«Tengo un nudo en el estómago» o «siento mariposas en el estómago», ¿nunca te has preguntado el por qué de estas expresiones? Está demostrado que el aparato digestivo es nuestro segundo cerebro. Y es que todo lo que sentimos también se manifiesta en nuestro estómago. En ocasiones nos olvidamos de que los malos hábitos que adoptamos (y no solo alimenticios) generan un gran impacto negativo en nuestro sistema digestivo. El estado de ánimo es un factor determinante a la hora de desarrollar enfermedades inflamatorias intestinales. Desde miResi queremos hablarte de estos trastornos gastrointestinales y de sus efectos en la vejez.
La enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa son patologías del aparato digestivo, inflamatorias y crónicas, que evolucionan en brotes (fases activas) y periodos de remisión (fases inactivas). En España la colitis ulcerosa es más frecuente que la enfermedad de Crohn: 58% frente al 42%. Los síntomas que producen ambos trastornos pueden reducir notablemente la calidad de vida de las personas, especialmente de las más vulnerables, como las de edad avanzada.
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Contenidos
1. ¿Qué son las enfermedades inflamatorias intestinales?
Las enfermedades inflamatorias intestinales son un conjunto de trastornos crónicos que implican inflamación de los tejidos del tracto gastrointestinal, provocando retortijones abdominales y diarrea recurrente. La frecuencia y gravedad de los brotes son muy variables e impredecibles.
Se distinguen dos tipos de enfermedades inflamatorias intestinales: la enfermedad de Crohn, que afecta prácticamente a cualquier parte del tubo digestivo, y la colitis ulcerosa, que daña solo al intestino grueso.
A través de un análisis de sangre y heces y una endoscopia con biopsia del tejido, el especialista podrá establecer el diagnóstico de esta patología, excluyendo otros posibles motivos de inflamación.
1.1. Causas
Actualmente se desconoce qué causa exactamente la enfermedad inflamatoria intestinal. No obstante, puede deberse al mal funcionamiento del sistema inmunitario. Por otro lado, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno o el naproxeno, también pueden incrementar el riesgo de desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal o de empeorar sus síntomas, en caso de ya padecerla. Además, ciertos alimentos, como las bebidas alcohólicas, pueden agravar los síntomas de estos trastornos.
No obstante, parece existir una cierta relación entre el estado de ánimo y el aparato digestivo. Las personas que sufren estrés tienen más posibilidades de desarrollar una enfermedad gastrointestinal.
2. Enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn se caracteriza por la inflamación e irritación del revestimiento del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano. Generalmente daña el intestino delgado y el comienzo del intestino grueso.
Este trastorno crónico puede llegar a ser muy doloroso y debilitante y, en algunos casos, puede aumentar el riesgo de tener cáncer colon.
2.1. Síntomas
En función de la localización anatómica y la gravedad de la inflamación, los síntomas varían:
- Diarrea
- Calambres y dolor abdominal
- Pérdida de peso
- Anemia
- Fatiga
- Dolor o sensibilidad en las articulaciones
- Náuseas
- Pérdida de apetito
- Fiebre
- Protuberancias rojas y sensibles debajo de la epidermis
3. Colitis ulcerosa
Mientras que la enfermedad de Crohn puede aparecer en cualquier parte del sistema digestivo, la colitis ulcerosa causa lesiones inflamatorias y llagas crónicas en la pared del intestino grueso (colon) y el recto. Estas heridas pueden sangrar, producir pus y mucosidad.
3.1. Síntomas
El primer síntoma de la colitis ulcerosa suele ser la diarrea. Las heces se vuelven cada vez más blandas y algunas personas pueden experimentar dolor abdominal con calambres y una necesidad imperiosa de ir al baño.
Otros síntomas de la colitis ulcerosa son:
- Sangrado rectal
- Fatiga o cansancio
- Pérdida de apetito
- Pérdida de peso
- Anemia
- Fiebre
- Deshidratación
4. ¿Cómo controlar los brotes en personas mayores?
Aunque las enfermedades inflamatorias intestinales pueden afectar a cualquier edad, tienen un mayor impacto en la vejez. En parte, esto se debe a que el sistema inmunológico se debilita a medida que envejecemos, lo que puede hacer que los síntomas se agraven.
El paso de los años también puede afectar al tratamiento de las enfermedades inflamatorias intestinales. Algunos medicamentos que se utilizan para tratarlas pueden ser menos efectivos en personas mayores debido a los cambios en la función renal y hepática que ocurren con la edad. Además, los ancianos pueden tener más dificultades para seguir ciertas dietas y cumplir con los tratamientos.
Por eso, es importante que las personas mayores que padezcan estas enfermedades gastrointestinales trabajen de cerca con sus médicos para desarrollar un plan de tratamiento adecuado. Esto puede incluir ajustes en la dosis de medicamentos, cambios en la dieta o, incluso, aprender a gestionar los niveles de estrés.
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Fuentes:
Medline: https://medlineplus.gov/spanish/
