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¡Conoce los Mejores Hábitos de Vida Saludable en Personas Mayores y Ponlos Ya en Práctica!

La salud es probablemente el mayor tesoro que mejor debemos guardar en nuestra vida. Cuando somos mayores, muchas veces no tenemos ni las ganas ni nos sentimos con las fuerzas necesarias para hacer hasta las labores más sencillas, incluso placenteras para nosotros. No obstante, es imprescindible adoptar una rutina de vida saludable que realmente no solo agradeceremos físicamente, también mental y emocionalmente. Piezas fundamentales como la alimentación y la estimulación cognitiva, entre muchas otras, precisan ser atendidas con la máxima ternura. Por eso hoy, desde miResi, te desvelamos cuáles son los mejores hábitos de vida saludable en personas mayores.

¡Estás a un paso de ser la mejor versión de ti mismo! ¿A qué esperas para saber más?

hábitos de vida saludable en personas mayores

1. Eres lo que comes: Sigue una dieta rica y equilibrada

Una buena alimentación es la base para tener una salud de hierro, sintiéndonos bien tanto por dentro como por fuera. Una vez que hemos llegado a la tercera edad, tenemos que cuidar más el tipo de comida que ingerimos, reduciendo el consumo de grasas y azúcares y priorizando el consumo de legumbres, verduras, lácteos, pescado y fruta. 

Todos estos alimentos proporcionan los nutrientes y vitaminas necesarias para reforzar el sistema inmunológico e incrementar las defensas de nuestro organismo. Algo que resulta vital para el bienestar del mayor, pues su salud es delicada y es más propenso a padecer enfermedades o complicaciones de salud.

Además, muchos productos alimenticios tienen propiedades que favorecen la mejora de las facultades mentales y cognitivas, como la memoria o la atención, como los frutos secos y el huevo.

2. ¡No dejes de moverte! Practica ejercicio físico: Hábitos de vida saludable en personas mayores

Cuando envejecemos nuestra movilidad se ve reducida y nuestra salud se debilita. Nuestras capacidades motoras, como la fuerza, la resistencia o la coordinación, pierden gran parte de su potencial. Si, además, se padece alguna enfermedad adicional que condiciona nuestras posibilidades de realizar no sólo ejercicio físico sino también actividades básicas diarias, la persona mayor puede caer en una rutina de sedentarismo. Una situación que solo agravará con el tiempo el estado de salud física y emocional del anciano.

Por ese motivo, la práctica de deporte en la vejez es fundamental para asegurar su bienestar y su buena salud. Posee numerosos beneficios, fomentando el fortalecimiento de los músculos y huesos; y previniendo la aparición de enfermedades físicas, como las cardiovasculares,  o incluso trastornos mentales, como la ansiedad.

Existen múltiples ejercicios y tipos de deporte, cada uno con sus ventajas y respectivas precauciones a tener en cuenta a la hora de realizarlos. Esto adquiere todavía mayor importancia cuando se trata de personas de tercera edad. 

Aunque la decisión última recae sobre el mayor y sus preferencias, es imprescindible aplicar las recomendaciones pertinentes que haya realizado el médico. Este profesional de la salud es el encargado de  realizar un diagnóstico del estado de salud del anciano, estudiando su caso personal. Posteriormente, podrá prescribir los mejores ejercicios que se adecuen a la situación propia del mayor. 

2.1. Mejores actividades físicas para ancianos

Las mejores actividades físicas para personas mayores son aquellas que permiten una adaptabilidad del anciano. Es esencial que éste pueda regular sus capacidades motoras y decidir la moderación que pretende dedicar. Por ese motivo, te presentamos a continuación la lista con los mejores deportes para la tercera edad:

Se recomienda hacer ejercicio mínimo 3 días a la semana, con unos períodos de entrenamiento de 30 min cada uno. De esta manera, el cuerpo se va acostumbrando y a medida que pasa el tiempo resultará mucho más fácil.

No hay que olvidarse, no obstante, de que antes de realizar cualquier tipo de actividad física, es primordial hacer estiramientos que reducen el riesgo de lesiones y disminuyen la rigidez muscular. De esta manera, se prepara de manera óptima a nuestro cuerpo para hacerle frente a las exigencias del esfuerzo físico.

