La hepatitis es una enfermedad que –en sus distintas formas– provoca una inflamación del hígado como explican desde la Clínica Mayo. Esta enfermedad afecta a un importante órgano del cuerpo, encargado de funciones vitales como el filtrado de la sangre, la producción de la bilis, procesamiento de nutrientes y control de nivel de hormonas entre otras. De allí que cualquier afección que interrumpa su correcto funcionamiento debe ser reconocida y tratada para garantizar la salud de los mayores.
Las causas de la hepatitis varían según el tipo concreto de la enfermedad. Puede deberse a una infección vírica (las más comunes) o ser ocasionadas por bacterias o agentes externos, desde la comida infectada al consumo excesivo de bebidas alcohólicas. A nivel general, entre los tipos más comunes de hepatitis, se encuentran las hepatitis A, B y C.
Para poder cuidar y estar al tanto de la salud de las personas mayores, así como reconocer los síntomas de la hepatitis en los mayores y de otras dolencias, una de las mejores opciones es contar con el servicio de cuidado a domicilio. Desde miResi te ofrecemos asesoría gratis sobre las opciones de este servicio para garantizar el bienestar del adulto mayor en la comodidad del hogar.
Contenidos
1. La hepatitis
Los distintos tipos de hepatitis pueden tener una duración de semanas o meses, o convertirse en crónica. Si la hepatitis se hace crónica puede provocar daño hepático, y posteriormente derivar en cirrosis o cáncer de hígado. La evolución de la enfermedad dependerá del tipo de hepatitis así como de otras enfermedades preexistentes en el adulto mayor.
2. ¿Cúal es la más común en las personas mayores?
En el caso de los mayores, la hepatitis C es la más común. La hepatitis C se contagia si existe un contacto directo con el virus, usualmente a través de los distintos fluidos corporales como la sangre. Pueden contagiarse a través de las transfusiones de sangre, agujas contaminadas u otros materiales médicos no esterilizados.
Este tipo de hepatitis puede provocar o bien una infección aguda o convertirse en afección crónica. Una parte de las personas mayores que se contagien de hepatitis C eliminarán en menos de seis meses el virus, de forma espontánea.
Aquellos mayores que desarrollen una hepatitis vírica crónica deberán recibir tratamiento y seguimiento para evitar que el hígado sufra daños progresivos que deriven en dolencias graves como fibrosis, cirrosis, insuficiencia hepática, tumores o cáncer.
Aunque se trabaja en el descubrimiento de una vacuna para la hepatitis C, hasta ahora no ha sido posible desarrollar una que sea efectiva.
2.1. Síntomas de hepatitis C
La edad es un factor que contribuye a que la hepatitis C pueda avanzar hasta convertirse en crónica, sin embargo los tratamientos actuales han resultado efectivos para evitar los daños en el hígado a mediano y largo plazo. Puede que incluso acabe con el virus, evitando que la hepatitis C en mayores se cronifique.
Por ello, detectar a tiempo esta dolencia es fundamental. Entre los principales síntomas de la hepatitis C se pueden mencionar:
- Náuseas repetidas
- Pérdida de peso sin razón aparente
- Tez amarillenta (ictericia)
- Fatiga
- Orina de color oscuro
- Dolor abdominal
La presencia de varios de estos síntomas de hepatitis en los mayores son una señal de que se debe consultar a un médico de inmediato.
3. Otros tipos de hepatitis frecuentes
Si bien es cierto que la hepatitis A es también bastante común, la existencia de una vacuna muy efectiva y el éxito de las campañas de vacunación, han logrado una notable disminución de los casos en las últimas décadas.
La hepatitis A se transmite al consumir agua o alimentos contaminados y suele provocar una infección leve. La recuperación completa se produce en pocas semanas y en la mayoría de los casos no se requiere ningún tratamiento. Lo importante es detectarla en los adultos mayores para poder hacer seguimiento y evitar otras complicaciones. Además, identificando la enfermedad también es posible evitar el contagio a otras personas.
3.1. Síntomas
En el caso de la hepatitis A, aunque los síntomas pueden variar, por lo general los más comunes son:
- Fiebre
- Pérdida de apetito
- Calambres en el estómago
- Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos)
- Orina oscura
- Fatiga
4. Contar con ayuda
Identificar los síntomas de la hepatitis más comunes en las personas mayores, permite velar por su salud y evitar que pueda convertirse en dolencias más graves, como en el caso de la hepatitis C. Para asegurarse de que los mayores cuentan con el cuidado necesario, una de las formas más efectivas de hacerlo es optar por el cuidado a domicilio.
Otra de las opciones a las que acuden muchas familias para garantizar el bienestar del mayor es la asistencia a los Centros de Día. En ellos, el cuidado y contacto diario facilita la detección de distintas dolencias para que sean tratadas de forma adecuada.
Desde miResi te ofrecemos asesoramiento gratis sobre las opciones de servicio a domicilio o Centros de día que más se ajusten a lo que buscas para garantizar la calidad de vida de tu ser querido. Contacta con nosotros y te atenderemos –gratis– de forma personalizada.