Se utiliza el término edadismo para referirse a la discriminación de una persona por su edad. Por desgracia, este fenómeno está muy extendido hacia las personas mayores. Tanto a nivel social como económico, existe un rechazo generalizado hacia la vejez.
En miResi apostamos por la inclusión de las personas mayores y por garantizar su bienestar. Actitudes como el edadismo son una lacra en nuestra sociedad que impiden el progreso y limitan los derechos de una parte muy importante de la población: las personas mayores.
Contenidos
1. ¿Qué es el edadismo?
El edadismo constituye una amenaza social para las personas mayores. Este problema viene arrastrándose desde hace demasiado tiempo. Ya en 1968 Robert Butler, psiquiatra y gerontólogo, acuñó el término edadismo para referirse a la discriminación sufrida por las personas mayores respecto a su edad.
El término edadismo hace referencia a otro tipo de discriminaciones y discursos de odio como el sexismo o el racismo, por motivos de género o identidad racial respectivamente. Para algunas personas puede parecer que el edadismo no es un problema tan serio ni extendido como otras formas de exclusión social, pero aquí estamos para instruir sobre esta lacra de la que no se habla lo suficiente.
Cabe destacar que Robert Butler, quien acuñó el término de edadismo, sabía de lo que hablaba. Fundó y lideró el Instituto Nacional de Envejecimiento y ganó el premio Pulitzer con su libro sobre la vejez «Why survive? Being old in America «(¿Por qué sobrevivir? Hacerse mayor en Estados Unidos). Repasando su carrera profesional y dedicación a la vejez, podemos sacar en claro que Robert Butler no era ningún tonto. Sabía de lo que hablaba e identificó un problema social creciente en nuestra sociedad.
2. ¿Qué sentido hay detrás del edadismo?
El edadismo, al igual que el racismo, se trata de un problema fundado en el odio. Sin embargo, detrás de estas ideas y conductas discriminatorias, hay una explicación psicológica y social, sin dejar de ser irracional y reprobable.
Por ejemplo, el racismo está basado en un odio descabellado pero con un sentido. El miedo a lo diferente, el sentimiento exacerbado de identidad racial o nacional que lleva al odio hacia lo ajeno, la tradición arraigada de que una cultura debe dominar a las otras que se lleva perpetuando desde el imperialismo, el colonialismo y mucho antes. La causa de este odio es multifactorial. Una discriminación basada en conceptos psicológicos y sociales erróneos, que nos hacen retroceder en lugar de avanzar. Lo mismo ocurre en el caso del edadismo.
El edadismo ocurre en parte por la dificultad de asumir nuestra propia mortalidad. Existe en nuestra sociedad la mala costumbre de apartar a las personas mayores, a los enfermos y a los muertos. Desde la estructura económica se percibe a las personas mayores como carentes de valor, ya que han dejado de producir y trabajar, en vez de identificarlos como lo que son: personas. Individuos que ya han aportado más que suficiente a nuestra sociedad y que merecen recibir reconocimiento y respeto.
Atrás ha quedado el tiempo en el que se incluía a las personas mayores como miembros activos de la sociedad. Antaño se les apreciaba y admiraba por su sabiduría, se les pedía consejo y escuchaba por su experiencia. Nada más lejos de la situación actual.
El edadismo se basa en una percepción equivocada y nociva de las personas mayores. Se perpetúan estereotipos dañinos sobre los mayores. Se estigmatiza la vejez, en el fondo, porque las personas jóvenes y de mediana edad la temen. Discriminan el envejecimiento y la dependencia como un mal indeseable en vez de asumir la realidad. Todos envejecemos y cuando llegue el momento querremos apoyo y no rechazo. Hacerse mayor es parte de la vida y debería verse como una etapa necesaria en vez de como un problema.
Los prejuicios hacia las personas mayores por desgracia están más arraigados en nuestra sociedad de lo que pensamos. Desde las actitudes más evidentes, como medidas sociales y económicas, hasta otras más sutiles. Por ejemplo, la representación en medios audiovisuales. Muchas veces en series y películas vemos una proporción poco realista de gente joven y de mediana edad, pero pocas personas mayores. También es común que a los ancianos se les represente de manera despectiva, en ocasiones de forma ridícula o como alivio cómico.
