Existen muchos estereotipos y prejuicios nocivos que contaminan la imagen que se tiene de la tercera edad, tanto fuera como dentro de este sector poblacional. Uno de ellos es la percepción de que los mayores no socializan y se aíslan por motu propio. Y no podríamos estar más equivocados. Muchas veces se debe al miedo o a la falta de oportunidades para socializar, entre otros motivos. En nuestras manos, como sociedad, está darles las herramientas necesarias para fomentar su bienestar emocional y hasta físico. Por eso, desde miResi, te venimos a hablar de la socialización en la tercera edad y cómo incentivar las relaciones sociales en los mayores.
¡Descubre en este artículo cómo prevenir la soledad del mayor!
Contenidos
La socialización es un proceso básico presente en muchas especies, aunque si hay alguna que se caracteriza especialmente por ella, casi apropiándose del concepto por la complejidad de su desarrollo, es la nuestra: los seres humanos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), integrarse en la comunidad para la tercera edad es fundamental. Es uno de los factores que influyen en su bienestar físico y emocional.
Nos relacionamos e interactuamos constantemente con las personas que nos rodean. Supone la manera más primitiva y, al mismo tiempo, fundamental de aprendizaje. Nos permite vislumbrar nuevas ideas, compartir emociones y experiencias y, lo más importante, crear puntos de encuentro y entendimiento mediante la empatía.
La socialización permite a los ancianos disfrutar de esa transformación continua a la que nos exponemos cuando conocemos nuevas personas. No obstante, muchos ancianos tienen miedo al rechazo, temen no encontrar a nadie con quién encajar o, sencillamente, creen que ya es demasiado tarde para trabajar este aspecto esencial en nuestra vida.
Requiere tener valentía, algo que no les falta a los mayores, para lanzarse al vacío sabiendo que al final va a haber alguien que nos recibirá con los brazos abiertos.
2. ¿Por qué es importante?
La vejez es una etapa de la vida sujeta a diferentes cambios físicos y mentales. Hay un deterioro a nivel cognitivo y debido al debilitamiento del sistema inmunológico y el envejecimiento de las células, somos más propensos a padecer algún tipo de enfermedad.
Son unos cambios que a muchos nos pilla desprevenidos, por sorpresa. Algo que nos puede dejar completamente desubicados y generar gran confusión. Hasta ese momento, nunca nos habíamos planteado que las consecuencias del envejecimiento iban a llegar algún día. En muchos casos nos vemos invadidos por la frustración, la tristeza e incluso la negación.
Está demostrado científicamente que la soledad, caracterizada por la falta de contacto con personas o incluso animales, puede acrecentar estos sentimientos negativos y, en general, la infelicidad de la persona que se encuentra en esta situación. En la mayoría de los casos, puede derivar en mayores sensaciones de estrés, falta de autoestima o incluso depresión.
La socialización en la tercera edad es imprescindible, por eso, para prevenir la soledad. ¿Cómo se consigue esto? Creando un sentimiento de comunidad muy necesario que fortalezca la salud mental del mayor. Se logra a través de una red de apoyo constituida por amigos y familiares con la que sentirse querido, sentirse escuchado y divertirse.
Relacionarse con personas en la tercera edad aporta numerosas ventajas, tanto físicas como mentales, que mejoran la calidad de vida del mayor. ¿Quieres saber cuáles son? ¡A continuación te los detallamos!:
- Incrementa el autoestima del mayor: no hay nada como estar en contacto con personas y entablar relaciones significativas para sentirse querido. Algo esencial en los niveles de autoestima del individuo.
- Reduce la soledad: rodearse de gente hará que el mayor se sienta menos solo y, como consecuencia, tenga menos probabilidad de sufrir depresión o ansiedad.
- Mejora el bienestar físico: cuando estamos con gente, la mayor parte de las veces hacemos planes que requieren moverse o hacer algún tipo de ejercicio físico. Socializar tiene numerosos beneficios para la salud física. Ayuda a combatir la artrosis, la diabetes y la hipertensión arterial.