3. Rodéate de seres queridos: Socializar es clave

El ser humano es social por naturaleza. Si hemos llegado tan lejos como humanidad, esto se debe a nuestro sentimiento de comunidad. Nos dimos cuenta de que trabajar en equipo no solo mejoraba nuestra posibilidad de hacerle frente a cualquier tipo de amenaza. También, nos enriquece emocionalmente, incrementa nuestra autoestima y nos estimula mentalmente.

Aunque desde que nacemos estamos rodeados de gente y nos pasamos la vida conociendo a personas, en la vejez el ritmo de socialización se ve muchas veces reducido. En ocasiones, tanto que el mayor se ve sometido a un aislamiento total que, a largo plazo, hace mella tanto en su salud mental como física. 

Cabe decir que, además, la mayor parte de las veces se produce de manera indeseada: la muerte de los amigos y la vida ocupada de los hijos, dos de las fuentes de relacionamiento más importantes para el mayor, incrementan su sentimiento de soledad.  

Es fundamental, por lo tanto, intentar pasar el mayor tiempo posible con nuestros mayores e incentivarlos para que participen en diversas actividades. Estas podemos organizarlas nosotros  mismos o buscar programas de actividades para mayores organizados por las instituciones o empresas locales. 

4. Estimulación cognitiva: Hábitos de vida saludable en personas mayores

Con el deterioro de nuestras células y funciones vitales, la vejez viene también acompañada por una pérdida de facultades mentales y cognitivas. Entre las principales afectadas encontramos la memoria, la atención, la comprensión o la percepción. 

Todas estas capacidades son indispensables no solo para nuestro desarrollo personal, sino también para relacionarnos con el mundo que nos rodea, aprender de él y, sobre todo, poder llevar a cabo tareas y actividades esenciales para nuestra supervivencia.

Aunque puede estar producida por el desarrollo inherente y natural del envejecimiento, en muchas ocasiones su causa radica en enfermedades psiquiátricas o incluso degenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson.

Muchas de las residencias con las que trabajamos poseen instalaciones especializadas en estas enfermedades neurodegenerativas. Implementan programas de rehabilitación destinados a mejorar la calidad de vida de los enfermos y facilitar su incorporación en la normalidad de su día a día.

Para paliar los síntomas de este proceso y frenar el avance de esta pérdida tan trascendental, existen, además, ejercicios de estimulación cognitiva. Estos consisten en fichas de actividades para entrenar las diferentes regiones del cerebro, trabajando tanto con el lenguaje como con números.

De hecho, en el blog de miResi contamos con un artículo dedicado en particular al entrenamiento de la estimulación cognitiva. Ponemos a tu disposición un conjunto de fichas divertidas para trabajar las capacidades mentales de tu mayor. ¡No te las pierdas!

5. Evita malos hábitos

Aunque muchos hábitos estén arraigados en la sociedad de manera generalizada, adquiriendo casi un perfil de convencionalismo social, no quiere decir que sean buenos para nuestra salud. Nos referimos, especialmente, al tabaco y al alcohol.

Ambas sustancias resultan muy nocivas para nuestro organismo, sobre todo cuando hemos alcanzado una edad provecta en la que somos más susceptibles de desarrollar enfermedades vinculadas al consumo de estas drogas y sufrir algún tipo de disfunción orgánica. No obstante, muchos de nuestros mayores nacieron en una etapa histórica en la que ambas estaban bien vistas y, en la mayoría de los casos, se alentaba a su ingesta.

El tabaco repercute no solo en el cerebro, sino que los principales órganos afectados son los pulmones, principales perjudicados con dicha actividad. 

Algunos de los numerosos riesgos que conlleva para nuestra salud son el desarrollo de complicaciones cardiovasculares, enfermedades dentales o incluso distintos tipos de cáncer (pulmones, boca, faringe o páncreas, entre otros).

Por otro lado, el alcohol, un depresor natural que impide el correcto funcionamiento del sistema nervioso central, afecta a la capacidad de razonamiento y a la coordinación, entre otras funciones vitales. Puede ocasionar daños irreversibles hasta en órganos como el hígado, con dolencias como la hepatitis.

6. Revisiones médicas periódicas: Hábitos de vida saludable en personas mayores

Las personas mayores se encuentran en un estado de salud física y mental mucho más delicado. Con el deterioro de las funciones de su cuerpo, la aparición de enfermedades crónicas, la reducción de movilidad o la pérdida de facultades cognitivas, se hace imprescindible adoptar como medida preventiva la visita periódica al médico de tal manera que se tengan bajo control y se pueda proceder a aplicar un tratamiento lo más rápido posible.

