Pasada la edad adulta todos comenzamos un proceso natural y biológico llamado envejecimiento. Es un proceso natural por el que todos deberíamos querer pasar pero con un punto diferencial que es el, cómo. Una de las mejores ayudas para envejecer es el ejercicio físico. Hoy os contamos cuales son los beneficios del ejercicio físico durante el envejecimiento.
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1. ¿Qué es el envejecimiento?
En este proceso comienzan a producirse pequeños desajustes en nuestro sistema que pueden producir la aparición de diferentes disfuncionalidades, problemas y patologías. No nos afectaba igual una enfermedad, un trastorno o cualquier factor externo cuando éramos jóvenes, que ahora que somos adultos o ancianos.
Nuestro sistema inmune responde de manera muy diferente, en la inmensa mayoría de forma deficiente, a los estímulos y estresores externos. Ese proceso de desadaptación se conoce como carga alostática, que significa que no tenemos la capacidad de recuperarnos al cien por cien tras sufrir cualquier desequilibrio en nuestro sistema, como puede ser un simple catarro o una caída.
2. ¿Por qué se produce ese desequilibrio?
A nivel fisiológico nuestro cuerpo va perdiendo las capacidades de respuesta ya que nuestras células tienen menos facilidad para luchar contra esos desequilibrios, de ahí que tengamos mayor predisposición a sufrir diferentes enfermedades y problemas de salud.
Si comparamos nuestro cuerpo con un edificio antiguo, imaginad que las paredes, el techo, el suelo, las ventanas y todo el mobiliario de este edificio se está deteriorando por el paso de los años, porque no se ha cuidado bien, no se han hecho todos los mantenimientos, o simplemente la calidad de los materiales no era la mejor. De esa forma es mucho más fácil que aparezcan goteras, humedades, grietas y por lo tanto la salud del edificio será peor.
En el cuerpo humano este proceso de envejecimiento y desajuste, suele venir de la mano de la aparición de numerosas enfermedades de tipo metabólico (diabetes, obesidad, hiperlipidemias, síndrome metabólico), psicológicas (depresión y ansiedad), pulmonares (EPOC, asma bronquial), cardiovasculares (hipertensión, ateroesclerosis, infarto de miocardio), neurodegenerativas (Alzheimer, demencia, Párkinson, esclerosis múltiple), desórdenes musculoesqueléticos (osteoporosis, sarcopenia, artritis reumatoide, osteoartritis), y otras enfermedades como son el cáncer y la fibromialgia.
3. Diferencias entre Actividad Física y Ejercicio Físico
Uno de los principales pilares para combatir y poner remedio a este proceso es e ejercicio y la actividad física, dos términos que se utilizan de forma similar pero que difieren en varios aspectos clave:
- La actividad física consiste en todas aquellas tareas o actividades que realizamos en nuestro día a día, y que implican movimiento pero que no están pautadas y estructuradas. Por ejemplo: andar, hacer la compra, desplazarnos al trabajo andando, montar en bicicleta, o subir las escaleras en vez de coger el ascensor.
- El ejercicio físico engloba aquellas tareas que realizamos de forma pautada y con intencionalidad, como puede ser nadar durante treinta minutos, acudir al gimnasio para hacer nuestra rutina de entrenamiento, o practicar ejercicios en casa con el teléfono o la televisión. Son actividades que persiguen un objetivo concreto y tienen un inicio y final marcados.
4. 3 Beneficios del Ejercicio Físico
Dentro del ejercicio físico tenemos que diferenciar diferentes tipos: ejercicio de resistencia, ejercicio de fuerza y ejercicio de movilidad. Partiendo de que las organizaciones médicas y científicas mundiales dictan combinarlos todos, cada uno de ellos destaca por tener diferentes beneficios sobre la salud de los ancianos:
- Resistencia: Producirá mejoras principalmente en nuestro sistema cardiovascular y cardiorrespiratorio, aumentando así nuestra capacidad para transportar el oxígeno desde los pulmones a través del corazón y de ahí a nuestros músculos. Esto nos llevará a que nos fatiguemos menos al caminar o subir escaleras.
- Fuerza: Mejorará el estado de nuestra masa muscular, lo que se traducirá en una mayor capacidad para generar fuerza, siendo con ello menos frágiles y más funcionales.
- Movilidad: Busca recuperar o frenar el deterioro de la capacidad de movimiento de nuestras articulaciones cuando lo sumamos al ejercicio de fuerza.
Combinando todos ellos conseguiremos aprovecharnos de todos los beneficios del ejercicio físico y con ello disfrutar aún más del proceso de envejecimiento.
Son múltiples los beneficios del ejercicio físico y quienes lo practican suelen tener mejor salud que los que no. Sin embargo, muchos ancianos no pueden realizar estas actividades en casa debido a su grado de dependencia. Si ves que tu ser querido empeora con el tiempo, lo mejor será contactar con profesionales del cuidado del mayor.
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