- La esperanza de vida crece: estudios han demostrado que aquellos mayores que no se relacionan sufren la posibilidad de vivir menos años.
- Fomenta su independencia: el mayor, al organizar planes y ser dueño de su propia vida, sentirá que tiene el control sobre lo que hace. De esta manera, se sentirá tan autónomo como siempre.
- Favorece la estimulación cognitiva: las conversaciones, debates o incluso juegos en grupo requieren un esfuerzo cognitivo. Éste ayuda a mantener capacidades cognitivas como la memoria, la atención y la resolución de problemas.
- Permite realizar diferentes actividades: los mayores saben pasárselo tan bien como los niños pequeños. Además, tienen un as en la manga: sus años de práctica les convierte en duros rivales en los juegos de mesa. Pero las actividades en grupo para mayores no se limitan exclusivamente a esto: Se pueden organizar también excursiones, ver museos, etc.
- Incentiva el descubrimiento de nuevos gustos/hobbies: en la vejez podemos pensar que lo tenemos todo visto. O que sabemos de sobra aquello que nos gusta y lo que no. Pero a más de uno le sorprendería la cantidad de aficiones que podemos descubrir cuando disponemos de tanto tiempo libre para enriquecer nuestra vida.
Las habilidades sociales vienen en parte determinadas por la personalidad del individuo, que se ve influido por su entorno sociocultural y la familia, la escuela y los medios de comunicación. Condicionan no solo su manera de pensar, sino también de comportarse y relacionarse con los demás.
No obstante, el entrenamiento de estas aptitudes y nuestra actitud ante la vida pueden marcar grandes diferencias a la hora de socializar.
Los siguientes consejos te serán muy útiles para socializar con personas que acabes de conocer y causar buena impresión. ¡Sigue leyendo!:
4.1. ¡Pierde el miedo!
Con la edad, nos volvemos más tímidos. Nos invade una sensación de miedo cuando nos enfrentamos a algo nuevo que nos saca de nuestra zona de confort.
Tememos hacer el ridículo, no gustar o no encontrar personas afines. Desde miResi solo podemos decirte una cosa: ¡No hay nada que perder!
Cuántas cosas no habríamos hecho en nuestra vida si le hubiéramos hecho caso a esa vocecita en nuestra cabeza que nos hacía echarnos para atrás siempre que queríamos tomar algún riesgo o temer hacer algo que nos gustaba.
Es importante recordarle al mayor que la vida está para vivirla. ¿Qué hay mejor que cuando lo hacemos rodeados de gente que nos aporta?
4.2. Novedad es sinónimo de puertas abiertas
Ser nuevo en un sitio abre muchísimas puertas. Algunos ejemplos pueden ser cuando te apuntas a una academia, eventos o, en este caso, te introduces a un grupo de personas.
El mayor tiene toda una historia de vida que contar, repleta de anécdotas, dramas y comedias. Relatos con los que cautivar a través de la experiencia. Asimismo, permite encontrar puntos en común que sirvan de trampolín para establecer amistades o, quién sabe, encontrar el amor.
4.3. Sé curioso
Nunca podemos dejar de seguir informándonos de todo lo que sucede a nuestro alrededor. La curiosidad es una herramienta que enriquece nuestra mente, incorporando nuevas ideas, visiones y perspectivas. Una manera de expresar nuestra opinión de una manera más compleja y creativa. Esto nos ayudará en el momento de generar conversaciones interesantes.
Esta curiosidad será la que nos llevará también a salir a la calle, apuntarnos a actividades o sentarnos en un parque para charlar. Potenciará nuestra necesidad innata de ir más allá de lo conocido. Además, se podrá disfrutar de la emoción que supone descubrir algo nuevo.
4.4. No juzgues
No hay nada que provoque más rechazo cuando conoces a alguien por primera vez que juzgar o hacer cualquier juicio de valor.
