La artrosis en personas mayores representa un desafío significativo debido a la pérdida de funcionalidad de sus articulaciones. Se caracteriza por la destrucción del cartílago hialino, encargado de recubrir la superficie de los huesos y proteger y amortiguar los extremos óseos. Cuando este cartílago se desgasta, los huesos comienzan a rozar entre sí, generando un dolor intenso y persistente. Como una medida de defensa, se forman protuberancias óseas llamadas osteofitos, para resistir las fuerzas mecánicas en las articulaciones.
Esta enfermedad crónica y degenerativa no solo causa molestias físicas, sino que también limita la movilidad de forma drástica. En consecuencia, se produce un incremento en la dependencia de nuestros familiares mayores, quienes enfrentan retos adicionales en su día a día debido a la progresión de la enfermedad.
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¿Qué tipos de artrosis existen?
La artrosis es una de las principales causas de pérdida de la movilidad y dolor entre personas mayores. Sus factores de riesgo más comunes son la edad y el sobrepeso. No obstante, en la gran mayoría de los casos no se detecta una razón determinada. En la actualidad existen dos tipos de artrosis:
- La artrosis primaria, también conocida como idiopática, es aquella en la que no hay causa que justifique su aparición. Es la más habitual y ocasiona el deterioro del cartílago de forma progresiva. Además, su origen es desconocido en la mayoría de los casos.
- La artrosis secundaria se da en aquellas circunstancias en las que la articulación tiene una alteración previa. En gran parte de los pacientes, está causada por traumatismos sufridos con anterioridad. Esto ocurre, especialmente, en deportistas retirados, en fracturas o en personas con enfermedades articulares congénitas.
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis en personas mayores?
Existen una serie de síntomas que nos pueden alertar de un problema en las articulaciones de nuestros familiares mayores. Algunas de estas señales que no podemos dejar pasar son:
- Inflamación de los tejidos que rodean las articulaciones
- Dolor agudo en las articulaciones afectadas, ya sea durante el movimiento o bien a posteriori
- Aparición de sensibilidad al ejercer algo de fuerza en la articulación
- Rigidez en las articulaciones, sobre todo tras levantarse después de un estado de reposo
- Pérdida del rango de movimiento de la articulación
- Aparición de protuberancias duras, denominadas osteofitos, alrededor de la articulación
¿Cómo prevenir la artrosis en personas mayores?
La artrosis afecta a un gran número de personas, especialmente a aquellas de edad avanzada. Para prevenir su aparición, es crucial tener en cuenta diversos factores:
- Mantener un peso corporal adecuado. Si bien el cuerpo humano sufre una serie de alteraciones con la edad, la incorporación de hábitos saludables ayudará a las personas mayores a evitar el sobrepeso y, por lo tanto, la aparición de la artrosis.
- Realizar actividad física, siempre adaptada a las capacidades de movilidad de cada persona. El deporte también puede ayudar a controlar el peso y fortalecer las articulaciones.
- No forzar en exceso las articulaciones. Ciertos ejercicios físicos pueden resultar más lesivos. En caso de realizarlos, lo mejor es protegerse, ya sea con un calzado especializado, rodilleras, vendajes funcionales…
- No mantenerse sentado durante un tiempo prolongado.
- Evitar el uso reiterado de zapatos incómodos como tacones.
¿Cómo tratar la artrosis en personas mayores?
Una vez detectada y diagnosticada la artrosis, existen maneras de mejorar la calidad de vida de quienes la sufren. Aunque todavía no hay una cura para esta enfermedad, sí se cuenta con tratamientos capaces de ralentizar su degeneración. De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra, algunos de los procedimiento para combatir la artrosis son:
- Tratamientos farmacológicos, como los analgésicos y antipiréticos (paracetamol), antiinflamatorios no esteroides (celecoxib o rofecoxib) y, en casos más extremos, la codeína.
- Tratamientos no farmacológicos, como ejercicio aeróbico o sesiones de fisioterapia.
- Infiltraciones con ácido hialurónico, que tiene efectos analgésicos y protege los tejidos. Es una alternativa idónea para aquellos pacientes a los que los tratamientos médicos no causan mejoría.
- Infiltraciones con corticoides, en casos seleccionados en donde la presencia de síntomas inflamatorios sea muy intenso.
- Tratamientos quirúrgicos que varían desde limpiezas articulares mediante artroscopia, cambios de eje de la articulación para evitar la carga de las zonas más dañadas de la misma mediante osteotomías o finalmente la prótesis articular parcial o completa.
Es necesario buscar soluciones efectivas que no solamente alivien el dolor y mejoren la funcionalidad de las articulaciones, sino que también promuevan una mejor calidad de vida para aquellos afectados por esta enfermedad debilitante.
Fuente
- Clínica Universidad de Navarra: https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/artrosis
