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Índice de Envejecimiento: Análisis en Profundidad

¿Qué es el índice de envejecimiento? Se habla mucho sobre el envejecimiento, cómo cada vez hay más personas mayores y menos natalidad. Hoy vamos a analizar este fenómeno demográfico que impacta en la vida de las personas mayores y de las no tan mayores. Conoce todas las claves sobre el índice de envejecimiento en este artículo de miResi.

1. ¿Qué es el índice de envejecimiento?

Llamamos índice de envejecimiento a la proporción de población mayor de 65 años en comparación con la población menor de 16 años. Con este cálculo podemos conocer la relación demográfica entre personas mayores y personas jóvenes. Esta comparativa nos ofrece en forma de porcentaje una realidad: el envejecimiento de la población. 

En España el índice de envejecimiento con las cifras de 2021 se situaba en el 129,1% según apunta el INE (Instituto Nacional de Estadística). Siendo bastante superior (casi por un 30%) el número de personas mayores de 65 años que el de adolescentes, podemos ver cómo el envejecimiento de la población es un hecho. Con el avance de la esperanza de vida y la disminución de la natalidad, la pirámide demográfica se va invirtiendo, teniendo cada vez una base más estrecha.

Además, analizando los datos que nos ofrece el INE podemos definir este aumento como progresivo y sostenido en el tiempo. El índice de envejecimiento lleva subiendo sin parar en los últimos años. En 2020 el índice de envejecimiento era del 125,75%. En 2018, el índice de envejecimiento se situaba en el 120,46%. En 2017 este índice no superaba el 120%. 

Como vemos, el indicador de envejecimiento crece año tras año debido a un envejecimiento de la población y a un descenso en la natalidad. En enero de 2021, se calculaba que las personas mayores de 65 años eran más de 9 millones. Esto se traduce en que alrededor del 19% de la población española son personas mayores.  Conviene recordar que las personas mayores de 65 suponen más o menos una quinta parte de los españoles para poder darles la importancia demográfica que se merecen. 

Para hacernos una mayor idea del volumen de personas mayores podemos compararlos con otros grupos en España para relativizar su importancia. En 2021, mismo año en el que se calculaban 9 millones de personas mayores de 65 años, se registraban 2,7 millones de empleados públicos. Siendo los funcionarios un volumen de la población activa importante, conviene recordar que las personas mayores son un grupo de población tres veces más numeroso.

Si incluimos en estos cálculos tanto al sector público como al privado, se contabiliza que en 2022 hay 19 millones de personas trabajando en nuestro país. Este volumen de trabajadores es poco más del doble que el de personas mayores de 65 años. Hay que tener en cuenta que en estas cifras se contabiliza a todas las personas que están cotizando, sin importar el tipo de contrato. Trabajadores con media jornada, contratos de prácticas o sueldos precarios también entran en esos 19 millones. Estas cifras muestran un equilibrio delicado, ya que la cotización de estos trabajadores es un pilar fundamental del que dependen las pensiones

El índice de envejecimiento creciente es una realidad que se debe tener en cuenta desde la administración pública para crear una sociedad inclusiva e igualitaria. El cambio demográfico que estamos viviendo ofrece una oportunidad para adaptarnos como sociedad si sabemos cómo. 

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El aumento del índice de envejecimiento pronostica un cambio en el estilo de vida adaptado a las personas mayores

2. ¿Qué pronostica el índice de envejecimiento en nuestra población?

Como ya hemos visto, cada vez hay más personas mayores y menos jóvenes en proporción. Esto debería verse como algo positivo, ya que significa que la esperanza de vida está alcanzando máximos históricos. Sin embargo, es necesario implementar cambios en nuestra sociedad para que no solo aumente la esperanza, sino también la calidad de vida.

Una de las mayores amenazas ante el alto índice de envejecimiento es el frágil equilibrio en el que se encuentran las pensiones. Con una población de personas mayores que sigue creciendo, es fundamental que el número de cotizaciones se mantenga al alza

Retrasar la edad de jubilación es una medida que da un respiro a la desgastada bolsa de las pensiones, pero se necesitan más acciones para seguir ofreciendo estabilidad económica a las personas mayores. España tiene un grave problema de paro. La tasa de desempleo en 2021 era del 13%. Si bien es cierto que son datos mejores que los de años anteriores (en 2020 era del 16,3%), todavía hace falta tomar medidas para reactivar el empleo.