Son muchas las maneras en las que se presenta el edadismo, y también deben ser muchas las maneras de combatirlo. Ofrecer a las personas mayores el respeto, la dignidad y la inclusión que merecen es una necesidad social.
3. ¿Cómo afecta el edadismo a las personas mayores?
El edadismo tiene un impacto muy negativo en las personas mayores a distintos niveles. Los efectos del edadismo se traducen en daños sociales, económicos y de salud mental y física. El Ministerio de Sanidad ha comprobado como la discriminación por edad produce estrés cardiovascular en las personas mayores, llegando a reducir su esperanza de vida hasta 7.5 años.
Los efectos del edadismo reducen literalmente la vida de las personas mayores. También dañan su calidad de vida. El acceso de las personas mayores al mundo laboral está mucho más limitado por la falsa creencia de que no son válidos para desempeñar un empleo. Esto se encuentra muy ligado al capacitismo, la discriminación por motivos de diversidad funcional o discapacidad.
El edadismo también limita a las personas mayores a la hora de adaptarse al mundo que les rodea. Las nuevas tecnologías no están pensadas para adaptar su uso a las personas mayores, generando la llamada brecha digital. Esta exclusión hace que las personas mayores no puedan acceder a determinados servicios, como la atención o la información, que les serían sumamente beneficiosos.
Otra consecuencia del edadismo es su impacto mental y social en las personas mayores. El edadismo no solo nace de la población joven, también está integrado en la tercera edad. Es común que las personas mayores se perciban a sí mismas como una carga para su entorno y tiendan a aislarse. Esto ocasiona un daño grave en la autoestima de las personas mayores. Además, perjudica su estado de salud en general, ya que aislados de los suyos no pueden recibir los cuidados que necesitan y que podrían ofrecerles sus seres queridos o el personal de las residencias para mayores.
El edadismo perjudica hasta las áreas más insospechadas de la vida de las personas mayores. Los prejuicios relacionados con la edad han calado hondo hasta la parte más íntima de los ancianos: la sexualidad. Existe la falsa creencia de que las personas mayores no pueden practicar ni disfrutar del sexo. Se les tiende a percibir como rígidos, enfermos, seniles o incluso asexuados. Se descarta que las personas mayores puedan tener sexo y cuando lo tienen es visto como una anomalía. Mucho queda por hacer para vencer los prejuicios y tabús de la sexualidad en la tercera edad.
Como ya hemos visto y deberíamos saber, las personas mayores son por encima de todo, personas. También tienen necesidades de conexión física y afectiva. Al igual que nosotros, también desean sentirse valorados y validados. Tienen necesidad de ser incluidos en la sociedad, aceptados por cómo son y apoyados cuando sea necesario.
4. ¿Cómo podemos hacer frente al edadismo?
El edadismo es un mal integrado en la sociedad y basado en prejuicios. Para combatirlo es necesario un esfuerzo colectivo por desmontar esos mismos prejuicios. El edadismo, al igual que otras formas de discriminación como el sexismo o el racismo, se hace fuerte mediante ideas falsas que se extienden de forma nociva. Es nuestro deber el desmentir estos prejuicios si queremos alcanzar una sociedad justa e igualitaria con todos.
Los discursos de odio atentan directamente contra los derechos humanos. Las propias Naciones Unidas recogen en el Artículo 2 de la Declaración de Derechos Humanos:
Para hablar del edadismo hacemos hincapié en “cualquier otra condición”, que hace referencia a motivos de discriminación no mencionados explícitamente, como puede ser la discriminación por edad.
Con el fin de vencer el edadismo, es necesario combatir los prejuicios sobre las personas mayores con una dosis de realidad. Disipar estas ideas falsas con el conocimiento y la comprensión de las personas mayores, su situación real y sus necesidades.
El primer paso para avanzar en esta materia tiene que partir del individuo hasta englobar lo colectivo. Porque no basta con revisar nuestros prejuicios individuales y corregir nuestras actitudes dañinas. También es necesaria la actuación de organismos oficiales, públicos y privados.
