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¿Cuáles son los síntomas de la depresión en mayores?

Tener depresión es cada vez más frecuente en nuestra población. Y en el caso de las personas mayores, si bien pueden estar tristes o desanimados en muchas ocasiones, debido a las distintas circunstancias​​ que les toca vivir, como puede ser la muerte de su pareja, la desaparición de los amigos o la falta de contacto con sus seres queridos, no siempre se trata de los síntomas de la depresión en mayores. 

De hecho, aunque este trastorno psiquiátrico es el más común en las personas con más de 65 años, afectando a entre el 10 y 12% de este grupo según datos de la OMS,  no se debe confundir una etapa de tristeza con la depresión. De allí que sea importante conocer cómo distinguirla, conocer sus causas y –muy importante– las distintas opciones de tratamiento.  

¿Qué es la depresión?

La depresión es una enfermedad mental, más específicamente, un trastorno grave del estado de ánimo que  suele afectar la forma en la que las personas sienten,  actúan y piensan. Si bien se trata de un problema  que es frecuente en el caso de las personas mayores, no todos los tipos de depresión son normales en la tercera edad. 

Son muchos los mayores que a pesar de los problemas físicos y dolencias relacionadas con su edad, se muestran satisfechos con su vida. De allí que es importante distinguir cuándo se trata de una depresión, de qué tipo es, y qué tratamientos existen para tratar esta depresión en el mayor.

En el caso de los mayores, los tipos de depresiones más frecuentes son:

  • Trastorno depresivo mayor: síntomas con menos de dos semanas de duración y que pueden interferir con la capacidad del mayor para realizar sus tareas cotidianas.
  • Trastorno depresivo persistente (distimia): la duración de este estado de ánimo depresivo puede superar los dos años, sin embargo, el mayor aún es capaz de realizar las tareas diarias.
  • Trastorno depresivo inducido por sustancias o medicamentos: este tipo de depresión se relaciona con el consumo de alcohol o analgésicos.
  • Trastorno depresivo debido a una afección médica: depresión relacionada con una enfermedad separada, como una enfermedad cardíaca o esclerosis múltiple.
  • Otros tipos de trastornos:  también existen otras tipologías como la depresión psicótica, la depresión posmenopáusica o el trastorno afectivo estacional. 

Factores de riesgo de la depresión en los mayores

Existen numerosas circunstancias que pueden convertirse en un factor de riesgo a la hora de sufrir de depresión. Puede ser desencadenada por cambios en el cerebro, o por acontecimientos como un diagnóstico médico negativo, el fallecimiento de un ser querido o por condiciones de vida no deseadas, entre muchas otras. Sin embargo, entre los factores más relacionados con el riesgo de depresión, la mayoría de las investigaciones médicas destacan:

  • Afecciones médicas o enfermedades: como el cáncer o un accidente cerebrovascular
  • Genética: Los mayores con antecedentes familiares de depresión son más susceptibles de sufrir este trastorno. 
  • Estrés
  • Problemas de sueño
  • Soledad y aislamiento social 
  • Falta actividad física
  • Limitaciones  físicas o cognitivas que impiden el normal desarrollo de la vida cotidiana; falta de autonomía
  • Adicción al alcohol u otras drogas.  
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Es importante conocer los síntomas de la depresión en ancianos

Síntomas de la depresión en mayores

¿Cómo se puede saber si una persona mayor está deprimida y no se trata solo de un episodio pasajero de tristeza? Para diagnosticar y tratar la depresión lo primero es observar si existen indicios que puedan dar pie a buscar un diagnóstico profesional.  No siempre es fácil detectar la depresión en los mayores, pues sus síntomas no siempre son similares a los de los jóvenes.  De hecho, en el caso de las personas mayores, la tristeza no suele ser siempre el mayor signo de depresión. 

Los síntomas de la depresión en los mayores pueden variar según sus circunstancias, cultura y personalidad, pero en general los más frecuentes son: 

1. Estado de ánimo persistente de tristeza, aflicción o sensación de ´vacío´

Los mayores que están sufriendo de trastornos depresivos tienen una sensación de tristeza constante, de estar apesadumbrado en todo momento o tener una sensación de vacío emocional, que les puede aislar del resto y puede agravar aún más la situación.

 2. Desmotivación y pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras 

Cuando se sufre depresión, los mayores pueden mostrar una gran desmotivación para realizar cualquier tipo de actividad, incluidas aquellas que antes le eran atractivas y placenteras. Esta desmotivación puede estar unida también, a sentimientos de desesperanza, culpabilidad, inutilidad o impotencia que aumenta a su vez la desmotivación.

