en llamarnos o escribirnos y trataremos tu caso de forma personalizada y totalmente gratuita.
Fuentes:
- Medline: https://medlineplus.gov/spanish/
- Virus herpes zóster: https://www.virusherpeszoster.es/