Patologías

Ictus en Ancianos

¿Estás buscando residencia de mayores especializada en ictus? ¿Sabes dónde buscar ayuda? ¿Sabes qué cuidados necesita tu familiar?

Hoy hablamos sobre el ictus en ancianos.

Todos, en algún momento, hemos escuchado hablar sobre el ictus, pero no solemos buscar información hasta que algún familiar cercano se ve afectado. Es por ello que no sabemos cómo empezar a buscar ayuda. En la vejez el riesgo de padecer un ictus es mucho mayor. Esto hace que el 85% de los casos se den en personas mayores. 

Pero, ¿sabes realmente qué es un ictus? Aquí te contamos todo sobre el ictus para que puedas identificar la enfermedad en tu familiar y buscar la ayuda necesaria.

1. ¿Qué es un ictus?

El ictus es una alteración repentina de la circulación de la sangre al cerebro. Es un término que engloba cualquier patología cerebrovascular aguda, como la obstrucción o rotura de un vaso sanguíneo. Comúnmente, el ictus también se denomina derrame cerebral, trombosis, embolia o apoplejía

En el ictus, el tiempo de respuesta es muy importante. Este puede afectar al cerebro y llegar a afectar a las funciones cognitivas, motoras y sensitivas. Es decir, la rapidez en la actuación cuando se detecta un ictus es muy importante, ya que determinará la recuperación de la persona afectada.

Actualmente, en España, más de 100.000 personas sufren casos de ictus, lo que muestra la gravedad de esta enfermedad en la población. Estos casos son más frecuentes entre los 65 y 85 años, afectando más a hombres que a mujeres. Además, debido al envejecimiento poblacional, se espera que para 2050 la población mayor de 65 años represente el 46% de la población mundial. Esto hace que casi la mitad pueda sufrir un accidente cerebrovascular. 

El ictus sea un gran problema para la sociedad actual. Es una enfermedad grave y uno de cada cinco casos es mortal. Además, la mitad de personas que sobreviven quedan con algún tipo de discapacidad grave. Por ello, es necesario informar a la población sobre los riesgos que conlleva, para poder mejorar la recuperación del ictus en ancianos.

Hombre mayor en silla de ruedas tras un ictus
Los ictus pueden traer consecuencias graves si no se actúa a tiempo

2. ¿Qué tipos de ictus hay?

También es importante conocer qué tipos de ictus existen para poder identificarlos y buscar el tratamiento más adecuado para ello. Existen dos tipos de ictus: ictus isquémico y el ictus hemorrágico.

2.1. Ictus isquémico

Este tipo representa casi el 85% de los casos, especialmente en las personas de la tercera edad. Se produce por una obstrucción de una arteria cerebral y como consecuencia la sangre no fluye bien al cerebro. Debido a este bajo flujo de sangre, se puede producir infartos cerebrales irreversibles. Las consecuencias de este ictus pueden ser muy catastróficas. Los síntomas son fáciles de identificar, ya que dejan a la persona afectada prácticamente incapacitada. 

Existen, a la vez, varios tipos de ictus isquémicos:

Embolia cerebral

En este caso el ictus lo causa un coágulo que se suele formar en el corazón.

Trombosis cerebral

Este tipo de ictus se debe a que una parte del cerebro es bloqueada por un coágulo de sangre, el trombo, y se forma en la pared de un vaso principal.

Ictus hemodinámico

Es el tipo de ictus isquémico más común. Debido al descenso de la presión sanguínea se pueden producir paradas cardíacas, arritmias o hipotensión arterial grave.

2.2. Ictus hemorrágico

Este ictus representa el 15% de los casos de ictus cerebrales. También se denomina hemorragia cerebral. Es producida por la rotura de una arteria que genera un derrame en el cerebro. Es debido a la hipertensión arterial que puede estar causado por diferentes factores como el consumo de alcohol, drogas, tabaco o el uso de fármacos anticoagulantes.

Además, existen dos tipos diferentes de hemorragias cerebrales:

Hemorragia intracerebral

Es el caso más frecuente y se debe a la rotura de una arteria cerebral, haciendo que la sangre presione y dañe el tejido, lo que daña todo el encéfalo.

