Puede que no seas consciente, pero en numerosas ocasiones no utilizamos el calzado más adecuado. A esto debemos sumarle que prácticamente todos los días caminamos y estamos largos periodos levantados. Por ende, nuestros pies sufren un desgaste continuado. Esto puede traducirse en algún tipo de dolencia y, lo que es peor, puede volverse crónica con el tiempo. Los juanetes son una de las consecuencias más comunes y una tortura para las mujeres mayores de 60 años, fundamentalmente. En miResi queremos hablarte de esta afección podal y darte algunos consejos para intentar prevenirla en la medida de lo posible.
Disfrutar de unos pies sanos resulta una tarea difícil en la tercera edad. En torno al 70% de las personas mayores sufren juanetes. En particular, son más las mujeres afectadas. Y aunque no se trata de una patología que puede dañar gravemente y provocar importantes riesgos a la salud, lo cierto es que es muy dolorosa e, incluso, puede llegar a invalidar, reduciendo de forma significativa la calidad de vida de quien la padece.
Si tu mayor necesita ayuda externa para realizar tareas en su rutina diaria, puede que un centro de día o residencia sea una buena idea. Desde miResi queremos ayudarte a encontrar la opción que mejor se adapte a tu ser querido. Nuestros servicios son totalmente gratuitos.
Contenidos
1. ¿Qué son los juanetes?
Conocido también como «hallux valgus», el juanete es una deformidad ósea que se produce cuando el hueso del dedo gordo del pie se desvía hacia el segundo dedo. Esto causa una protuberancia en la base del primero e incluso puede provocar la superposición entre ambos dedos y crear un doloroso bulto en el hueso.
Los síntomas de los juanetes pueden variar. La mayor parte de los afectados no le dan la importancia que requieren hasta que se encuentran en un estado avanzado. A medida que la deformidad empeora y también como consecuencia de la edad, puede causar gran dolor al caminar, así como hinchazón y sensibilidad en el área afectada. En los diagnósticos más extremos, resulta necesario corregirlo mediante intervención quirúrgica.
2. Causas y prevención de su formación
Es importante conocer en profundidad las principales causas que provocan la formación de juanetes. En algunos casos, este tipo de malformación aparece debido a ciertas tendencias erróneas, como el mal uso del calzado, que pueden tener solución y corregirse de inmediato. Mientras que, en otros, se debe a factores externos, como la genética, y solamente se podrá prevenir su empeoro.
- Herencia genética. Las personas que tienen familiares que sufren juanetes son más propensas a desarrollar esta patología.
- Condiciones físicas del pie. Tener pies planos o el dedo gordo más largo que el resto puede producir una desviación en la pisada.
- Padecer ciertas enfermedades. La artritis reumatoide o la psoriasis pueden acrecentar la aparición de esta afección.
- Mal uso del calzado. Usar con frecuencia zapatos apretados o estrechos y tacones altos puede aumentar la probabilidad de tener juanetes. No emplear un calzado apropiado provoca, además, gran parte de las dolencias que se generan en los pies.
- Forma incorrecta de pisar. La mala pisada es una de las principales causas que ocasionan esta patología. Esto se produce concretamente en las personas que tienen tendencia al pie valgo (caminar con los pies hacia dentro) y un pie muy cavo (pies con mucha curvatura).
También existen otros factores que no se consideran causas pero sí agravan los juanetes, como la obesidad, las sobrecargas o la falta de elasticidad que aumenta con la edad.
3. Remedios y tratamientos para los juanetes
Cuando ya no se puede prevenir el juanete porque se encuentra en una fase avanzada, ni modificar aquellas conductas que han contribuido a su aparición, existen remedios y tratamientos que pueden servir de gran ayuda. Aplicarse calor y frío o darse baños de agua tibia con ruda son una buena solución para aliviar el dolor e hinchazón.
El uso de plantillas y separadores interdigitales evita el empeoramiento de los juanetes. Además, pueden diseñarse a medida y, de esta forma, ajustarse totalmente al tamaño de la dolencia. La fisioterapia también puede contribuir positivamente a mejorar la fuerza y movilidad del pie con ciertos ejercicios y masajes.
No obstante, si la evolución del juanete y la deformación han aumentado, el único método posible es la cirugía. En función de la gravedad, se llevan a cabo distintas técnicas y metodologías, como la cirugía abierta o la cirugía de mínima incisión. Pero, ¿elimina definitivamente los juanetes el tratamiento quirúrgico? La respuesta es no. La cirugía no acaba con la causa, ya que el juanete puede volver a aparecer si el paciente no corrige ciertas actitudes.
Muchas alternativas como los remedios caseros pueden aliviar los síntomas de cierta manera. Sin embargo, es imprescindible que el mayor no prolongue demasiado la visita al podólogo. Debe ser un profesional quien determine qué tratamiento es el más acertado, de acuerdo con las necesidades concretas del paciente. Solo así se podrá conseguir evitar que los juanetes deriven en otras dolencias como la bursitis, la metatarsalgia o complicaciones en las rodillas, caderas o vértebras lumbares.
Acciones tan simples como utilizar un calzado apropiado pueden ayudar en la mitad de los casos a prevenir esta patología. En miResi nos importa la salud y bienestar de tu mayor. Si estás buscando un centro de día, residencia o cuidado a domicilio, queremos ayudarte. Sabemos que no es un proceso fácil. Por eso, nuestro equipo de profesionales estará encantado de escucharte y asesorarte para encontrar la mejor opción para ti y tu mayor. Llámanos o escríbenos y trataremos tu caso de forma personalizada y totalmente gratuita.
Fuente:
- Medline: https://medlineplus.gov/spanish/