Es una conducta a evitar, pues lo único que se consigue es generar una distancia irremediable entre las dos personas. Una animadversión. Una oportunidad pérdida para entablar un vínculo duradero.
Es necesario ir con la mente abierta y poner a trabajar una buena dosis de empatía. Dos recursos que nos permitirán ponernos en el lugar del otro y entender distintos puntos de vista.
4.5. ¡Apúntate a todo!
Existen numerosos talleres, concursos, excursiones y actividades dirigidas a la tercera edad. Constituyen un ambiente ideal para conocer nuevas personas del mismo grupo etario. Mientras, se realizan tareas divertidas y se genera apego entre los participantes.
Servirá, además, para desconectar de los problemas del día a día y pasar un buen rato. El mayor perderá la noción del tiempo y volverá a casa con una sonrisa de oreja a oreja.
4.6. Sé tú mismo
Ser auténtico y mostrarte al mundo tal como eres es la mejor cosa que puedes hacer. Te permitirá conectar realmente con cualquier persona que conozcas. La honestidad es algo que se valora por encima de todo. Poder reflejar, además, todo un mundo único y personal de experiencias y sabiduría que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida resulta liberador.
Este consejo lo hemos puesto el último porque es el más importante. “¿El último? ¿Qué sentido tiene eso?”. Mucho, en realidad. En miResi creemos que el mensaje a transmitir más importante debe ir en este lugar, a modo de reivindicación y frase que perdure en la mente.
Una frase que marca el final del recelo paralizante y el comienzo de una alegría desbordante.
Las residencias son las mayores impulsoras de la socialización en las personas mayores. Esto lo hacen mediante la habilitación de espacios comunes y la programación de actividades de terapia ocupacional.
Fomenta de esta manera una acogida, como es debida, del mayor. Le harán sentirse como en casa, pero también como en el recreo de la escuela cuando se divertían con amigos. Debido a la amplia oferta de servicios de la residencia y su organización de excursiones, el mayor nunca se aburrirá. Mucho menos teniendo un grupo de mayores a su lado que sabrá echarse unas buenas risas estando todos juntos.
No podemos olvidar la socialización con los familiares. Las residencias saben la importancia que tiene para el anciano, por lo que muchas residencias disponen de salas de visitas en las que tienen lugar el reencuentro familiar. Todos sabemos la alegría que supone, para ambas partes, encontrarse y poder disfrutar de una compañía tan preciada.
La socialización es una necesidad más del ser humano, que precisa ser cultivada en cualquier etapa de la vida. Por ese motivo, cuando los mayores se sienten solos, sea porque su familia no está cerca o por su recelo a salir a conocer gente, las residencias son un lugar ideal para fomentarla.
Estos centros no son solo un sitio en el que cuidan de tus enfermedades o complicaciones de salud. Quedarse con esa definición arcaica es tener una visión muy reducida de lo que en realidad es: una comunidad de confianza en la que encuentras a personas muy interesantes, con distintas trayectorias de vida, con las que compartir nuevos momentos y disfrutar de la vejez en compañía.
Si buscas una residencia para tu familiar y te está costando encontrar una que se ajuste a tus expectativas, ¡ponte en contacto con nosotros! Nuestro equipo de asesoramiento familiar estará encantado de conocerte y enseñarte las mejores residencias en España. ¡Un trabajo en equipo siempre da buenos resultados! 💚
Fuentes:
- Tu mayor amigo: https://tumayoramigo.com/blog/importancia-socializacion-tercera-edad/
- Cuideo: https://cuideo.com/blog-cuideo/socializacion-fundamental-para-la-tercera-edad/
- Gericare: https://blog.gericare.com.mx/importancia-de-la-socializacion-en-el-adulto-mayor/
- Homewatch CareGivers: http://chile.hwcglat.com/2017/12/20/socializacion-en-la-tercera-edad/