Patologías

Guía Completa con Todas las Causas de los Mareos en Personas Mayores

El proceso de envejecimiento puede alterar el correcto funcionamiento de nuestras facultades cognitivas y motoras, esenciales para llevar una vida plena y segura.  Esto puede derivar, en ocasiones, en mareos en personas mayores. 

Esta serie de sensaciones que provocan malestar e intranquilidad en el anciano necesitan, en caso de ser recurrentes, ser atendidas por un profesional de la salud. Éste se encargará de realizar un chequeo del historial médico que servirá para diagnosticar las causas de los mareos en tu ser querido.

En miResi, no obstante, nos anticipamos y te contamos de antemano las distintas causas que pueden estar por detrás de esa sensación de desvanecimiento tan molesta.

1. ¿Qué son los mareos?

La sensación de mareo se caracteriza por el efecto de inestabilidad, pérdida de control o desvanecimiento del anciano. En muchas ocasiones, viene acompañada por una percepción anormal del entorno, en la que parece que  estuviese dando vueltas.

Este último síntoma, referido como vértigo, supone un riesgo para la salud del mayor. La pérdida de coordinación  y de equilibrio puede provocar graves caídas. Estas deterioran significativamente la salud del mayor y pueden, incluso, inducir su fallecimiento.

Los mareos están asociados bien con problemas de salud secundarios que no han sido detectados, bien con el consumo de medicamentos que están generando una reacción imprevista. 

No obstante, sea cual sea la fuente de origen, los síntomas de los mareos son comunes. Por eso, debes conocerlos para poder actuar con rapidez en caso de identificarlos en tu mayor. Te los contamos a continuación:

mareos en personas mayores
El vértigo genera una sensación de movimiento descontrolado del espacio que nos rodea

2. Síntomas de los mareos en personas mayores

El mareo viene acompañado de un conjunto de síntomas que podrían estar indicando al mayor la presencia de una enfermedad física o un trastorno de salud mental. Estos se pueden manifestar en cualquier momento. Lo más habitual, no obstante, es que se produzcan mientras se está caminando o al levantarse. 

Los síntomas pueden ser:

  • El desvanecimiento.
  • La pérdida de la coordinación y equilibrio, incrementando el riesgo de caída.
  • Desorientación.
  • El vértigo, una percepción distorsionada en la que se siente como si uno mismo o el espacio que te rodea estuviese en movimiento.

Estos síntomas suelen aparecer sin previo aviso y de manera completamente repentina. Se pueden, además, prolongar a lo largo del tiempo de manera repetitiva. 

Además, pueden venir acompañados de otros síntomas como dolores de cabeza o taquicardias.

Llegada a esta situación, es fundamental acudir al médico cuánto antes. Solo este especialista sabrá dar una respuesta que erradique los mareos de manera definitiva.

3. Causas de los mareos en personas mayores

Como se ha mencionado anteriormente, los mareos pueden ser el resultado de numerosas causas. Por eso, es necesario estudiar detenidamente cada una de ellas. Solo entendiendo cómo funcionan será posible aplicar las mejores medidas para combatir los mareos:

3.1. Problemas del oído interno

El oído es un órgano de nuestro cuerpo que juega un papel crucial en nuestra capacidad de equilibrio. El mantenimiento y revisión de su buena salud resulta, entonces, determinante para conservarla. Especialmente, la del oído interno. Esto se debe a que este integrante del oído se encarga de identificar los movimientos, tanto hacia delante como hacia atrás, de nuestro cuerpo.

Un trastorno del oído interno implica una incongruencia entre la información que recibe nuestro cerebro desde el oído y desde los ojos: mientras que el primero manda señales erróneas sobre nuestro propio movimiento, los ojos envían información real sobre nuestra posición en el entorno.

Esta afección puede estar causada por una infección del nervio vestibular, la enfermedad de Ménière o una migraña.

3.2. Anemia

La anemia es una patología que afecta a los glóbulos rojos, disminuyendo la cantidad de hemoglobina presente en los mismos. Esto deriva en una incapacidad para transportar oxígeno al resto del cuerpo.

Esta afección puede surgir por:

  • Enfermedad crónica: es la causa más frecuente de anemia en las personas mayores. Aparece como resultado de una enfermedad hepática y la artritis reumatoide entre otras.
  • Déficit de hierro: en la tercera edad, la falta de hierro está estrechamente ligada a afecciones como la gastritis o el cáncer colorrectal
  • Carencia de vitamina B12: esta vitamina es imprescindible para poder crear glóbulos rojos en buen estado de salud.
  • Destrucción de los glóbulos rojos: los glóbulos se destruyen a un ritmo tan acelerado que la médula ósea no consigue generar suficientes glóbulos rojos a tiempo. 