Hemorragia subaracnoidea

Este tipo de embolia se conoce comúnmente como aneurisma arterial, y se produce cuando ésta se rompe. Las aneurismas son malformaciones en las paredes de las arterias, y se producen en la parte interna del cráneo.

Entender cuáles son los diferentes tipos de derrames cerebrales es muy importante para conocer cuáles son las consecuencias de un ictus en personas mayores.

3. ¿Cuáles son los síntomas de ictus en ancianos?

Reconocer los síntomas de ictus en personas mayores puede ser complicado. Los síntomas pueden confundirse con síntomas propios de la edad, los de otras patologías o demencias. No obstante, hay unas señales básicas que son fáciles de identificar y debemos de reaccionar de manera inmediata. 

Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), los signos de alerta ante un ictus son los siguientes:

3.1. Dolor de cabeza

Este dolor es agudo y no tiene una causa aparente.

3.2. Pérdida de visión completa o parcial

Puede darse en uno o ambos ojos.

3.3. Poca fuerza

De forma repentina se puede perder la fuerza de un lado del cuerpo, así como en el brazo o la pierna

3.4. Dificultad para hablar

También de forma repentina, dificulta el habla y cuesta ser entendidos por otra persona.

3.5. Pérdida de sensibilidad

Esta falta de sensibilidad se siente porque se produce una sensación de hormigueo en la cara, o en un lado determinado del cuerpo.

3.6. Sensación de vértigo

La persona pierde el equilibrio o se cae de forma injustificada.

Hombre mayor sufre dolor de cabeza causado por un ictus
El dolor de cabeza es un síntoma principal del ictus

Cuanto antes se identifique el derrame antes se podrá aplicar un tratamiento y reducir las secuelas en la recuperación. Para asegurarse que una persona de la tercera edad está sufriendo en ictus se pueden realizar las siguiente comprobaciones:

3.7. Hacerle sonreír

En la sonrisa hay muchos músculos implicados. Si la persona está sufriendo un ictus presentará gestos asimétricos.

3.8. Hacerle hablar

Si se está produciendo una embolia, una de las maneras de asegurarse es hacerle hablar. En caso de que no pueda, o presente dificultades, es casi seguro que esté sufriendo un ictus.

3.9. Hacerle levantar los brazos

Si el anciano está sufriendo una trombosis, una de las mejores maneras de saberlo es hacerle levantar las extremidades superiores. En caso de que no pueda o no sienta fuerzas puede estar padeciendo una apoplejía.

4. ¿Qué hacer ante un ictus cerebral en ancianos?

Ante cualquiera de estos síntomas, es de vital importancia llamar a emergencias (112) o acudir a un centro de salud de manera inmediata. Cada minuto que pasa es crítico y puede afectar a la recuperación, dejando algún tipo de secuela.

Mientras que se está esperando a que lleguen los servicios médicos de emergencias, hay que tratar de mantener la calma y controlar la situación. Hay que asegurarse que el mayor esté cómodo y no presente dificultades para respirar. También es importante sentarle o tumbarle para que no pueda tropezar y hacerse más daño. Además, no se le debe dar ningún tipo de comida o bebida que pueda producir ahogo o asfixia. 

Presentar algún tipo de estos síntomas no quiere decir que necesariamente se esté sufriendo un ictus, no obstante sí que es necesario actuar con rapidez.

5. ¿Existe tratamiento para el derrame cerebral?

El tratamiento del ictus en ancianos puede ser diferente en cada caso, dependiendo del tipo de derrame que esté sufriendo el mayor. De esta manera existen dos tratamientos principales

5.1. Tratamiento para ictus isquémico

En caso de haber sufrido un ictus isquémico, se aplica un tratamiento revascularizador. Por un lado, se puede aplicar la trombolisis endovenosa, que consiste en administrar una medicación farmacológica que disuelve el trombo. Por otro lado, puede aplicarse la trombectomía mecánica, que consiste en introducir un catéter para llegar a la arteria cerebral obstruida y descongestionarla. 

