La piel es el órgano donde posiblemente se hacen más evidentes los signos asociados a la edad. A medida que se envejece, los cambios en la piel de los mayores son más notorios. No se trata sólo de las características arrugas, flacidez o manchas en la piel de las personas mayores. Existen otras numerosas señales que pueden indicar la existencia de otros problemas más serios.
Con el paso de los años, las distintas capas de la piel, epidermis, dermis y capa subcutánea sufren cambios que pueden afectar de numerosas formas la calidad de vida de las personas mayores. Por ello, desde miResi queremos contarte cuáles son estos cambios, sus causas y qué hacer para tratarlos y/o prevenirlos.
Al llegar a la tercera edad, es común que se necesite asistencia continuada para tratar muchas de las dolencias, patologías y cambios físicos –como los cambios en la piel– que se producen en el organismo. El cuidado a domicilio puede ser una forma efectiva de contar con apoyo en el entorno familiar, para garantizar el bienestar de nuestros mayores. En miResi te ofrecemos el servicio de cuidado a domicilio con excelentes profesionales. Te asesoramos gratis de forma personalizada.
Contenidos
1. ¿Qué cambios sufre la piel de los mayores?
1.1. Cambios en el grosor y elasticidad
Al envejecer, la capa más externa de la piel (epidermis) de los mayores se vuelve más delgada. Los melanocitos son células que contienen melanina y ayudan a protegernos del sol. Estas células disminuyen en cantidad y los que quedan, aumentan de tamaño provocando notables cambios en la apariencia de la piel.
La piel de los mayores se adelgaza y tiene un aspecto más pálido y traslúcido. Además, suelen aparecer las manchas en la piel conocidas como lentigos o «manchas hepáticas» en aquellas zonas que han estado muy expuestas al sol.
La elasticidad y resistencia de la piel también se ven afectadas negativamente por los cambios en el tejido conectivo. Este proceso, conocido como elastosis, es aún más notable en las zonas que han recibido más luz solar durante los años (elastosis solar). Ello produce una apariencia de piel engrosada, marcada y áspera.
En la dermis de las personas mayores también es muy común que los vasos sanguíneos se vuelven más frágiles. Debido a ello, suelen aparecer más fácilmente hematomas, púrpura senil y hemangiomas capilares.
1.2. Cambios en glándulas sebáceas y sudoríparas
Con el envejecimiento las glándulas sebáceas producen menos aceites. Este cambio comienza antes en las mujeres durante la menopausia y en los hombres después de los 80 años de edad. La disminución en la producción de aceites en la piel de los mayores causa resequedad y picazón, y dificulta mantener la piel humectada.
Al adelgazar la capa de grasa subcutánea, también disminuye el grosor y con ello el aislamiento y amortiguación. Este cambio en la piel de los adultos mayores incrementa la posibilidad de lesiones en la piel y afecta la capacidad de mantener la temperatura corporal, aumentando las probabilidades de sufrir hipotermia.
Los cambios en las glándulas sebáceas de las personas mayores también afectan a la absorción de los medicamentos, que necesitan de esta capa para actuar en el organismo.
Con el envejecimiento del organismo, las glándulas sudoríparas disminuyen la producción de sudor. Al dejar de funcionar este mecanismo de enfriamiento natural, el organismo de las personas mayores tiene mayor propensión a sobrecalentarse, sufrir golpes de calor o insolación.
1.3. Cambios en la apariencia, crecimientos y aparición de manchas
Las personas mayores comienzan a mostrar distintos y numerosos cambios en la textura y coloración de la piel como consecuencia del crecimiento de masas de celulas o tejidos irregulares (neoplasias). Éstas pueden ser benignas o no y se clasifican como verrugas, queratosis seborreica, papilomas cutáneos o queratosis actínica. Algunas de éstas pueden llegar a convertirse en cáncer de piel.
2. Consecuencias de los cambios en la piel de los mayores
Los efectos de los cambios en las distintas capas de la piel no son únicamente de apariencia y textura, como sucede con la aparición de las manchas en la piel de los mayores. Con el envejecimiento, aumenta la probabilidad de sufrir lesiones cutáneas, mientras disminuye la capacidad de experimentar sensaciones de tacto, presión, vibración, calor y frío.
La piel de los mayores al tener vasos sanguíneos más frágiles, es más propensa a los moretones y hematomas, incluso si la causa ha sido un apretón o golpe leve.
Pueden aparecer más fácilmente las lesiones en la piel y tejido inferior conocidas como escaras o úlceras de decúbito debido, entre otras causas, a la mayor fragilidad y delgadez de la piel.
Al aumento en la aparición de las distintas lesiones cutáneas, se suma la disminución de la capacidad de curación de la piel. Al envejecer la piel tarda mucho más tiempo en sanar y regenerarse. Con ello aumenta el riesgo de nuevas lesiones e infecciones.
3. Causas de los cambios en la piel en ancianos
Las causas de los cambios en la piel de las personas mayores pueden ser muy distintas. Muchas pueden estar asociadas a la degeneración normal producida en el organismo como consecuencia del envejecimiento o a predisposiciones genéticas. Pero también, otra gran parte de las causas se debe a factores ambientales, especialmente a la exposición solar.
Entre las causas más comunes de los cambios de la piel con el envejecimiento podemos nombrar:
- La exposición solar
- El clima, más aun si es extremo
- Deficiencias nutricionales
- Obesidad
- Calefacción y aire acondicionado
- Reacciones a medicamentos y productos químicos
- Estrés
- Alergias
4. ¿Qué enfermedades pueden estar detrás de los cambios en la piel?
Es complicado identificar a primera vista las causas de los cambios cutáneos, pues lo usual es que sean numerosas las afecciones de la piel que afectan a las personas mayores. Ello incluye la posibilidad de que estos cambios en la piel se deban no sólo a factores ambientales o genéticos, sino a distintas enfermedades. Entre las enfermedades que podrían ser causa de estos trastornos se cuentan:
- Diabetes
- Cardiopatía
- Enfermedades hepáticas
- Aterosclerosis
- Cáncer
5. ¿Cómo prevenir estos cambios en la piel de los mayores?
El proceso de envejecimiento de la piel conlleva cambios inevitables, pero es cierto que existen medidas que pueden contribuir a aminorarlos y mejorar la calidad de vida así como muchas de sus consecuencias.
Una de las medidas más eficaces para los relacionados con la exposición solar es el uso de protector cuando se esté al aire libre, así como llevar ropa adecuada y evitar las horas de mayor exposición.
Una hidratación apropiada también contribuirá a mantener la piel en las mejores condiciones posibles para evitar lesiones, así como sucede con una alimentación balanceada.
A nivel de tratamiento externo, lo fundamental es el uso de lociones y cremas con ingredientes altamente humectantes. Ello ayudará a preservar la humedad y flexibilidad de la piel madura.
Para apoyar a las personas mayores y a sus familias en la preservación de la salud de la piel, así como en el seguimiento y reconocimiento de otros cambios físicos y patologías el cuidado a domicilio es una opción fiable y eficaz. En miResi estaremos encantados de asesorarte de forma 100% gratuita para que puedas encontrar a los expertos en cuidados a domicilio que más se ajusten a las necesidades de tu ser querido.
