Según nos hacemos mayores hay partes del cuerpo que se resienten más que otras. Hay que tener especial cuidado con los pies, sobre todo en invierno, ya que son la parte del cuerpo que más sufre a lo largo del día. Mantener unos pies sanos es realmente importante para evitar problemas de movilidad o incluso de postura y esto se puede conseguir gracias a la podología en residencias . Si quieres saber más sobre residencias, también puedes contactarnos o pinchar en el siguiente botón.
Los pies de las personas mayores padecen una mayor deshidratación que los de una persona joven. Es por ello que la aparición de lesiones se acentúa con la edad. Un buen calzado o visitar al podólogo hacen que estas lesiones tengan menos probabilidades de aparecer. Desde miResi queremos contarte todos los beneficios de la podología en residencias de mayores.
¡No dejes de leer para saberlos todos!
Contenidos
1. ¿Por qué es importante la podología en residencias?
La mayoría de las personas mayores necesitan recibir cuidados podológicos de manera frecuente. Las patologías que pueden sufrir los ancianos en los pies son muy amplias, incluso a veces pueden sufrir varias a la vez. El envejecimiento hace que muchas otras enfermedades como pueden ser la artrosis o la gota afecten a esta parte del cuerpo y por lo tanto a su movilidad.
Este es precisamente uno de los objetivos de los servicios de podología en centros de mayores. Mantener la movilidad es crucial para que se sientan mucho más independientes. Además, garantizando esto se limitan mucho las probabilidades de que acaben padeciendo una invalidez.
2. Patologías más comunes
Muchas personas no son conscientes de todo lo que pueden sufrir nuestros pies y lo qué les puede pasar. Esta es una lista de las patologías más comunes:
2.1. Juanetes
Esta patología es muy común sobre todo en las personas mayores. Se trata de una masa o protuberancia que se forma en la articulación del dedo gordo del pie. El dedo se deforma y la punta empieza a girarse hacia los dedos más pequeños, pudiendo llegar a ocultar el dedo índice. Puede suceder algo parecido pero en menor escala en el dedo meñique.
Actualmente estas alteraciones en la forma ósea del pie son operables aunque en su mayoría no suelen requerir tratamiento médico.
2.2. Callos y durezas
Los callos y las durezas aparecen mayormente en las plantas de los pies. Se crean cuando un punto del pie sufre peso y fricción continuamente. Esta patología no supone un mal mayor para nuestro mayor, pero sí que es recomendable tratarlos para evitar molestias a la hora de andar.
2.3. Pies hinchados
Esta patología se da de formas muy variadas. Los pies hinchados pueden dificultar la movilidad del anciano, sobre todo si la hinchazón sube por el tobillo y hasta las piernas.
Para evitar que esto suceda se recomienda realizar actividad física, controlar la sal que ingieren en cada comida o también aplicar agua fría de vez en cuando para ayudar a que la sangre circule mejor.
3. Cuidado y tratamiento de patologías de los pies
Los cuidados para evitar cualquier tipo de patología severa en los pies son de lo más sencillos si se tratan con tiempo. Estos cuidados traerán consigo muchos beneficios que podrán notarse en poco tiempo.
Visitar al podólogo con frecuencia ayudará a aliviar complicaciones que hayan aparecido en los últimos días como pueden ser las uñas encarnadas. También controlará e incluso retrasará la aparición de patologías de mayor importancia.
Hay diferentes maneras de cuidar y tratar los pies. Por eso en miResi hemos realizado esta lista:
3.1. Masajes especializados
Mediante el masajeo cuidadoso de los dedos y las plantas de los pies se consigue que la sangre fluya y circule correctamente. Además evitaremos las deformaciones a causa del calzado y de la edad.
3.2. Tratamiento de problemas cutáneos
El uso de cremas y utensilios como la piedra pómez ayudarán a tratar la sequedad y las grietas que aparecen en los pies por la falta de hidratación.
3.3. Revisión y cuidado de las uñas
Llevar una pedicura impecable previene la aparición de uñas encarnadas con posibilidad de infección. En algunas ocasiones, la aparición reiterada de esta patología puede necesitar de una pequeña intervención para solucionarse.
3.4. Hacer ejercicio regularmente
Si la persona mayor se mantiene en movimiento y hace deporte o algún tipo de ejercicio asiduamente, ayudará a que los huesos y músculos que componen los pies no se deterioren fácilmente.
Hay que seguir bien de cerca el estado de los pies de nuestros mayores, ya que incluso la patología más simple puede tener consecuencias graves.
En cualquier caso, si tu mayor presenta algún que otro problema de movilidad o a la hora de andar, es posible que sea necesario buscar ayuda profesional. Una buena idea puede ser una residencia de mayores. En estos centros todo está adaptado y pensado para cumplir con las necesidades de movilidad del anciano. Además, muchos de estos centros cuentan con especialistas y servicio de podología.
Sabemos que dar con la residencia ideal no es tarea fácil. Es por esto que el equipo de miResi se encarga de ayudar a miles de familias a encontrar el centro que más se ajuste a sus necesidades. Escríbenos o llámanos y te asesoraremos de manera personalizada, sin compromiso y de forma completamente gratuita. 💚
Fuentes:
- Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España: https://cgcop.es
- Podoactiva: https://www.podoactiva.com/es/podologia-en-personas-mayores
- Grupo Bastón de Oro: https://bastondeoro.com/podologia-mayores/
- Medline Plus: https://medlineplus.gov/spanish/footinjuriesanddisorders.html