5.2. Tratamiento para ictus hemorrágico

En caso del ictus hemorrágico, se pueden aplicar también varias técnicas. Si está sufriendo un aneurisma, se puede realizar una colocación de unos alambre o pinzas mediante cirugía. Esto evita que pueda volver a sangrar. En caso de que el sangrado se produzca cerca de la superficie del cerebro, se puede evacuar la sangre o reparar el vaso sanguíneo dañado.

Éstas son los tratamientos del ictus en ancianos. Sin embargo, puede variar dependiendo del centro sanitario y del estado de la persona afectada, pudiendo implicar otro tipo de asistencias, como neurológica o psicológica.

6. ¿Cómo es la rehabilitación del ictus?

La recuperación de ictus en ancianos es un proceso largo, y puede ser complicado en algunos casos. Si se ha actuado con tiempo es posible lograr un estado como el del previo al ictus, pero en numerosas ocasiones quedan varias secuelas

Las principales secuelas que puede dejar un ictus en gente mayor son:

6.1. Parálisis

Normalmente, después de haber sufrido un ictus es posible que alguna de las partes afectadas queden paralizadas o con dificultades de movilidad. La zona que se paraliza siempre es el lado contrario al que se ha producido el ictus.

6.2. Deterioro cognitivo

El ictus puede afectar a la memoria, a la comprensión, al razonamiento y a las capacidades cognitivas del mayor. Es conveniente estar pendiente de las facultades y de cualquier signo de deterioro cognitivo.

6.3. Dificultad en el habla

Los ancianos que han sufrido un ictus normalmente tardan en recuperar sus capacidades para hablar. Además, presentan dificultades para expresarse así como para comprender a los demás.

6.4. Inestabilidad emocional

Después de sufrir un derrame es posible experimentar ciertas patologías mentales y emocionales como la tristeza, la ansiedad o la depresión. Todas ellas se pueden tratar con diferentes terapias y tratamientos.

6.5. Capacidad sensorial

La capacidad multisensorial del afectado también se puede ver alterado por el ictus, perdiendo algunas facultades que con terapias se pueden llegar a recuperar.

Los mayores que han sufrido un ictus cerebral deben recibir terapias de rehabilitación por parte de profesionales para revertir las secuelas y mejorar la autonomía personal. Esta rehabilitación debe ser multidisciplinar y personalizada. Es decir, el equipo de profesionales de la salud debe trabajar en conjunto para mejorar las capacidades perdidas del paciente y conseguir retomar su independencia y autonomía.

Para trabajar la rehabilitación del ictus se pueden aplicar diferentes tipos de terapias. Éstas pueden alternarse, aplicarse simultáneamente o probar qué resultados tienen en el paciente: 

6.6. Terapia física

Para recuperar las capacidades físicas como ponerse en pie, andar o mantenerse en pie.

6.7. Logopedia

Para recuperar las capacidades del lenguaje, como la imposibilidad de entender o vocalizar, así como los casos de mutismo absoluto, donde el mayor pierde la capacidad total de hablar.

6.7. Terapia ocupacional

La terapia ocupacional tiene la intención de recuperar las capacidades sociales del mayor, así como la readaptación al entorno y a las actividades de la vida diaria.

Anciana recibiendo rehabilitación física tras un ictus
La rehabilitación física es una de las terapias que ayudan a la recuperación del ictus

7. ¿Se puede prevenir un ictus?

La mejor forma de prevenir un ictus en ancianos es a través de la prevención. Hay causas o factores naturales que pueden influir en la aparición de un ictus. La edad es uno de los factores principales. Como veíamos al principio del artículo, el 85% de los casos se dan en las personas de más de 65 años. Asimismo, las mujeres tienen más probabilidad de sufrir un ictus, del mismo modo que si ha habido casos anteriormente en la familia, las probabilidades aumentan.

Sin embargo, hay otros factores que influyen de manera directa en la posibilidad de sufrir un ictus y que se pueden prevenir con unos hábitos de vida saludables

7.1. Dieta equilibrada

Para que el cuerpo se mantenga saludable, es necesario mantener una dieta variada y equilibrada. Además, se debe evitar el consumo de alimentos con mucho colesterol, evitando la aparición de problemas como la obesidad que favorecen la aparición del ictus. 

