Con el paso de los años, son numerosas las afecciones que nos pueden afectar, como es el caso de la artritis reumatoide. Este trastorno inflamatorio autoinmune es bastante común (y molesto). De hecho afecta al 1% de la población en España, según la UniMid, deteriorando de forma notable la calidad de vida de las personas mayores que la sufren. Por ello es normal que nos preguntemos si es posible prevenir la artritis reumatoide.
Esta enfermedad crónica, cuyas causas aún no están del todo establecidas, además de atacar las articulaciones, puede ocasionar problemas en pulmones, corazón, hígado, vasos sanguíneos, ojos y piel, además de cansancio inusual o fiebres esporádicas. Tener artritis reumatoide afecta la vida diaria de los mayores de forma negativa, y en muchos casos, cuando se encuentra en estado avanzado, hace necesario que cuenten con ayuda externa.
Contenidos
1. ¿Se puede prevenir la artritis reumatoide?
Evitar la artritis reumatoide hasta ahora no ha sido posible de forma 100% efectiva, pero si se pueden tomar medidas para tratar de retrasar su aparición o reducir el riesgo de padecerla. Existen factores como el historial familiar, el sexo (ser mujer) o la edad avanzada imposibles de controlar, pero muchos otros si pueden ser controlados.
Además, tomar las medidas preventivas recomendadas, también contribuirán a que los adultos mayores preserven su estado de salud y eviten riesgos de otras enfermedades.
2. Medidas preventivas de la artritis reumatoide
2.1. Controlar el peso
El exceso de peso puede afectar de forma considerable el estrés que sufren las articulaciones, en especial las de las rodillas y caderas de las personas mayores. Cada kilo de más que marque la balanza ejerce una gran presión adicional sobre las articulaciones de las rodillas. Por ello es fundamental que el adulto mayor mantenga una dieta balanceada para garantizar un peso saludable.
2.2. Practicar ejercicio de forma regular
El sedentarismo es un gran aliado de muchas enfermedades en las personas mayores. Y en el caso de la artritis reumatoide, la falta de ejercicio ocasiona que los músculos se debiliten, aumentando las posibilidades de desarrollar este trastorno crónico.
Lo ideal es que las personas mayores practiquen ejercicios aeróbicos de bajo impacto, ejercicios con peso moderado y estiramientos para prevenir la rigidez de las articulaciones. todos ellos adaptados a su edad y condiciones físicas. Entre las actividades más recomendadas se encuentran la caminata, la natación, el yoga, el Pilates o la bicicleta estática.
2.3. Dieta saludable
Mantener una dieta saludable contribuirá a disminuir las probabilidades de sufrir artritis reumatoide (y muchas otras enfermedades). Lo recomendable es que la alimentación sea baja en grasas y azúcares, pues como señala la Arthritis Foundation, ello puede reducir o demorar la aparición de los síntomas de la artritis.
Es importante consumir alimentos como:
- Pescados ricos en Omega 3 y grasas poliinsaturadas: Como el salmón, el atún, la caballa o el arenque, para combatir la inflamación y fortalecer los huesos.
- Productos lácteos bajos en grasa: leche semidesnatada o desnatada, el yogur bajo en grasas y el quesos también bajos en grasa.
- Alimentos ricos en vitamina D: Para fortalecer los huesos.
- Frutas cítricas: como cerezas, fresas, naranjas, etc.
- Frutos secos: especialmente las nueces.
- Soja
- Té verde
- Frijoles y otros granos enteros
- Aceite de oliva extra virgen
2.4. No fumar
El fumar ha sido asociado por distintas investigaciones con el inicio de la artritis reumatoide en aquellas personas que muestran predisposición genética. Además, en aquellas personas mayores que ya sufren de este trastorno, el fumar acelera los daños que provoca esta enfermedad en las articulaciones.
2.5. Evitar el estrés
El estrés es uno de los factores que contribuyen en la aparición de la artritis reumatoide o empeoran sus síntomas si ya está presente la enfermedad. Así como sucede con otros trastornos autoinmunes, el estrés es un factor de riesgo que debe controlarse en la medida de lo posible, pues debilita el sistema inmunitario.
2.6. Luchar contra la pérdida ósea
Si bien no es posible evitarla porque es parte natural de los procesos del cuerpo humano al envejecer, lo que sí se puede es ralentizar la velocidad a la que se produce este fenómeno. Para lograrlo se debe hacer ejercicios con regularidad, incluir calcio, vitamina D y otros suplementos recomendados por el médico, así como evitar el sedentarismo.
2.7. Cuidarse de infecciones y alergias
Es difícil controlar los procesos infecciosos o alérgicos que pueden afectar a las personas mayores, pero en lo posible, lo ideal es controlarlos pues algunos de ellos pueden desajustar el sistema inmune, haciendo que se manifieste el trastorno. En caso de que se presente alguna infección o alergia, es importante seguir las recomendaciones médicas para mantenerlas bajo control.
2.8. Evitar lesiones
Los accidentes o lesiones no siempre se pueden evitar, pero si se toman ciertas medidas se pueden disminuir sus efectos. Por ejemplo, a la hora de realizar ejercicios, además de usar el equipamiento y espacio adecuado, se deben realizar ejercicios de calentamiento y enfriamiento. Con ello se estará cuidando de las articulaciones. Igualmente si se sufre una lesión, es importante seguir los pasos adecuados para la recuperación, como puede ser asistir a todas las sesiones de fisioterapia que sean necesarias.
Cada medida que se tome para tratar de evitar la artrosis reumatoide, además de ayudar a la prevención de esta enfermedad, servirá para preservar el buen estado de salud y al mismo tiempo evitar otras patologías que también se hacen comunes con los años.