El síndrome de Asperger: así afecta en la vejez

Todavía siguen existiendo estereotipos y malentendidos sobre el síndrome de Asperger. Muchos creen que las personas que padecen este trastorno son insensibles, otros, que tienen poco o ningún interés en establecer relaciones sociales. Pero la realidad es muy distinta. Las personas con síndrome de Asperger luchan con la interacción social y enfrentan desafíos para comprender los pensamientos o sentimientos de los demás. Desde miResi te contamos qué es este trastorno, sus causas y síntomas y cómo afrontarlo en la vejez.

Si tu mayor padece el síndrome de Asperger y necesita apoyo adicional para desarrollar su rutina diaria con normalidad, en miResi te ayudamos. Contamos con un equipo profesional que estará encantado de escucharte y asesorarte para garantizarte la residencia o centro de día que mejor se adapte a sus necesidades. Si lo prefieres, también ofrecemos el servicio de cuidados a domicilio totalmente gratuito.

1. ¿Qué es el síndrome de Asperger?

El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista (TEA) que se caracteriza por la dificultad para entender las normas sociales y comunicarse con los demás, los comportamientos repetitivos y un interés restringido en áreas específicas. A diferencia de otros tipos de autismo, el cerebro de las personas con síndrome de Asperger tiene un nivel de desarrollo cognitivo y lingüístico normal o superior a la media.

Actualmente, no se han determinado las causas que originan los trastornos del espectro autista, aunque en casi la mitad de los casos diagnosticados existe un componente genético.

1.1. Síntomas

Los síntomas de este trastorno no se manifiestan de la misma manera en todas las personas que lo padecen, sino que varían y evolucionan con el paso de los años. No obstante, existen comportamientos comunes:

• Intereses restrictivos y repetitivos que se manifiestan con frases o expresiones repetitivas, como mover los dedos, balancearse o dar vueltas.
• Rutinas que tienden a seguir para reducir la confusión, sin disfrutar de la espontaneidad.
• Fijaciones inusuales e intensas con ciertos temas, como números o fechas, llegando incluso a la obsesión.
• Discurso formal, distinto o pedante, encontrando dificultades para comprender el lenguaje coloquial y el sarcasmo, así como la comunicación no verbal.
• Falta de límites que puede desprenderse de lo físico, sin ser conscientes de que el comportamiento puede llegar a ser intrusivo o inapropiado.
• Hipersensibilidad a los estímulos sensoriales, como la luz, el sonido o el tacto. Pueden ser muy sensibles a ciertos olores o texturas o no notar el dolor o la temperatura, por ejemplo.
• Aislamiento social que los lleva a parecer distantes y retraídos. Estas personas pueden tener complicaciones para entender los sentimientos de los demás y comunicarse.

Más allá de las dificultades, las personas con síndrome de Asperger experimentan grandes habilidades respecto a temas relacionados con la lógica y la memoria.

1.2. Detección

El síndrome de Asperger se diagnostica mediante una evaluación detallada de los síntomas y el comportamiento del afectado. Será un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o psicólogo, quien deba determinar si esa persona tiene dicho trastorno a través de la realización de pruebas psicológicas y cuestionarios para lograr una evaluación profunda del caso.

2. ¿Cómo afecta el síndrome de Asperger en la vejez?

Aunque a menudo se diagnostica en la infancia, el síndrome de Asperger no se identifica en algunas personas hasta la tercera edad. Con el envejecimiento, los mayores que padecen este trastorno pueden experimentar desafíos adicionales en su vida diaria. La comunicación e interacción social pueden volverse más difíciles a medida que disminuyen las oportunidades de interacción con el resto. Además, algunas personas que padecen este tipo de autismo también pueden desarrollar trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad o la depresión, lo que puede ser más común en la vejez.

¿Y cómo podemos ayudar a nuestros mayores? Debemos practicar la empatía y ponernos en su lugar para comprender cómo es superar el día a día con sus características. Debemos adaptarnos e interesarnos por aquello que les importa. Las personas con este trastorno ven el mundo de una forma completamente distinta.

3. ¿Existe tratamiento?

El síndrome de Asperger no es una enfermedad y no tiene cura. Solo la intervención de especialistas, el diagnóstico e intervención temprana pueden ayudar a mejorar notablemente. Por lo tanto, el objetivo del tratamiento se basa en maximizar las capacidades para el desarrollo, el aprendizaje y el desempeño social a través de determinadas terapias de comunicación y comportamiento que pueden ayudar en cada caso.

La terapia cognitivo-conductual puede ser muy útil para mejorar la autoestima y autoconcepto positivo en los adultos con este tipo de autismo. Consiste en ayudar a la persona a identificar sus pensamientos y comportamientos problemáticos y en enseñarle nuevas formas de pensar y actuar. Otros tratamientos, como la terapia ocupacional y la terapia de habla fomentan el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación.

Es necesario que los mayores con síndrome de Asperger tengan acceso a servicios de salud mental y atención médica que les permitan vivir de manera más independiente posible. Con el tratamiento y el apoyo adecuados, podrán llevar una vida plena y satisfactoria en la tercera edad.

Visibilizar y concienciar sobre este trastorno es imprescindible. Si bien las personas con síndrome de Asperger pueden tener dificultades en algunas áreas, lo cierto es que también cuentan con habilidades y talentos únicos que pueden contribuir de manera significativa a la sociedad.

En miResi contamos con un equipo especializado que estará encantado de ayudarte a encontrar la residencia o centro de día que mejor se adapte a las condiciones y necesidades de tu mayor. Escríbenos o llámanos y trataremos tu caso de forma personalizada y totalmente gratuita.💚

Fuentes:

• Medline: https://medlineplus.gov/spanish/