¿Sabías que la neumonía es la tercera causa de mortalidad en adultos? De acuerdo con datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la neumonía es una de las enfermedades que más frecuentemente provoca la hospitalización y muerte en personas mayores de 65 años. En España, se estima que esta infección respiratoria afecta a más de 100.000 adultos cada año.
La neumonía es especialmente peligrosa en la tercera edad debido al debilitamiento del sistema inmunológico causado por el envejecimiento, que reduce la capacidad de combatir infecciones. Además, la presencia de patologías crónicas, como la diabetes, y enfermedades cardíacas y pulmonares aumenta significativamente el riesgo de desarrollar neumonía y complicaciones asociadas.
Es crucial, por tanto, estar alerta a los síntomas de la neumonía en la vejez para poder identificarla a tiempo. Un diagnóstico temprano y un tratamiento efectivo pueden reducir la duración y gravedad de dichos síntomas.
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¿Qué es la neumonía?
La neumonía es una patología respiratoria que puede tener graves consecuencias en la salud, fundamentalmente en la edad avanzada. Se trata de una inflamación aguda producida por una infección en el interior de los alvéolos, pequeñas estructuras con forma de bolsa llenas de aire situadas en los pulmones. Como resultado, la respiración es difícil y dolorosa y se producen una serie de síntomas que pueden variar según la persona y el origen de la infección. No obstante, los más habituales son tos persistente con mucosidad amarilla o verdosa, fiebre alta y dolor torácico al respirar profundamente.
Si bien la neumonía puede ser causada por diferentes microorganismos, como bacterias, virus, hongos y otros agentes infecciosos, algunos son más comunes que otros en la tercera edad. La neumonía bacteriana, por ejemplo, es uno de los motivos más frecuentes de ingreso hospitalario en los ancianos y puede presentarse con fiebre alta, confusión y delirio.
Por otro lado, la neumonía viral resulta más difícil de detectar en los mayores, ya que los síntomas pueden confundirse con los de la gripe. Entre ellos se incluyen tos seca, dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular y debilidad.
Con carácter general, esta patología respiratoria puede manifestarse de distintas maneras e ir desde una infección leve hasta una enfermedad grave que requiere hospitalización.
Neumonía típica
La neumonía típica es la más habitual entre la sociedad y sus síntomas son más severos. Puede producir fiebre superior a 38,5ºC, así como escalofríos, temblores o dolor en el pecho, que suelen ir acompañados de tos seca, tos crónica, tos con sangre o mucosidad. Además, pueden aparecer:
- Dificultad para respirar
- Falta de apetito
- Fatiga
- Malestar general
Neumonía atípica
En el caso de la neumonía atípica, la enfermedad está originada normalmente por una bacteria diferente y sus síntomas son más leves. Algunos de ellos son:
- Alteraciones del estado de consciencia
- Alteraciones gastrointestinales
- Confusión
- Dolor muscular y articular
- Dolor de cabeza
- Deshidratación
- Mareos
¿Qué es lo que más preocupa cuando nuestro mayor tiene neumonía?
Las graves consecuencias que genera la neumonía en la tercera edad es lo que más preocupa a las familias. Aunque puede afectar a cualquier edad, los ancianos, junto a los niños menores de 5 años, son el grupo más vulnerable ante esta enfermedad respiratoria.
Las personas mayores son más propensas a desarrollar diversas afecciones debido a la disminución de sus defensas y el bajo nivel de inmunidad. Esta condición favorece la entrada de infecciones y la presencia de otras patologías crónicas. Todo ello, los hace aún más susceptibles a complicaciones y agravamientos de enfermedades como la neumonía.
De hecho, diversos estudios han demostrado que la neumonía es la principal causa de hospitalización en personas mayores de 65 años. Más del 40% de los enfermos en esta edad acaban presentando complicaciones que obligan su ingreso en hospitales. Incluso, entre el 21% y el 54% de los ancianos que sufren neumonía tienen un menor índice de esperanza de vida.
¿Es contagiosa la neumonía en mayores?
Una duda muy frecuente entre la sociedad es si la neumonía puede contagiarse. Es importante destacar que la neumonía en sí misma no es una enfermedad contagiosa, aunque los virus y bacterias que la provocan sí lo son. En otras palabras, no es posible contraer neumonía simplemente por estar en contacto con alguien que padezca la enfermedad, pero sí se pueden desarrollar síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, como congestión, dolor de garganta o tos.
Es por eso que, si se tiene contacto con alguien que padece neumonía, se deben tomar medidas preventivas, como lavarse las manos a menudo y evitar tocarse la cara. En caso de padecer algún síntoma que sugiera la presencia de una infección respiratoria, es importante acudir a un centro de salud para recibir atención médica.
¿Cómo prevenir la neumonía en mayores?
La neumonía es una infección pulmonar grave que puede afectar especialmente a los ancianos, cuyo sistema inmunológico es más débil. La prevención es clave para evitar la enfermedad y mantener una buena salud pulmonar en la vejez. Se aconseja seguir las siguientes pautas para prevenir la neumonía en mayores:
- Vacuna contra la gripe
- Vacuna contra el neumococo, una bacteria causante de la neumonía, entre otras enfermedades
- Mantener una buena higiene
- Controlar las enfermedades crónicas, cardíacas o pulmonares
- Controlar los factores ambientales, protegiendo a los mayores de los rigores de los climas fríos
- Adoptar un estilo de vida saludable a través de una dieta equilibrada, actividad física regular y evitando el consumo de tabaco y alcohol
En ocasiones, la neumonía en mayores es especialmente difícil de diagnosticar debido a que los síntomas pueden ser atípicos o similares a los de otras enfermedades. No obstante, con la prevención adecuada, se pueden reducir notablemente sus riesgos. Por eso, resulta fundamental prestar atención a cualquier señal y reconocer cuándo es necesario buscar atención médica.
Fuentes: