Es inevitable emocionarse cuando nos damos cuenta de que nuestros días de vacaciones cada vez están más cerca. A todos nos pasa. Después de casi un año entero trabajando sin parar e inmersos en una rutina, podemos tomarnos unos días libres para disfrutar del buen tiempo, la familia, los amigos… en definitiva, para desconectar al máximo. Pero, no debemos olvidar que todo llega a su fin. Estos días de vacaciones que llevábamos tanto tiempo esperando, pasan en un abrir y cerrar de ojos y para cuando nos damos cuenta, tenemos que volver a la rutina. Por eso, no es de extrañar que a la vuelta debamos lidiar con el síndrome postvacacional en personas mayores.
Las vacaciones son como un soplo de aire fresco y son verdaderamente necesarias para vivir. Aunque siempre debemos tener en la cabeza que tarde o temprano acaban terminándose y que debemos volver al trabajo y a nuestra vida rutinaria. Algunas personas llevan bastante mal el hecho de volver de vacaciones y acaban desarrollando algo que se conoce como síndrome postvacacional o depresión postvacacional. Que en resumidas cuentas, lo que significa es que se sumen en una inmensa tristeza y no aceptan el hecho de estar de vuelta.
Si crees que tú o algún ser querido está pasando por esto, quédate y descubre todos los consejos para conseguir superar este bache. Y lo más importante, no estás solo. Muchas personas pasan por este mal trago y cada vez son más las que sufren con la vuelta al trabajo.
En miResi queremos ayudarte a ti y a tus seres queridos. Contamos con un excelente equipo de profesionales que te asesorarán de forma completamente gratuita. Te escucharán y ayudarán en todo el difícil proceso de encontrar la residencia idónea para tu ser querido. Escríbenos o llámanos y te atenderemos de forma personalizada.
Contenidos
1. ¿Qué es el Síndrome Postvacacional en Personas Mayores?
En pocas palabras, cuando hablamos de síndrome postvacacional o depresión postvacacional, nos referimos a esa ansiedad y a esa presión en el pecho que sufren algunas personas cuando termina su periodo vacacional. Algunas personas se ven realmente afectadas emocionalmente cuando deben retomar sus tareas laborales después de unos días libres.
No obstante, los expertos no lo tratan como si fuera una enfermedad o un trastorno, más bien es el nombre que se le ha puesto a un período de adaptación.
Sí es verdad que cada vez más y más médicos, psicólogos y psiquiatras se ven atraídos por este concepto. Por eso, cada año se hacen más estudios sobre esto con el fin de ayudar a las personas que sufren este síndrome.
Gracias a estos estudios, la página web TripAdvisor publicó unos datos que son impactantes cuanto menos. Después de recoger los resultados de una encuesta realizada a sus clientes, sacaron en claro que casi el 35% de ellos sufre estrés postvacacional cuando deben volver al trabajo. Si nos situamos en las personas mayores de 50 años, este porcentaje se eleva hasta el 65%. Esto quiere decir que cuanto más mayores nos hacemos, más nos cuesta volver al trabajo.
2. Síntomas del Síndrome Postvacacional en Personas Mayores
Aunque no se identifique ni como una enfermedad ni como un trastorno, sí que hay una serie de síntomas que nos ayudan a saber si lo que sentimos nosotros o nuestro mayor es el síndrome postvacacional. Los síntomas más comunes son los siguientes, aunque el estrés puede afectar a las personas de muchas maneras diferentes.
2.1. Ansiedad
El síntoma más común de todos es sin duda la ansiedad que sienten las personas que sufren este síndrome. El simple hecho de pensar en volver al trabajo les hace sentir un nudo en el pecho que no deja de ejercer presión. Se agobian cada vez más y más cuando ven que sus vacaciones están terminando e incluso es posible que los últimos días de vacaciones estén más inquietos de lo normal.
2.2. Depresión
Unido al anterior síntoma encontramos un periodo de depresión. A la ansiedad que sienten hay que unirle una inmensa tristeza que no sale de su cabeza. Se sienten tristes o incluso apáticos y no logran ver el lado bueno de nada.