Las cotizaciones son la base para que pueda mantenerse el sistema de pensiones actual. Con una alta tasa de desempleo, la diferencia que no puede cubrirse con las cotizaciones la asume el Estado. Los Presupuestos Generales del Estado en 2022 destinan una tercera parte del dinero a pagar las pensiones. Cuanto más dinero público se invierta en las pensiones, menos puede invertirse en generar empleo, provocando un círculo vicioso en el que cada vez resultará más costoso asumir el gasto de las pensiones a la administración pública.

El problema del desempleo es especialmente grave en los jóvenes. Si la tasa general de desempleo era del 13% en 2021, el desempleo en personas menores de 25 años superó el 30% ese mismo año. Como refleja el índice de envejecimiento, la población más joven es cada vez menos numerosa que el grupo de mayores de 65 años. Si no hay una inversión en empleo, especialmente en empleo joven, será cada vez más difícil ofrecer pensiones de calidad a las personas mayores.

Al ya de por sí alto índice de envejecimiento habrá que sumar en los próximos años un gran peso poblacional. La conocida como generación del baby boom, los nacidos entre 1957 y 1977. Este grupo de población está compuesto por alrededor de 14 millones de personas, el más numeroso en comparación al resto por el aumento de la natalidad en esos años. Se calcula que en este grupo hay 7,7 millones de personas trabajando. Esto supone un volumen muy importante de las cotizaciones, casi una tercera parte de las mismas, ya que el número de personas ocupadas es de alrededor de 20 millones según datos de principios de 2022

En los próximos 20 años, los baby boomers empezarán a cobrar su pensión de jubilación, aumentando todavía más el número de personas mayores de 65 años y el volumen necesario de cotizaciones para mantener sus pensiones. Para compensar este desequilibrio demográfico será necesario reforzar el empleo, pero no bastará con esto.

Según apunta Onda Cero, un aumento de pensionistas tan masivo repercutirá en la nómina de los trabajadores. En un salario medio tendrían que reducirse 10 euros mensuales por parte de su nómina y otros 10 euros mensuales por parte de la empresa para que las pensiones tal y como las conocemos sigan siendo viables. Esto supondría una reducción anual del sueldo de 440 euros: asumiendo la mitad de esta cantidad el trabajador y la otra mitad la empresa. El número de trabajadores y el aumento de los salarios deberán acompañar el aumento de jubilados si queremos que las pensiones sigan siendo sostenibles.

3. ¿Cómo nos afecta lo reflejado en el índice de envejecimiento?

Las pensiones y su viabilidad son la consecuencia más visible del alto índice de envejecimiento, pero no la única. Conforme aumenta la población mayor de 65 años, la sociedad tendrá que cambiar para ajustarse a esta nueva realidad.

Con una población envejecida tan importante, el gasto público en sanidad será cada vez mayor. El 32% de las personas mayores de 65 años presenta algún tipo de patología que necesita de atención médica. Esto hará que aumente el gasto público en sanidad y también supondrá un incentivo para el uso de mutuas y seguros privados de salud.

Conforme aumenta la población mayor de 65 años habrá que ajustar la sociedad en la que vivimos a este fenómeno demográfico. En el campo de la sanidad no solo será necesario invertir más para cubrir las necesidades de los mayores, también para que los servicios sanitarios no colapsen y el resto de la población pueda seguir accediendo a ellos. 

Teniendo en cuenta que también será necesaria una inversión y reestructuración del empleo, lo más lógico es que los nuevos puestos de trabajo cubran las necesidades de las personas mayores y las carencias que la jubilación de los baby boomers supondrá al mercado laboral. Aumentar las plazas de profesionales sanitarios, psicológicos y sociales sería una de las medidas más coherentes. Además de por la necesaria renovación del sistema sanitario, todos podemos beneficiarnos de una mayor inversión en atención psicológica y social.

También es posible que cambie el ocio y la forma de vivirlo. En las próximas décadas las personas mayores de 65 años supondrán un grupo mayoritario, por lo que no es de extrañar que el estilo de vida y las actividades se adapten a esta nueva realidad. Esto no supone la desaparición del “ocio joven” ni mucho menos. Más bien conlleva la aparición de un ocio enfocado a las personas mayores. 

