La fractura de fémur constituye una de las condiciones más traumáticas que afectan a la población geriátrica. La edad es, sin duda, un factor determinante: Alrededor del 80% de las fracturas de fémur ocurren a partir de los 75 años. A medida que las personas envejecen, se vuelven más frágiles y experimentan cambios metabólicos. Estas cifras, extraídas del Registro Nacional de Fracturas de Cadera, enfatizan la urgente necesidad de atención médica especializada, donde la rehabilitación de fractura de fémur en ancianos adquiere una importancia vital.
En este contexto, el papel que desempeña la fisioterapia es crucial en la recuperación de la calidad funcional para lograr el mayor grado de autonomía en su actividad diaria. A través de un estudio exhaustivo, estos profesionales identifican las limitaciones físicas, la movilidad y establecen los objetivos de recuperación para diseñar un plan de tratamiento individualizado que aborde las necesidades de cada paciente.
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Rehabilitación de fractura de fémur en ancianos
La fractura de fémur es una lesión que requiere un enfoque quirúrgico en la gran mayoría de los casos. En los ancianos, este tipo de rotura suele asociarse a su tercio proximal, lo que puede suponer una prótesis total o parcial de cadera.
Tras la operación, el fémur necesita protección durante los primeros tres meses. La rehabilitación debe iniciarse siguiendo recomendaciones del cirujano. En algunos casos, se determinará la terapia incluso antes de que el mayor pueda soportar todo el peso. En situaciones particulares, se puede comenzar la rehabilitación en etapas tempranas para promover una recuperación más rápida y efectiva. Otros casos sugieren esperar hasta que el paciente sea capaz de soportar el peso completo o casi completo antes de empezar la rehabilitación.
Cada profesional establecerá sus propias restricciones específicas basadas en el tipo de fractura, el procedimiento quirúrgico utilizado, la experiencia personal y el proceso de curación.
Objetivos de la rehabilitación de fractura de fémur en ancianos
Los objetivos de la rehabilitación de una fractura de fémur se centran en mejorar la movilidad, ganar fuerza muscular y reducir el dolor y la inflamación. La fisioterapia ayuda, además, a fomentar la coordinación y el equilibrio, siendo muy importante para evitar caídas en un futuro.
Ejercicios de rehabilitación de fractura de fémur en ancianos
Para rehabilitarse correctamente después de una fractura de fémur es esencial que las personas mayores sigan un programa de fisioterapia para ayudar a recuperar la movilidad, la fuerza y la funcionalidad. Lo que se busca es aprender a gestionar cargas desde fases tempranas e ir progresando a la bipedestación con doble apoyo, pasar por el apoyo unilateral y terminar en el mismo punto en que se encontraba el paciente antes de la operación. Además, la fisioterapia también es útil para prevenir complicaciones como, por ejemplo, la formación de fibrosis en la cicatriz de la intervención.
El programa de fisioterapia para las fracturas de fémur debe comenzar con ejercicios de movilidad suave para evitar cualquier dolor o molestia. A medida que mejora la condición del hueso, se pueden agregar ejercicios de resistencia y peso para fortalecer la masa ósea y mejorar la coordinación. De acuerdo con las diferentes fases de recuperación pueden llevarse a cabo diversos ejercicios, siempre adaptados a la tolerancia y capacidad de cada paciente.
Fase inicial: recuperación temprana
Durante las primeras semanas después de la fractura de fémur, los ejercicios buscan mantener la movilidad articular y fortalecer los músculos que rodean la cadera y la rodilla. Algunos recomendados en esta etapa incluyen:
- Movimientos pasivos y activos de rango de movimiento de la cadera y la rodilla
- Contracciones isométricas de los músculos del muslo y los glúteos
- Ejercicios de flexión y extensión de tobillos
Fase intermedia: aumento gradual de la carga
A medida que el paciente muestra mejoras en la movilidad y estabilidad, los ejercicios se vuelven más desafiantes para fortalecer aún más los músculos y mejorar el equilibrio.
- Sentadillas asistidas con apoyo, utilizando una silla o barandilla para mayor estabilidad
- Levantamiento de piernas rectas hacia adelante y hacia los lados para fortalecer los músculos de la cadera
- Ejercicios de equilibrio, como realizar pasos laterales o mantenerse de pie sobre una pierna.
Fase avanzada: recuperación funcional
En esta última etapa, el enfoque se focaliza en mejorar la fuerza, el equilibrio y la coordinación para que el mayor pueda realizar actividades diarias con total normalidad. Se incluyen ejercicios como:
- Marcha en diferentes superficies y terrenos para mejorar la estabilidad
- Ejercicios de fortalecimiento con resistencia, como el uso de bandas elásticas
- Entrenamiento de escaleras para mejorar la capacidad de subir y bajar escalones de manera segura
¿Puede prevenirse la fractura de fémur en ancianos?
La prevención de fracturas de fémur y, en general, de lesiones osteomusculares puede lograrse fácilmente mediante la adopción de hábitos saludables que promuevan la movilidad, el equilibrio y la salud ósea. Algunas medidas recomendables son:
- Consumir suficiente calcio y vitamina D
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco
- Hacer ejercicio para fortalecer los huesos y mantener el equilibrio
- Evaluar los peligros que pueden existir en el hogar
- Vigilar la salud ocular
- Utilizar bastón o andador
Todos estos ejercicios deben realizarse bajo la supervisión de un fisioterapeuta u otro profesional de la salud. El descanso y la recuperación adecuados son fundamentales para permitir la curación y evitar la sobreexigencia.
Fuente:
Registro Nacional de Fracturas de Cadera: http://rnfc.es/