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1. ¿Qué es la Ley de Dependencia?
Hoy vamos a hablar de la Ley de Promoción de Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, comúnmente conocida como Ley de Dependencia. Según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE), esta ley busca “regular las condiciones básicas que garanticen la igualdad en el ejercicio del derecho subjetivo de ciudadanía a la promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia”.
En otras palabras, el objetivo de la Ley de Dependencia es ofrecer la ayuda necesaria a las personas más vulnerables y garantizar así sus derechos de autonomía, seguridad y bienestar. La Ley de Dependencia abarca por supuesto a los ancianos, pero también a personas enfermas o que hayan sufrido un suceso incapacitante.
La Ley de Dependencia fue aprobada en 2006 e inicia su andadura oficial en 2007. En el proyecto de los presupuestos generales del Estado para 2022 se aumentará la partida de dependencia en otros 600 millones. Con esta subida presupuestaria, la partida total para la Ley de Dependencia será de 2.629 millones de euros.
2. ¿Por qué la Ley de Dependencia es necesaria?
En algo podemos estar todos de acuerdo: ofrecer la atención y los cuidados necesarios a nuestros mayores y personas vulnerables no es una opción, es un deber. La Ley de Dependencia se hace imprescindible desde el momento en el que hay personas que necesitan una atención que no están recibiendo para conservar su libertad y dignidad.
La Ley de Dependencia es un compromiso de nuestras instituciones para garantizar la autonomía de los que más la necesitan. En la ley de dependencia se entiende como autonomía “la capacidad de controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias así como de desarrollar las actividades básicas de la vida diaria”.
Viendo esta definición de autonomía seguro que os ha venido a la mente un familiar o conocido, alguien que por su edad o patología es incapaz de valerse por sí mismo. En la propia ley de dependencia está recogido el término Actividades básicas de la vida diaria: “las tareas más elementales de la persona, que le permiten desenvolverse con un mínimo de autonomía e independencia, tales como: el cuidado personal, las actividades domésticas básicas, la movilidad esencial, reconocer personas y objetos, orientarse, entender y ejecutar órdenes o tareas sencillas”.
Hay demasiadas personas para las que hacerse la comida, limpiar la casa o incluso levantarse de la cama son imposibles sin ayuda externa. Por desgracia, esto es bastante común, pero en miResi estamos especializados en este tipo de situaciones.
Con los avances médicos y el aumento de la esperanza de vida, cada vez es más frecuente llegar a una edad avanzada. Desde finales del siglo pasado observamos el fenómeno del “envejecimiento del envejecimiento”: cada vez más población tiene más de 80 años. En 2021 el Instituto Nacional de Estadística (INE) estimaba que más del 19% de la población era mayor de 65 años. Además, el 32% de los mayores de 65 tienen algún tipo de patología o discapacidad que les impide llevar una vida normal. Ante este panorama, no es de extrañar que sea tan necesaria la Ley de Dependencia.
3. ¿Cómo funciona la Ley de Dependencia?
La Ley de Dependencia ofrece una serie de ayudas en función de las necesidades que se desean cubrir. Los servicios que pueden ofrecer son los siguientes:
3.1 Servicios de Prevención
Tratan de evitar problemas relacionados con la dependencia.
3.2. Servicios de Teleasistencia
Soportes como un pulsador que conecta con una línea telefónica de asistencia inmediata. Están pensados para personas mayores que viven solas o para uso de emergencias o necesidades especiales.
3.3. Servicios de Ayuda a Domicilio
Se presta atención tanto a las tareas domésticas (cocina, limpieza, lavado…) como a la atención personal de actividades diarias.
3.4. Servicio de Centro de Día
La Ley de Dependencia ofrece subvencionar el servicio de Centro de Día. Según las necesidades de nuestros mayores, es posible que puedan prescindir de una residencia completa. Pudiendo pasar las noches y fines de semana en su casa, mantendrán más contacto con su entorno. Si su situación lo permite, puede ser muy beneficioso.
3.5. Servicio de Atención Residencial
Otra opción que nos ofrece la Ley de Dependencia es el alojamiento en una residencia para la tercera edad. Se puede filtrar el centro según las necesidades o patologías de la persona mayor. Desde miResi te ofrecemos la oportunidad de filtrar entre un amplio catálogo de residencias la que más se ajusta a tus necesidades.
3.6. Ayudas económicas para cubrir un servicio profesional
La Ley de Dependencia recoge que en el caso de no poder acceder a un servicio público o concertado de atención y cuidado se concederá una ayuda económica acorde con las necesidades de dependencia y la capacidad económica del beneficiario.
3.7. Ayudas económicas para cuidados en el entorno familiar
En la Ley de Dependencia también está contemplada la posibilidad de recibir el cuidado de un familiar. Si bien es cierto que esta opción se presenta como algo excepcional, a día de hoy la mayoría de las ayudas económicas ofrecidas se destinan a cuidadores en el entorno familiar. A finales de septiembre de 2021, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) calcula más de 65.000 cuidadores en el entorno familiar.
4. ¿Cómo solicitar las ayudas de la Ley de Dependencia?
Las ayudas a la dependencia se conceden a nivel municipal y autonómico. Si tú o un familiar tuyo queréis solicitar estas ayudas, es necesario acudir a un centro de atención primaria o a los servicios sociales municipales que correspondan.
Para acogerse a las ayudas que ofrece la Ley de Dependencia también es necesario un informe del grado de dependencia del beneficiario. La Administración Pública es la encargada de realizar la valoración sobre el grado de dependencia de la persona. Se contemplan tres grados:
- Grado I: Dependencia moderada.
Si la persona necesita ayuda para realizar actividades básicas, al menos una vez al día, o bien presenta necesidades de apoyo intermitente.
- Grado II: Dependencia severa.
Cuando la persona requiere ayuda para desempeñar tareas básicas varias veces al día pero no necesita ayuda o supervisión constante de un cuidador.
- Grado III: Gran dependencia.
Si la persona necesita ayuda para realizar actividades básicas varias veces al día, además de la presencia continua de un cuidador.
La valoración del grado de dependencia se realiza visitando el domicilio de la persona que lo solicita. Además se tendrán en cuenta la entrevista con la persona y los informes médicos asociados a su situación. El solicitante, su familia o la persona que le atiende puede solicitar una revisión sobre el grado de dependencia siempre que sea necesaria.
🧑🦳Esperamos que esta información sobre la Ley de Dependencia sea de ayuda para ti y para tus personas mayores 💚
Desde miResi queremos ayudar en los momentos difíciles y ofrecemos los mejores cuidados a nuestros mayores.
Fuentes
- Boletín Oficial del Estado https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2006-21990
- Instituto Nacional de Estadística https://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=1488
- Instituto de Mayores y Servicios Sociales https://www.imserso.es/imserso_01/documentacion/estadisticas/info_d/estadisticas/est_inf/his_cuida/index.htm