2.3. Cambios de humor
Los cambios de humor también se dan con gran frecuencia. Pasan de estar muy tristes porque no dejan de pensar en su vuelta a la rutina, a estar extremadamente activos y dispuestos a hacer cualquier cosa para aprovechar sus últimos momentos de vacaciones. Estos cambios de humor son de lo más normales y no hay que preocuparse por ellos. Es normal darnos un tirón de orejas a nosotros mismos cuando nos damos cuenta de que no estamos disfrutando del momento por pensar en el futuro.
2.4. Disminución del rendimiento y de la concentración
Los días siguientes a la vuelta de las vacaciones suelen ser los más difíciles. Estas personas siguen con su vida y vuelven a la rutina, pero no rinden nada. Es normal que los primeros días después de las vacaciones, aún nos encontremos en el proceso de adaptación y no seamos capaces de concentrarnos lo suficiente como para rendir en el trabajo como es debido. Tampoco hay que martirizarse por ello. Días flojos los tenemos todos. Poco a poco la concentración reaparecerá y volveremos a trabajar al máximo rendimiento.
3. ¿Cómo se Afronta el Síndrome Postvacacional en Personas Mayores?
Es muy posible que notemos que nuestro mayor está experimentando alguno de los síntomas enumerados anteriormente. No debemos restarles importancia. Muchas personas creen que las personas mayores, al estar jubiladas, no pueden sufrir el síndrome postvacacional ya que no trabajan. No obstante, desde miResi, queremos dejar claro que esto no es así y nunca lo será. Los mayores experimentan mucho estrés a lo largo del año e incluso la ansiedad que tienen que soportar es bastante grande. Por eso, es muy normal que se sientan algo tristes cuando las vacaciones terminan.
Para que este período reinado por la tristeza y la ansiedad acabe cuanto antes, queremos dar una serie de consejos para que nuestros mayores sepan cómo afrontar el síndrome postvacacional.
3.1. La rutina tiene su lado bueno
Cuando volvemos a nuestra rutinaria vida después de un periodo de vacaciones, algo que nos puede ayudar mucho a llevar mejor la vuelta es pensar en las cosas buenas de la rutina. Porque las hay, ¡y muchas! Por ejemplo, quizás tenemos un bar o cafetería favorita a la que solemos ir con nuestros amigos y amigas a pasar un buen rato. O quizás son de los que disfrutan de los descuentos que hay en el cine los miércoles. Incluso podemos empezar a hacer algo que quizás antes no hacíamos, pero puede añadir alegría a nuestra rutina. Podemos apuntarnos a algún tipo de curso de cocina o de idiomas. ¡Nunca es tarde para aprender un idioma!
3.2. Haz algún cambio en tu vida
Los cambios son símbolos de que algo nuevo comienza y por lo general, ese cambio nos empuja a seguir adelante en busca de más. No hace falta que sea un cambio radical ni mucho menos. Podemos empezar por redecorar de alguna manera sútil nuestra casa o alguna estancia de esta. Incluso afrontar un cambio de ‘look’ puede ser satisfactorio, siempre y cuando nos guste el resultado.
3.3. Actitud positiva
En muchas ocasiones, la actitud lo es todo. Por eso, unos días antes de volver de vacaciones, lo mejor es intentar llenarnos de actitud positiva. Entendemos que puede parecer un consejo algo estúpido, pero realmente funciona. La gran mayoría de nosotros no somos conscientes de que muchas veces podemos controlar lo que sentimos y cómo lo sentimos. Por eso, afrontar estos momentos algo duros con una actitud positiva puede ayudar a los más mayores.
3.4. Volver de forma progresiva
Aún no se ha desarrollado un sistema en el que podamos enviar a nuestro cuerpo al trabajo y nuestra mente quedarse de vacaciones. O viceversa. Por eso, cuando volvemos de unos días de completo relax o de diversión pura con nuestros seres más queridos, podemos intentar seguir haciéndolo aún y cuando hemos vuelto. No nos referimos a hacerlo de manera descontrolada, pero no es necesario empezar a vivir una rutina de «de casa al trabajo y del trabajo a casa«.
Recordemos que aún hace buen tiempo, no anochece hasta tarde y podemos disfrutar de las terrazas, cenar con amigos o incluso ir al cine a ver una película que nos apetezca. Estos planes ayudan a mantenernos con ilusión y a esperarlos con muchas ganas.
3.5. Lleva una vida sana
Los hábitos de vida pueden tener un impacto directo en nuestro ánimo. Por eso, a la vuelta de vacaciones necesitamos más que nunca cuidar de nuestro cuerpo para tener la mente lo más sana posible. ¿Cómo podemos conseguir esto? Teniendo en cuenta cuáles son los pilares de una vida sana: dormir bien, comer bien y hacer ejercicio.
Los expertos señalan que dormir entre 7 y 8 horas es fundamental para afrontar el día con la energía necesaria y, por lo tanto, con la mejor actitud posible. Cuantas menos horas durmamos nos notaremos más irascibles de lo normal.
La alimentación también debemos cuidarla. Lo mejor es alejarnos de las comidas tan copiosas que solemos disfrutar en verano y en vacaciones e ir adaptándonos a una dieta más variada y equilibrada. No es necesario estar comiendo verduras todo el día. Es verdad que algún que otro capricho culinario podemos darnos, pero siempre con cierta medida.
Hacer ejercicio es muy importante para que las personas mayores no sientan tantos dolores de huesos o no padezcan enfermedades vasculares. Al fin y al cabo, con tan solo 30 minutos de ejercicio diario, y no necesariamente debe ser intenso, podremos alejarnos del sedentarismo. Así, la vuelta a la rutina no será tan pesada y nosotros nos sentiremos cada vez mejor.
3.6. Piensa en ti mismo
A veces dejamos de pensar en lo que queremos hacer, en lo que realmente nos importa o en lo que queremos llegar a ser. Por eso, tómate esta vuelta de vacaciones para priorizar tus necesidades y lo que quieres hacer en un futuro. Quizás sea buen momento para empezar una nueva etapa en tu vida o algo por el estilo.
En ocasiones, las personas que vuelven de vacaciones se sienten vacías. Esto se debe a que la vida que llevan no les hacen realmente felices. Por eso, es importante que siempre tengamos claras nuestras prioridades. Al fin y al cabo, solo vivimos una vez y nosotros somos los que debemos estar al mando de nuestra vida. Si pensamos, por ejemplo, que es momento de mudarse a una nueva ciudad o algo semejante, ¡hazlo! Ya habrá tiempo para arrepentirse… o no.
La vuelta a la vida real después de unas merecidísimas vacaciones puede ser un momento demasiado angustioso para algunas personas. En ocasiones, nuestros mayores se ven afectados por el síndrome postvacacional y lo único que podemos hacer nosotros es apoyarles e intentar que esta mala racha termine cuanto antes. Recordemos que volver de las vacaciones es difícil para todos así que no hay que menospreciar nunca el estrés o ansiedad que pueden estar sufriendo.
Si crees que tu mayor está demasiado triste con la vuelta a casa, quizás una buena opción es buscar una residencia en una ciudad que le guste. Por ejemplo, en la Costa Brava o cerca de la playa. En miResi podemos ayudarte. Sabemos que encontrar un centro de mayores que más se acerque a las necesidades de tu mayor no es para nada sencillo. Es por esto que nuestro equipo hace una gran labor ayudando a miles de familias para encontrar la residencia idónea. Escríbenos o llámanos y te atenderemos de manera personalizada, sin compromiso y de forma completamente gratuita. 💚
Fuentes:
- Cuidum: https://www.cuidum.com/blog/sindrome-post-vacacional-en-los-mayores-dependientes/
- Mapfre: https://www.salud.mapfre.es/cuerpo-y-mente/psicologia/sindrome-post-vacacional/#Sintomas_y_diagnostico_de_ladepresion_postvacacional
- WTW: https://willistowerswatsonupdate.es/beneficios-sociales-y-bienestar/10-consejos-depresion-postvacacional/