Para trabajar en la inclusión de las personas mayores, todos necesitamos arrimar el hombro, ya que es un problema que nos afecta a todos. Y todavía nos afectará más, tarde o temprano, ya que todos acabaremos siendo personas mayores.
Es necesario el apoyo de organismos oficiales para conseguir estos objetivos. La administración pública debe implementar esfuerzos para incluir a las personas mayores. Será especialmente importante su presencia en la toma de decisiones, sobre todo en aspectos que les afectan directamente.
Si no se da desde el plano ejecutivo, por lo menos deberían ser incluidos en el popular. Consultar su opinión es necesario para tener sus necesidades en cuenta y construir un proyecto común que les incluya. Las personas mayores son una parte importante de la sociedad y debemos actuar en consecuencia.
5. Consejos para evitar el edadismo
En el día a día, cuando nos relacionamos con personas mayores, también podemos presentar actitudes edadistas. Repasamos aquí consejos a nivel individual sobre cómo evitar el edadismo:
- Ten en cuenta que las personas mayores son, por encima de mayores, personas. Dales el trato que te gustaría recibir a ti.
- La comprensión es clave. Date cuenta de la situación en la que se encuentra la persona mayor. Su salud, estado de ánimo o una situación de soledad puede marcar su carácter. Comprende por lo que está pasando y actúa en consecuencia.
- Escucha de forma activa. Cuando nuestros abuelos enlazan una historia con otra que parece no tener fin, debemos prestar especial atención. Están compartiendo sus vivencias y recuerdos con nosotros y esta es la clave para entenderles.
- Ten en cuenta de dónde vienen. Las personas mayores, por definición, han vivido más que nosotros. Es posible que también tengan ideas diferentes a las nuestras en ciertos temas. Ya sea porque son más tradicionales, o bien por todo lo contrario, es importante comunicarse con ellos desde el respeto y entendiendo su proceso.
- Ofréceles ayuda. Puede darse el caso de que las personas mayores se sientan desorientadas e incomprendidas. El mundo no para de cambiar y esto puede afectarles. Contar con alguien joven que les explique cosas desconocidas para ellos les ayudará a sentirse incluidos. Desde cómo utilizar un smartphone hasta quién es el artista de moda, conocer esta información les hará sentirse parte de un todo.
- Hazles preguntas. Las personas mayores cuentan con una gran experiencia, a veces sorprendente. Haciendo preguntas a nuestros mayores y consultando con ellos, todos ganamos. Nosotros nos beneficiamos de su sabiduría y ellos se sentirán más útiles, mejorando su autoestima.
6. El compromiso miResi contra el edadismo
En miResi buscamos formar una sociedad inclusiva con las personas mayores. El edadismo es una forma de discriminación que considera a las personas mayores menos válidas y las excluye. Desde miResi no podemos aceptarlo y hacemos lo posible para luchar contra esta lacra.
Estamos dedicados a cuidar a las personas mayores como siempre han cuidado de nosotros. En nuestra búsqueda por el bienestar de los mayores tenemos la misión de ofrecerles un segundo hogar. Desde miResi, contamos con una amplia red de residencias por toda España que comparten nuestro compromiso con la calidad y se ajustarán a tus necesidades.
En miResi sabemos que buscar una residencia para tus seres queridos no es fácil. Por eso ofrecemos asesoramiento familiar gracias a nuestro equipo profesional. Te ofrecemos atención personalizada y gratuita para ayudarte a tomar la mejor decisión. Cuidamos de todos los detalles, desde la búsqueda de tu residencia ideal hasta el momento del ingreso, y continuamos en contacto con la residencia para asegurarnos de que tu mayor está lo mejor atendido posible.
Si estás buscando una residencia para mayores, no dudes en contactar con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.
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Fuentes
Instituto Nacional del Envejecimiento: https://www.nia.nih.gov/health/espanol/temas
Ministerio de Sanidad: https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/Prevencion/EnvejecimientoSaludable_Fragilidad/BuenTrato_Edadismo.htm
Naciones Unidas: https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights