En alguna ocasión hemos oído hablar de la diverticulosis y diverticulitis. Ambas afecciones intestinales están relacionadas con los divertículos, pequeñas protuberancias en el colon, aunque existen diferencias significativas entre ellas. Suelen ser más comunes en personas mayores de 50 años a causa del envejecimiento y el debilitamiento del cuerpo. Desde miResi te ayudamos a comprender y distinguir la diverticulosis de la diverticulitis en mayores.
La diverticulitis es una de las principales consecuencias de la diverticulosis. De hecho, se estima que entre el 10 y el 25% de las personas con diverticulosis desarrollan esta patología en algún momento de sus vidas. El riesgo de padecerla aumenta con la edad, y muy especialmente en mujeres.
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¿Qué son la diverticulosis y diverticulitis en mayores?
La diverticulosis surge por la presencia de pequeñas bolsas o sacos, llamados divertículos, que se forman en la pared interior del tubo digestivo, principalmente del colon (intestino grueso).
Cuando estos divertículos se inflaman y/o infectan, aparece la diverticulitis. Esto se produce por la erosión de los divertículos a causa de la retención de materia fecal en su interior.
Se desconocen las causas a las que se deben ambas condiciones. No obstante, su origen parece estar muy relacionado con el envejecimiento y la dieta baja en fibra. Por un lado, con el paso de los años las paredes del colon comienzan a debilitarse, aumentando la probabilidad de la formación de los divertículos. Por otro lado, la falta de fibra puede provocar estreñimiento e incrementar la presión del intestino grueso, lo que también puede contribuir a la creación de estos sacos.
Factores de riesgo en mayores
Existen numerosos factores de riesgo que pueden propiciar el desarrollo de la diverticulosis y diverticulitis en mayores:
- Inactividad física y estilo de vida sedentario
- Tabaquismo
- Consumo excesivo de alcohol
- Dieta baja en fibra y abundante en grasas y carnes rojas
- Enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn
- Toma de fármacos como los corticoides, opiáceos y antiinflamatorios no esteroideos
Síntomas en mayores
El síntoma más común que pueden presentar las personas con diverticulosis es, generalmente, dolor abdominal. Suele ubicarse en la parte inferior izquierda del abdomen y puede ser continuo o intermitente. La evacuación y/o expulsión de gases alivia con frecuencia este síntoma. Sin embargo, la mayoría de pacientes son asintomáticos.
En el caso de la diverticulitis, como es evidente, estos síntomas se agravan:
- Dolor intenso en la parte inferior del abdomen que puede irradiarse hacia la espalda
- Distensión abdominal o hipersensibilidad al tacto
- Fiebre y escalofríos
- Cambio del hábito intestinal (diarrea y estreñimiento)
- Náuseas y vómitos
- Falta de apetito
- Sangrado rectal
La aparición de abscesos por acumulación de pus en los divertículos y la formación de una obstrucción intestinal o de una fístula entre los intestinos y la vejiga son algunas de las complicaciones que pueden sufrir los pacientes con diverticulitis aguda.
Además de los síntomas, ¿cómo se pueden detectar? El diagnóstico ante la sospecha de diverticulosis y diverticulitis en mayores lo determinará un médico realizando pruebas radiológicas (radiología con enema opaco, TAC o resonancia) o a través de una endoscopia.
Tratamiento en mayores
Los mayores con diverticulosis pueden tratarla fácilmente cambiando su dieta. Para ello, deben aumentar la ingesta de fibra para ayudar a prevenir el estreñimiento y reducir la presión en el colon. Es recomendable, además, la toma de suplementos de fibra o laxantes suaves para aliviar los síntomas.
El tratamiento de la diverticulitis, por su parte, suele ser más complicado y puede requerir de antibióticos para tratar la infección. En los casos más graves, puede ser necesaria una cirugía para extirpar las secciones afectadas del colon.
¿Qué alimentos deben evitar los mayores con diverticulosis y diverticulitis?
La alimentación juega un papel importante en la prevención y el tratamiento de la diverticulosis y diverticulitis en mayores. Algunos de los alimentos que deben evitar en su día a día son:
- Grasas saturadas y alimentos fritos. Los pacientes de edad avanzada no deben consumir con frecuencia carnes rojas, mantequilla o queso y alimentos fritos. En su lugar, pueden escoger opciones más saludables como asados, cocidos, al vapor o a la parrilla.
- Carbohidratos refinados. El pan blanco y las galletas pueden aumentar la diverticulitis al causar un incremento en los niveles de azúcar en la sangre. Los mayores deben elegir alimentos ricos en fibra como frutas y verduras.
- Lácteos enteros. La leche entera, el yogurt y el queso pueden ser difíciles de digerir y empeorar sus síntomas. Lo ideal es consumir lácteos bajos en grasa o sin grasa para prevenir la inflamación del colon.
- Alimentos picantes. Dado que pueden irritar el intestino grueso, los mayores deben optar por alimentos más suaves, como hierbas.
La diverticulosis y diverticulitis pueden convertirse en una gran preocupación en la salud de nuestros mayores. Ante cualquier síntoma, es importante ponerse en contacto con un médico y dietista para proceder al tratamiento lo antes posible.
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Fuentes:
- Medline: https://medlineplus.gov/spanish/
- Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD): https://www.saludigestivo.es/
