Las personas encuentran en el matrimonio a la persona con la que pasar el resto de su vida. Se trata de afrontar los retos de la vida junto a un compañer@, su mejor aliad@, confidente y apoyo. Cuando se llega a la tercera edad, muchas parejas deben enfrentar un nuevo capítulo en la vida en el que surgen distintas complicaciones como son el deterioro físico y cognitivo que poco a poco les va afectando. A lo que se suma que cada persona tiene sus ritmos y patologías particulares por lo que cada miembro de la pareja se enfrenta a retos distintos. Por ello, cuando los mayores se hacen cada vez más dependientes se hacen la gran pregunta: ¿Pueden ingresar matrimonios en residencias de ancianos?
Cuando un ser querido empieza a no valerse por sí mismo, es normal que sus allegados comiencen a pensar en ofrecerle cuidados asistenciales fuera del hogar, como por ejemplo en una residencia.
Las residencias de mayores juegan un papel muy importante en nuestra sociedad. Se encargan de cuidar a muchos de nuestros mayores para que puedan tener los servicios y calidad de vida que aseguran su bienestar. Además, en estos centros se busca fomentar y trabajar por preservar la autonomía en independencia de sus residentes a través de los distintos programas y actividades diseñadas para tal fin por la terapia ocupacional, fisioterapeutas y demás profesionales encargados.
Encontrar la residencia de mayores ideal para nuestros familiares puede ser un proceso complejo y que requiere tiempo, y más aún si se trata de encontrar plazas para un matrimonio, cuyas partes tienen necesidades y gustos distintos. Sin embargo cada vez son más las opciones que se ofrecen para que los matrimonios puedan estar juntos –y muy a gusto– durante esta etapa de la vida.
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¿Es común ver matrimonios en residencias de ancianos?
Cuando se vive en pareja, embarcarse en un cambio de hogar durante la tercera edad, es algo que se desea hacer en compañía. Comenzar en un nuevo lugar se hace más sencillo y ameno junto a esa persona que nos ha acompañado en lo bueno y en lo malo.
Los centros residenciales de la tercera edad lo comprenden y aceptan perfectamente. Es por ello que permiten ingresar matrimonios en residencias de ancianos y muchos de ellos tienen habitaciones adaptadas para ellos. Es importante destacar esta información cuando se está en la búsqueda de una residencia, pues algunas de ellas admiten únicamente a mujeres o solamente a hombres, por lo que la opción a elegir debe estar acorde a las necesidades de la pareja.
¿Puede un matrimonio dormir en una misma habitación?
Existen residencias con habitaciones dobles, tanto con camas separadas como con camas de matrimonio. Cuando la salud de uno de los dos se ve fuertemente deteriorada, y precisa de cuidados constantes, es posible que pase a dormir en una habitación separada en un módulo de atención asistencial continuada. Ello no significa que su pareja no pueda visitarlo o pasar el resto del día a su lado. Sin embargo es fundamental destacar que cada residencia tiene su política de convivencia, por lo que ciertos detalles pueden variar de una a otra.
Por otro lado, cuando ambos mayores pueden valerse por sí mismos, una opción a estudiar son los apartamentos residenciales para mayores. Esta opción puede ofrecer mayor privacidad mientras cuentan con muchos de los servicios y ventajas de vivir en una residencia. De esta manera se preserva una rutina más similar a la que se tenía antes de la mudanza a la vez que se asegura su bienestar y asistencia sociosanitaria.
¿Qué pasa si mi marido/mujer ingresa en una residencia y yo no?
Cuando un matrimonio se separa porque uno de sus integrantes ingresa en una residencia de mayores, no se debe temer por la pérdida de contacto. Numerosos centros residenciales de mayores tienen un horario de visitas flexible, que permite pasar mucho tiempo con el residente.
Además en el caso de que uno de los dos entre a posteriori, se puede informar al centro para encontrar una habitación doble donde compartir estancia. Esta situación puede darse siempre que uno de los dos no necesite de cuidados especiales para atender alguna enfermedad avanzada o que requiera de cuidados especiales.
Otra fórmula para los matrimonios en residencias de mayores, es aquella en la que, mientras que uno duerme en la residencia, el otro pasa la jornada en el centro de día de la misma institución. En la mayoría de casos ambos integrantes podrán convivir en el mismo espacio.
La tercera edad presenta nuevos retos para quienes se encuentran en esta etapa de la vida. Cuando un matrimonio necesita la ayuda de terceros para realizar las tareas básicas del día a día las residencias de mayores o las viviendas tuteladas pueden ser una excelente alternativa para contar con un servicio asistencial completo, personalizado y de calidad. Quienes trabajan en ellas saben que el amor y respeto por el mayor son las principales herramientas para asegurar su bienestar.
Porque en realidad hay que tener una red de cuidados y dar cariño y amor a todos estos mayores que tantos años llevan conviviendo y convertir ese nuevo sitio en un hogar los más confortable posible.