La oferta de los viajes del IMSERSO aumentaría, favoreciendo también al turismo, uno de los sectores estratégicos en nuestro país. Las actividades culturales y de ocio contarían con opciones para las personas mayores, menos masificadas y frenéticas que las actividades de los jóvenes. 

El cambio también se hará patente en las residencias para mayores. En los últimos años hemos podido ver un aumento de las residencias geriátricas y una mayor profesionalización en el ejercicio de los cuidados a la tercera edad. El ratio actual de plazas en residencias es de 4 por cada 100 personas mayores de 65 años. Si bien es cierto que no todas las personas de 66 años o más necesitan una residencia de mayores, el número de plazas sigue siendo insuficiente.

Si ya a día de hoy hacen falta más residencias para cubrir las necesidades de nuestros mayores, en las próximas décadas esta necesidad se hará todavía más acuciante. Invertir en crear, ampliar y mejorar las residencias de mayores se convierte entonces en una apuesta clave que la administración pública y la iniciativa privada deberían abordar conjuntamente. 

La ampliación del sector geriátrico no solo mejorará la calidad de vida de las personas mayores de forma directa, también de forma indirecta. Además de apostar por sus cuidados aumentando el número de plazas en residencias, también se invertiría en personal geriátrico. Esto supondría un impulso extra para el empleo. Hay numerosos perfiles profesionales requeridos en las residencias de mayores. Personal sanitario, asistencial y administrativo entre otros podrían obtener más oportunidades de empleo. Este aumento en la contratación de profesionales especializados también se reflejaría en las cotizaciones, afianzando la seguridad de las pensiones. 

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Es nuestra responsabilidad ofrecer a las personas mayores los cuidados que necesitan

La inversión en residencias de mayores sería entonces la forma más completa de asegurar el bienestar de la población que refleja el índice de envejecimiento. No solamente desde el aspecto económico y de viabilidad, también desde el social y el humano. Creceríamos más como sociedad si aprendemos a cuidar de nuestros mayores, cerrando un ciclo en el que devolvemos la ayuda que nos han prestado. Sabiendo que en unos años llegará el turno de las nuevas generaciones adquirimos un compromiso entre los diferentes grupos de edad.

Aceptando que el envejecimiento es una parte natural de la vida y ofreciendo los cuidados necesarios para el bienestar de nuestros mayores apostamos por una mejora directa en nuestra sociedad. Incluimos a los mayores como una parte vital de nuestro entorno, evitando prejuicios como el edadismo y creciendo como la gran familia humana que somos. O al menos, ese debería ser nuestro objetivo. 

El aumento del índice de envejecimiento en nuestra población tendría que ser visto como una oportunidad para adaptarnos a una nueva realidad demográfica, y no como un problema que haya que atacar.

4. En miResi estamos comprometidos con el cuidado en el envejecimiento

Desde miResi estamos familiarizados con lo necesarias que son las residencias de mayores para ofrecer cuidados fundamentales en la tercera edad. Por ello contamos con una amplia red de residencias para que puedas encontrar un segundo hogar ideal para tus mayores.

Sabemos que buscar una residencia puede ser un proceso duro, pero no te preocupes. Disponemos de un equipo profesional de asesoramiento familiar que te atenderá de forma personalizada y gratuita para ayudarte a tomar la mejor decisión. Estamos a tu lado en todo momento, incluyendo el proceso de búsqueda de residencia o el momento del ingreso. Si tienes cualquier duda al respecto, puedes contactar con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.

💚 ¡Te damos la bienvenida a miResi! 💚

Fuentes:

Instituto Nacional de Estadística
Statista
Radio Televisión Española
Onda Cero

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Paula Méndez
Creadora de contenidos y documentalista especializada en el sector de la tercera edad y los cuidados. Apasionada de contar historias que involucren relaciones humanas. Especialista en SEO y marketing de contenidos. Actualmente SEO & Content Manager en miResi.
Sobre el autor

Creadora de contenidos y documentalista especializada en el sector de la tercera edad y los cuidados. Apasionada de contar historias que involucren relaciones humanas. Especialista en SEO y marketing de contenidos. Actualmente SEO & Content Manager en miResi.
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