7.2. Practicar ejercicio diario

Junto con una dieta variada y equilibrada, el ejercicio diario ayuda a prevenir el ictus. El sedentarismo genera muchos problemas que luego pueden inducir al ictus.

7.3. Consumo responsable de alcohol

Consumir alcohol de manera responsable es muy importante para prevenir el ictus así como evitar recaídas.

7.4. Evitar fumar

Tanto el consumo de tabaco como de drogas hace que las posibilidades de sufrir un ictus aumenten. También ven incrementadas las posibilidades de sufrir un ictus las personas que se exponen al humo de forma pasiva.

Pareja de ancianos cocina con alimentos saludables
Llevar una vida saludable ayuda a prevenir el ictus

En definitiva, llevar una vida saludable hace que el riesgo de sufrir un derrame cerebral disminuya, pudiendo alargar la calidad de vida, haciendo que el mayor goce de una salud plena.

8. Entonces… ¿Qué hacer cuando un familiar sufre un ictus?

Después de entender cómo es un ictus y de qué manera se puede identificar, es más sencillo saber qué tipo de ayuda estamos buscando para nuestro mayor. 

La ayuda que busquemos va a depender de las secuelas que haya dejado el ictus y de la rapidez en la que el mayor se recupere. Habrá casos donde el ancianos recupere todas sus capacidades y casos donde el ictus deje graves secuelas. 

Hay casos en los que el anciano necesita cuidados especiales, porque no puede realizar las tareas de la vida cotidiana y tiene algún grado de dependencia. En este caso las familias tienen que plantearse las diferentes opciones y ayudas a las que pueden acudir, con el objetivo de proporcionar los mejores cuidados al mayor.

Las diferentes posibilidades que tiene una familia para ofrecer cuidados a su mayor tras un ictus son: 

8.1. Cuidados en casa no profesionales

Si el mayor no presenta muchas secuelas ni complicaciones, quizás una de las opciones que te interese sea cuidarle en casa. Para ello, hay que asumir el rol de cuidador y ayudar al mayor en todo lo que pueda necesitar para ayudarle a realizar las actividades de la vida diaria. Existe un tipo de ayuda a la dependencia, llamada Prestación económica para cuidados en el entorno familiar (PECEF), que ayuda a sufragar los gastos que estos cuidados familiares pueden generar.

8.2. Cuidados en casa profesionales

Otra opción es que el mayor se quede en casa, pero contratar ayuda profesional especializada. El servicio de ayuda a domicilio tiene el objetivo de mantener y promover la independencia de las personas mayores, así como su autonomía personal. Para ello, existe también una ayuda a la dependencia, llamada Prestación económica de asistencia personal (PEAP). Ésta tiene el objetivo de ayudar a pagar los gastos de contratación de un profesional que brinde cuidados en el hogar de la persona mayor.

8.3. Residencias de ancianos especializadas en ictus

Una de las mejores opciones para brindar cuidados de calidad que aseguren una buena calidad de vida es buscar una residencia de mayores especializada en el tratamiento del ictus. Esta opción está orientada a los mayores que hayan quedado con secuelas graves y necesiten un equipamiento y tratamiento especializado, así como atención 24h. En miResi puedes encontrar las mejores residencias dedicadas al tratamiento del ictus. Asimismo, existe una ayuda pública de la dependencia, llamada Prestación económica vinculada al servicio (PEVS). Esta ayuda a sufragar los gastos de una residencia privada de ancianos que brinde estos servicios.


Fuentes

Sociedad Española de Neurología

www.sen.es

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Paula Méndez
Creadora de contenidos y documentalista especializada en el sector de la tercera edad y los cuidados. Apasionada de contar historias que involucren relaciones humanas. Especialista en SEO y marketing de contenidos. Actualmente SEO & Content Manager en miResi.
Sobre el autor

Creadora de contenidos y documentalista especializada en el sector de la tercera edad y los cuidados. Apasionada de contar historias que involucren relaciones humanas. Especialista en SEO y marketing de contenidos. Actualmente SEO & Content Manager en miResi.
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