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Septicemia: Descubre el Origen de Esta Infección

En la vejez, las infecciones se vuelven más comunes. Los mayores tienen un sistema inmunológico deteriorado, lo que causa que sean más vulnerables a las bacterias. La consecuencia más común es la septicemia. Por ello, desde miResi hablamos de cómo combatir y prevenir la aparición de esta infección.

1. ¿Qué es la septicemia?

La septicemia es la enfermedad que aparece cuando una bacteria que, al introducirse en el cuerpo, provoca que este no pueda realizar los procesos naturales. La infección que provoca este microorganismo deriva en serios problemas de salud.

En un primer momento, los mayores no pueden coordinar las acciones básicas. Más tarde, los problemas arteriales pueden producir fallos en el organismo. Pudiendo llegar a causar la muerte.

Anciana con septicemia Anciana con septicemia
El lenguaje de signos es una herramienta útil para las personas con septicemia

2. ¿Cómo aparece la septicemia?

La bacteria se cuela en el organismo en momentos en los que las personas mayores tienen heridas abiertas, úlceras, llagas o malos drenajes. Esto suele suceder en ambientes poco asépticos, pero también en focos con grave riesgo de infección como hospitales o centros de salud.

Comúnmente se dan en el momento en el que se inyecta algo o se introducen vías intravenosas. Es debido a que introducimos un agente externo en nuestro organismo, lo que puede ser una vida de entrada perfecta para cualquier bacteria.

Es normal que se desarrollen en los pulmones, los riñones, la vejiga, el sistema digestivo o el sistema circulatorio.

La población más propensa a infectarse es la de edad más avanzada, ya que su sistema inmunológico no tiene la fuerza del de un organismo joven. También se puede deber a que nuestro familiar padezca patologías como diabetes, enfermedades en los riñones, hepatitis.

2.1. ¿Se puede evitar la bacteria?

Ya que no es posible reducir a cero la posibilidad de que nuestros mayores se hagan daño, lo mejor es conocer el modo de limitar el peligro de infección.

Los profesionales saben perfectamente cómo esterilizar y emplear el material para que los pacientes no se infecten de nada; por ello, el ratio de personas que enferman por una negligencia es reducido.

Aún así, puede ocurrir, por lo que se debe tener en cuenta mantener las medidas de sanidad correspondientes. Es necesario desinfectar las heridas y cubrirlas siempre. El lavado de manos con jabón y agua es imprescindible para evitar contagios.

3. Síntomas de la septicemia

Los síntomas se van manifestando de forma progresiva; desde sucesos esporádicos a los que los familiares no dan importancia a las manifestaciones más visibles. Como siempre decimos, cualquier síntoma es una buena excusa para acudir a los profesionales.

En el primer estadio se dan los escalofríos, los mareos, la pérdida de la consciencia, las fiebres altas o la aceleración del pulso y los latidos del corazón.

Los dos síntomas más visibles son los cambios repentinos de humor producidos por los delirios y la exagerada subida de la presión arterial. Lo más preocupante es que los sistemas dejen de funcionar. Cuando ocurre lo que se conoce como un shock, el sistema nervioso, respiratorio, arterial y nefrítico comienzan a dar problemas, llegando al punto de dejar de funcionar.

Pese a que sea menos común, también puede observarse que el mayor sufre erupciones cutáneas o el ardor en la piel.

Los mayores con septicemia presentan dificultades de comprensión Los mayores con septicemia presentan dificultades de comprensión
Los mayores con septicemia presentan dificultades de comprensión

4. ¿Cómo se elimina la septicemia?

En el tratamiento farmacológico que se prescribe se incluyen siempre los antibióticos y los corticosteroides. Si se toma de forma temprana, se puede eliminar la infección y sobrevivir sin problema, pero hay que tener en cuenta que las cosas se pueden complicar. Por ello, es vital acudir a profesionales de la sanidad.

Los mayores pueden requerir de su estancia en una unidad de cuidados intensivos (UCI). En los casos más complicados, las personas mayores puede requerir de oxígeno en forma de respiradores, tratamientos de diálisis o medicamentos para regular la presión arterial.

4.1. ¿Cómo se detecta la septicemia?

En cuanto se vean los síntomas primarios, los familiares pueden acudir a su centro de salud para que se someta a una consulta. El doctor o la doctora será la encargada de certificar si los análisis son necesarios.

Revisando el historial clínico del paciente y haciendo unas breves cuestiones se puede saber si el mayor está en peligro de padecer septicemia. 

Más tarde, se realizarán análisis de sangre, pero estos no son fiables en todos los casos, así que el mayor se debe someter a una serie de pruebas para comprobar que el mayor no sufre esta patología.

Estas son la prueba de función renal, el conteo de glóbulos blancos y plaquetas o la gasometría arterial.

Lo imprescindible para prevenir situaciones evitables como la septicemia es que las familias de los mayores controlen su higiene. Una rutina adecuada y aséptica es la clave para luchar contra esta y otras infecciones que pueden deteriorar el bienestar de nuestros mayores.

Fuentes:

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Alberto Cheli
Periodista y estudiante de Geografía e Historia. Actualmente redactor en miResi con el objetivo de contar historias de interés social. “El pasado es la mejor forma de acceder a la realidad del presente”
Sobre el autor

Periodista y estudiante de Geografía e Historia. Actualmente redactor en miResi con el objetivo de contar historias de interés social. “El pasado es la mejor forma de acceder a la realidad del presente”
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