Los síntomas de la anemia no se limitan solo a los mareos. También impide respirar con normalidad, incrementa el ritmo del corazón, empalidece el tono de la piel y provoca migrañas.

Para tratar la anemia, habrá que tener en cuenta la causa de la misma. En función de la patología que la está provocando, se adoptarán medidas congruentes. No obstante, la hormona eritropoyetina, producida por los riñones, se emplea cada vez más para curar múltiples variedades de anemia.

3.3. Parkinson

Las enfermedades neurodegenerativas son una realidad que afecta a miles de ancianos.

El Parkinson, dentro de esta tipología de patologías extremadamente común en la vejez,  es el segundo trastorno más prevalente después del Alzheimer

De naturaleza progresiva, se caracteriza por destruir neuronas, dañando el sistema nervioso. Esto provoca una pérdida de dopamina, hormona vital en el traslado de información para poder moverse naturalmente, derivando en las convulsiones de las distintas partes del cuerpo.

Pero, además de los ya mencionados temblores, otros síntomas que dificultan la vida del enfermo de Parkinson son la pérdida de olfato, el insomnio, el estreñimiento, los mareos debido a la baja presión arterial e incluso los cambios en la voz.

Hoy en día, infelizmente, no contamos con una cura definitiva que erradique por completo esta enfermedad. No obstante, existen numerosos tratamientos que buscan paliar los síntomas y mejorar la calidad de vida del mayor.

El tratamiento con medicamentos es el más utilizado, pues se puede personalizar en función de las necesidades del anciano y permite recuperar la dopamina. Su alternativa es el tratamiento quirúrgico, que consiste en la colocación de electrodos en el cerebro,  recomendable solo cuando el tratamiento farmacológico no ha surtido efecto.

Sin embargo, el tratamiento más natural de todos, constituido por terapias como la psicología y la fisioterapia, entre otras, es el que se debe aplicar en cualquier caso.

3.4. Ansiedad

Sentir constantemente estrés, sea por el motivo que sea, pasa factura a nuestra salud mental, especialmente cuando nos encontramos en una etapa más vulnerable de nuestra vida como la vejez. 

Somos más susceptibles de sentirnos abrumados por cualquier situación de nuestra vida que podamos identificar como un problema o amenaza, llegando  a desarrollar incluso un trastorno de ansiedad.

Dicho trastorno se caracteriza por un malestar psicológico y emocional que se somatiza, derivando en síntomas físicos como el cansancio o el insomnio.

Un mayor con ansiedad no padece dicho trastorno sólo por el estrés que provocan determinadas situaciones. La genética, la soledad o los traumas son otras de las causas que pueden alterar profundamente el estado de ánimo de nuestro ser querido.

Para detectar este trastorno, algo muy complicado en la tercera edad pues se suele malinterpretar o asociar al propio proceso de envejecimiento, es importante que conozcas los síntomas: la fatiga, los problemas para concentrarse, la sensación de ahogo, la hiperactividad o la preocupación excesiva son solo algunas de las manifestaciones de la ansiedad.

Por último, su tratamiento exige la asistencia de un psicólogo que, mediante técnicas de psicoterapia, como la reeducación de pensamientos o los ejercicios de respiración, ayudan al mayor a superar la ansiedad lenta pero seguramente. 

3.5. Deshidratación

Beber agua es fundamental para nuestro organismo. Nuestra sangre necesita agua para poder llegar a nuestros órganos y proporcionarles los nutrientes necesarios para que estos funcionen bien.

De lo contrario, nos encontraremos deshidratados, perdiendo más agua de la que necesitamos ingerir, viéndose nuestras funciones vitales muy resentidas. Puede derivar, en el peor de los casos, en graves complicaciones de salud.

Pero, ¿cómo saber si necesitamos beber más? Los principales síntomas de la deshidratación son los mareos, el estreñimiento, la fatiga y la sequedad de la piel. Asimismo, facultades mentales como la memoria o el aprendizaje, se ven drásticamente dañadas. 

En la tercera edad, la deshidratación no solo está provocada por el carácter olvidadizo que uno desarrolla en su vejez. También puede ser sinónimo de diarrea, fiebre o incluso diabetes.

