Residencias para Ictus cerca de ti
Destacado
Segovia
Residencia Aprende a vivir Ortigosa
Destacado
Madrid
Residencia Geriátrica Virgen de la Caridad del Cobre
Destacado
Madrid
Residencia Mataelpino
¡Quedan pocas plazas!
Destacado
Burgos
Residencia Nuestra Señora del Carmen
¡Quedan pocas plazas!
Destacado
Madrid
Fundación Santísima Virgen y San Celedonio
¡Quedan pocas plazas!
Destacado
Valladolid
Residencia Pilar
¡Quedan pocas plazas!
Destacado
Albacete
Residencia Santo Cristo Del Sahúco
Córdoba
Bouco Córdoba Augusta
Pontevedra
Bouco Pontevedra
¿Qué es un ictus?
Ictus es un término que engloba cualquier patología cerebrovascular aguda, como la brusca obstrucción o rotura de un vaso sanguíneo en el cerebro. Es decir, engloba términos médicos más específicos como la trombosis, embolia, derrame cerebral o apoplejía. Se distinguen distintos tipos de ictus, dependiendo de si se trata de la obstrucción (ictus isquémico) o rotura (ictus hemorrágico) de una arteria en el cerebro.
¿Cuál es su sintomatología?
Los síntomas de un ictus al contrario que los de un infarto, son desconocidos por la mayoría de las personas. Por ello, es importante conocer bien estos síntomas para ser capaces de actuar lo más rápido posible ante su aparición. Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- La pérdida de fuerza en la cara, brazo o pierna de una mitad del cuerpo.
- La alteración de la sensibilidad, provocando una sensación de hormigueo en cara, brazo o pierna de una mitad del cuerpo.
- La repentina dificultad para hablar o entender lo que le dicen.
- Dolor de cabeza intenso
- Sensación repentina de inestabilidad o desequilibrio.
Ante la aparición de uno o varios síntomas, aunque sea solo de manera transitoria, es muy importante acudir al hospital lo más rápido posible, ya que, algunos tratamientos solo se pueden realizar en las primeras horas tras la manifestación de los síntomas.
¿Qué tipos de ictus existen?
Existen dos grandes categorías de ictus, dentro de las cuales se distinguen varias tipologías. Los ictus hemorrágicos tienen lugar cuando uno o varios vasos sanguíneos se rompen, asfixiando el tejido cerebral y aplicando presión dentro del cráneo. Dentro de esta categoría se distinguen los ictus por traumatismo craneoencefálico, aneurisma o MAV. La otra gran categoría son los ictus isquémicos, también conocidos como infarto cerebral, en el cual una de las arterias cerebrales queda obstruida y, como consecuencia, no fluye correctamente la sangre al cerebro. Dentro de la categoría de ictus isquémicos se encuentran los ictus por embolia cerebral, por trombosis cerebral, por accidente isquémico transitorio y los ictus hemodinámico y lacunar.
¿Es un ictus mortal?
El ictus es una enfermedad grave. En uno de cada cinco casos es mortal y casi la mitad de las personas que sobreviven quedan con una discapacidad grave. En España, casi 30.000 personas mueren al año a raíz de esta enfermedad.
¿Es posible prevenir los ictus?
No se puede asegurar la prevención de un ictus, pero sí hay una serie de consejos que se pueden seguir para minimizar el riesgo de sufrirlo:
- Tener una alimentación variada y saludable, con un bajo contenido de grasas y sal.
- Hacer ejercicio físico con regularidad.
- Vigilar el peso, la presión arterial y cuidar los niveles de colesterol y azúcar en sangre.
- No fumar.
- Minimizar el consumo de alcohol.
Si ya se ha sufrido un ictus con anterioridad, hay que sumarle a las medidas ya mencionadas, la toma diaria de la medicación prescrita y el control médico periódico.
¿Son los ictus más comunes en hombres o en mujeres?
En España, los ictus son la mayor causa de muerte de las mujeres. El 20% de las mujeres sufren un accidente cerebrovascular a lo largo de su vida. Al año, 16.000 mujeres y 12.000 hombres fallecen a causa de esto.
Los principales motivos por los que más mujeres fallecen a causa de accidentes cerebrovasculares es porque tienen una mayor sensibilidad biológica al daño cerebral, porque estadísticamente son menos proclives a acudir al hospital y porque sufren más estrés.
¿Qué causa esta enfermedad?
Se denomina ictus al accidente cerebrovascular causado por la rotura u obstrucción de un vaso sanguíneo cerebral. Se distinguen los siguientes factores de riesgo que pueden causar la enfermedad:
- Tener alta la presión sanguínea: Este es el mayor factor de riesgo en relación a los ictus. Alrededor del 70% de los ictus surgen a raíz de una alta presión arterial
- Edad: Las personas de mayor edad tienen un riesgo mayor de sufrir un ictus. A partir de los 55 años el riesgo de sufrir un ictus se duplica cada 10 años.
- Herencia familiar: Si un familiar ascendiente lo ha sufrido aumenta el riesgo de padecer la enfermedad.
- Haber sufrido un ictus con anterioridad: Una vez se ha sufrido un ictus, se aumenta considerablemente el riesgo de repetirse en el futuro.
- Ser fumador: Los componentes del tabaco dañan el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo.
- Presentar una enfermedad cardíaca: Un corazón débil incrementa el riesgo de sufrir un ictus.
Existen muchos más factores de riesgo, como el consumo de drogas o alcohol, sufrir ataques isquémicos transitorios o tener el contador de glóbulos rojos alto; sin embargo, las descritas anteriormente son los más comunes detonantes de la enfermedad.
¿Se dispone de tratamiento para los ictus?
Los tratamientos existentes tienen como objetivo preservar la vida de la persona y sus funciones cerebrales. Estos tratamientos deben administrarse menos de 5 horas tras la aparición de los síntomas para maximizar su eficacia. Dentro de las posibles opciones de tratamiento existen:
- La fibrinolisis endovenosa, que se trata de suministrar un fármaco con el objetivo de disolver el trombo cerebral. Este tratamiento se utiliza únicamente en el caso de los ictus isquémicos.
- La fibrinolisis intraarterial, es una opción secundaria que se realiza en caso de haber fallado la anterior opción o haber transcurrido más de 5 horas.
Una vez concluida la fase aguda, se debe realizar un tratamiento rehabilitador específico para cada paciente en el que se pueden trabajar funciones afectadas como el habla, la movilidad, etc. Dependiendo de la gravedad de las secuelas, este proceso puede prolongarse semana, meses o indefinidamente.
¿Es hereditario el ictus?
Tener hermanos que han sufrido un ictus con anterioridad eleva en un 60% el riesgo de padecer un ictus en el futuro. Erik Ingelsson, profesor de epidemiología cardiovascular, afirma que los médicos deben estar atentos a los familiares con ictus del paciente, ya que, tener padres o hermanos que hayan sufrido un ictus, incrementa las posibilidades de padecerlo.
¿Existen ejercicios para disminuir el efecto de la enfermedad?
El ictus es una enfermedad de alta gravedad que en casi la mitad de los casos deja a sus supervivientes con discapacidades graves. Por tanto, es necesario recibir rehabilitación para recuperar movilidad en una o varias extremidades y para recuperar el habla en ciertos casos. Debido a que existen muchas tipologías de ictus y que a cada paciente le afecta de una manera distinta, es necesario realizar terapias individualizadas para maximizar la capacidad de recuperación.
¿Se puede fumar y beber habiendo sufrido un ictus?
No. Tanto el consumo de alcohol, como el de tabaco, son, por sí solos, factores de riesgo que aumentan las posibilidades de sufrir un ictus. Esto, sumado a que cuando una persona ya ha sufrido un ictus, es más propenso a volver a sufrirlo, hacen que sea completamente desaconsejable su consumo.
¿Puede volver a conducir una persona que ha sufrido un ictus?
Dependerá de la gravedad de las secuelas. En la mitad de los casos, los sobrevivientes a un ictus quedan con discapacidades graves que imposibilitan la conducción. En los casos en los que el paciente se recupera correctamente y tiene la movilidad suficiente, deberá volver a pasar una evaluación médica de conductores en un centro de reconocimiento autorizado. Si en el centro estiman que está capacitado para la conducción, entonces podrá conducir con toda normalidad.
¿Dónde estará mejor un enfermo de ictus: en casa o en una residencia?
Una vez se ha superado la fase aguda de la enfermedad, es posible el cuidado del paciente en el domicilio. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del caso, es posible que el enfermo requiera de equipamiento especializado o de atención 24 horas por un profesional. En estos casos, es preferible que el paciente se encuentre en un centro especializado donde vaya a recibir la mejor atención y los mejores cuidados posibles hasta su recuperación.
¿Quieres saber más sobre Ictus?
Disponemos de una guía completa que te ayudará a comprender mejor esta patología.
Ver guía completa de Ictus