3. Ansiedad, inquietud, irritabilidad y cambios en el estado de ánimo

Un síntoma muy habitual en los mayores con depresión es la ansiedad, un sentimiento que provoca agitación, nerviosismo, irritabilidad e inquietud. Incluso puede que el mayor no pueda quedarse quieto y busque moverse constantemente.

4. Problemas de sueño

Cuando se sufre de depresión, uno de sus síntomas puede ser la alteración del ritmo normal de sueño de cada persona. Puede que se comience a sufrir de insomnio, cuando antes de dormía bien, se tengan problemas para conciliar el sueño, se comience a despertar más temprano, se duerman muchas más horas de lo habitual o se quede dormido en todas partes. 

sintomas de depresión. asistente cuidando anciano

5. Cambios no planificados de peso y en el apetito 

El cambio no buscado de peso, como bajar de peso sin proponérselo o aumentar de rápidamente algunos kilos, puede ser un síntoma de depresión, si se produce de forma repentina. Puede que el apetito disminuya o aumente sin que la persona se de cuenta con el consiguiente cambio en la balanza. Lo más común es que se deje de disfrutar de los alimentos, aunque también durante la depresión se puede comer por la ansiedad asociada.

6. Cansancio crónico, fatiga y disminución de energía

La depresión se puede manifestar también en los mayores con una gran falta de energía, una fatiga crónica que les lleva a abandonar cualquier actividad física e incluso las tareas rutinarias más sencillas. Si el mayor además, sufre de los problemas de sueño mencionados con anterioridad, este síntoma se puede agravar. Asimismo, el mayor puede mostrarse más lento en sus movimientos o cuando habla.

7. Dificultad para concentrarse, tomar decisiones o recordar 

Los mayores sufren una pérdida paulatina de sus capacidades cognitivas, pero en el caso de la depresión, estas dificultades de concentración, memoria y toma de decisiones se hace más notable y puede aparecer de forma drástica. 

8. Pensamientos de muerte o suicidio

Si el mayor se encuentra en una fase avanzada de depresión, es posible que tenga pensamientos suicidas. Se suele tener la sensación de qué la vida ya no tiene sentido, de que el cansancio es extremo y no existe motivación alguna para seguir adelante.  

Si observa que su ser querido presenta varios de estos síntomas de depresión en mayores durante varias semanas, es importante consultar con un especialista para saber si se trata de una depresión o está relacionado con otras dolencias. Lo fundamental es no ignorar las señales para poder brindar la ayuda adecuada a este trastorno. 

Existen numerosos tratamientos que pueden ayudar al mayor a recobrar el ánimo y con ello a preservar una buena calidad de vida en todos los aspectos. La depresión, si bien afecta de forma primordial la salud mental, pasa luego también a tener efectos negativos sobre la física, por lo que tratarla es vital para que nuestro ser querido se encuentre en las mejores condiciones para disfrutar de la vida.

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Raquel García Gallego
Terapeuta Ocupacional Graduada en el Centro Universitario La Salle, Madrid. Experta en Geriatría y Neurorrehabilitación. Encargada de crear y modificar departamentos, así como de ejecutar planes de intervención de Terapia Ocupacional en residencias para mayores. Ha trabajado en primera línea durante la pandemia del COVID-19, asumiendo competencias de otros departamentos. Cuenta con conocimientos en intervención en centros libres de sujeciones, además de una nutrida experiencia en atención a las familias de los mayores. Actualmente, trabaja en un centro de neurorehabilitación en Colmenar Viejo (Madrid) donde atiende a diversos perfiles, entre ellos personas mayores, con el objetivo de prevenir, mantener o mejorar el deterioro funcional que impacta en su nivel de autonomía.
Sobre el autor

Terapeuta Ocupacional Graduada en el Centro Universitario La Salle, Madrid. Experta en Geriatría y Neurorrehabilitación. Encargada de crear y modificar departamentos, así como de ejecutar planes de intervención de Terapia Ocupacional en residencias para mayores. Ha trabajado en primera línea durante la pandemia del COVID-19, asumiendo competencias de otros departamentos. Cuenta con conocimientos en intervención en centros libres de sujeciones, además de una nutrida experiencia en atención a las familias de los mayores. Actualmente, trabaja en un centro de neurorehabilitación en Colmenar Viejo (Madrid) donde atiende a diversos perfiles, entre ellos personas mayores, con el objetivo de prevenir, mantener o mejorar el deterioro funcional que impacta en su nivel de autonomía.
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