Para combatirla, lo mejor es implementar una rutina que ayude a recordar paulatinamente al mayor cuando y cuanto tiene que beber. Ingerir verduras y frutas, ricas en agua, es otro bonus más que conveniente que nuestro cuerpo agradecerá.

3.6. Medicamentos

Algunos medicamentos, como los tranquilizantes y los medicamentos contra las convulsiones, pueden producir efectos secundarios. Siendo uno de ellos los mareos, será  necesario comentárselo al médico. Así se podrá anular la prescripción de este medicamento, reducir su dosis o sustituirlo por otro más adecuado.

4. Tratamiento de los mareos en personas mayores

Los mareos, aunque suelen desaparecer con el tiempo, pueden llegar a persistir y disminuir drásticamente la calidad de vida del anciano. En ese caso, requieren un tratamiento específico acorde a la causa de los mareos. Este puede ir desde un medicamento que reduzca de manera general la sensación de vértigo hasta fármacos contra la ansiedad. Todo dependerá de la patología que esté desencadenando esta pérdida de equilibrio y sensación de confusión.

Para eso, será indispensable marcar una consulta con un especialista que prescriba el mejor tratamiento de manera personalizada para el caso único de cada paciente. Éste se seguirá durante el tiempo recomendado y se concluirá cuando los síntomas se hayan desvanecido.

mareos en personas mayores
La desorientación es otro de los síntomas que acompaña a los mareos

5. ¿Cómo actuar ante un mareo?

Muchas veces, cuando nos enfrentamos a una situación estresante, especialmente cuando se trata de un problema de salud, no sabemos qué hacer o dudamos de nuestra capacidad para ayudar.

Es completamente normal. Una situación nueva o a la que no estamos acostumbrados nos genera la sensación de que dar un paso en falso puede comprometer el bienestar de nuestro ser querido. Pero, muchas veces, la inacción conlleva peores consecuencias que intentarlo. Y para intentarlo, uno necesita estar informado.

Ante un mareo, lo primero que hay que hacer es asegurarse de que el mayor no pierde el equilibrio. Nos pondremos a su lado y le ayudaremos a sentarse. Es esencial evitar que se produzca una caída, pues podría lesionar seriamente a nuestro mayor.

Una vez se haya recuperado, le ayudaremos a levantarse lentamente de manera progresiva. De este modo, la probabilidad de sufrir otro mareo será menor y el anciano se sentirá mucho más cómodo.

Si los mareos se repiten en el tiempo y, además, vienen acompañados de nuevos síntomas, será urgente acudir al médico. De este modo, se evitará el desconocimiento de la potencial enfermedad causante de los mareos y se tratará con rapidez.

Como último consejo, te recomendamos que la disposición del hogar se ajuste lo máximo posible a la movilidad del mayor. Para ello, habrá que dotar de mayor espacio a las distintas habitaciones de la casa, moviendo muebles y cualquier tipo de obstáculo.

mareos en personas mayores
Es fundamental en caso de que nuestro mayor sufra un mareo ayudarle a ganar estabilidad

Los mareos pueden ser el primer indicio de que nuestro mayor padece alguna enfermedad que requiere cuidados especiales de manera permanente. Si es el caso de tu familiar, no dudes en ponerte en  contacto con nosotros. 

En miResi trabajamos con una amplia red de residencias especializadas en atención médica, además de psicológica, en todo el territorio nacional. Centros que se acomodan a las necesidades de tu mayor y ofrecen una gran variedad de servicios en instalaciones modernas y adaptadas. Un espacio en el que tu mayor podrá incorporarse a un estilo de vida beneficioso para su salud general, el envejecimiento activo.


Nuestro equipo de asesoramiento estará encantado de poder resolver cualquier pregunta que tengas y guiarte durante todo el proceso de búsqueda, encontrando la mejor residencia para tu ser querido. 💚

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Sergio Río
Graduado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad Complutense. Ahora redactor de contenidos sobre gerontología y geriatría en miResi. Cree en el valor humano de la información y que esta cumpla un propósito: ayudar a los mayores y sus familias durante el bello proceso de la vejez. El mundo no solo se cambia con buenas acciones, con buenas historias también.
Sobre el autor

Graduado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad Complutense. Ahora redactor de contenidos sobre gerontología y geriatría en miResi. Cree en el valor humano de la información y que esta cumpla un propósito: ayudar a los mayores y sus familias durante el bello proceso de la vejez. El mundo no solo se cambia con buenas acciones, con buenas historias también.
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