Tenemos que recordar, asimismo, que ir al médico nunca es agradable. Y menos cuando estamos solos. Siempre tendemos a ponernos en lo peor, por lo que contar con una presencia familiar o amiga, un acompañante que nos tranquilice y nos haga ver que va a salir todo bien, es fundamental.

Un diagnóstico temprano pasa de ser una recomendación a algo vital. Una casilla más que rellenar en nuestra lista de tareas para alcanzar una vida plena y satisfactoria.

7. Calidad del sueño: Hábitos de vida saludable en personas mayores

A medida que vamos envejeciendo, nuestro sueño se vuelve más ligero y su calidad se ve reducida por una multitud de factores. Principalmente, nuestra rutina se ve alterada, despertándonos frecuentemente durante la noche y amaneciendo a horas muy tempranas de la mañana.

En la vejez, nuestras preocupaciones pueden verse incrementadas por el miedo, la incertidumbre o, en el peor de los casos, la soledad. Cualquier emoción negativa puede verse proyectada con mayor fuerza si nuestro estado de salud mental está debilitado. Esta vulnerabilidad, por eso, puede condicionar las horas de sueño que conseguimos dormir, ya que nos vuelve más nerviosos y deja que nos invadan pensamientos dañinos para nuestro bienestar emocional.

Asimismo, la incapacidad para conciliar el sueño correctamente se debe al hecho de que durante el día, al sentirse más cansados que una persona joven, tienden a echarse las las archiconocidas siestas. Aunque a corto plazo supone una fuente de energía para el mayor, permitiéndole seguir con el día cómodamente, influye en su poder para dormirse una vez que se ha puesto el sol.

Esta falta de sueño, si persiste a lo largo del tiempo, puede derivar en insomnio. Este es un trastorno del sueño muy frecuente en la tercera edad. Si no se toman las medidas necesarias, puede derivar en mayores probabilidades de sufrir un accidente o trastornos mentales como la depresión.

7.1. Recomendaciones para dormir mejor

Entonces, ¿cómo se puede prevenir y asegurar que tu mayor duerma a pierna suelta?

Aunque el uso de medicamentos somníferos está muy extendido, solo se deben consumir bajo estricta prescripción de un médico. Existen otras alternativas para estimular el sueño de manera más natural, y te las contamos a continuación:

  • No realizar siestas 
  • Practicar cualquier tipo de actividad física, pues agota física y mentalmente, ayudándole a conciliar el sueño cuando se acueste.
  • Evitar la ingesta de cafeína o cualquier tipo de bebida o alimento que estimula en exceso a tu organismo.
  • Realizar técnicas de relajación y respiración que le ayudarán a calmarse y estar más predispuesto al sueño.
  • Implicarse en actividades que resulten placenteras y ayudan a relajarse al mayor, como la lectura o escuchar música.
  • Seguir una rutina estable de sueño, manteniendo la misma hora tanto para levantarse como para acostarse.

hábitos de vida saludable en personas mayores

Gozar de una buena salud, tanto física como mental, es esencial para poder vivir una vejez óptima. A pesar de ser necesario tener en cuenta ciertas medidas preventivas y cuidados a la hora de realizar distintas actividades, siguiendo unos hábitos de vida saludable podremos explotar todo nuestro potencial y llevar la vida que siempre soñamos, independientemente de nuestra edad.

Si, no obstante, la salud de tu familiar es muy frágil y necesita atención especializada las 24 horas del día, quizás conviene plantearse el ingreso en una residencia de ancianos. En ese caso, ¡no dudes en ponerte en  contacto con nosotros! Estaremos encantados de ayudarte, de manera completamente gratuita y personalizada, en estos momentos que pueden llegar a ser tan difíciles emocionalmente.

Nuestro equipo de asesoramiento familiar, dedicado con pasión, cariño y total empatía a conseguir la felicidad del mayor, te acompañará durante todo el proceso. Nuestra misión es encontrar un sitio en el que tu mayor se sienta como en casa.💚

Fuentes:

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Sergio Río
Graduado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad Complutense. Ahora redactor de contenidos sobre gerontología y geriatría en miResi. Cree en el valor humano de la información y que esta cumpla un propósito: ayudar a los mayores y sus familias durante el bello proceso de la vejez. El mundo no solo se cambia con buenas acciones, con buenas historias también.
Sobre el autor

Graduado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad Complutense. Ahora redactor de contenidos sobre gerontología y geriatría en miResi. Cree en el valor humano de la información y que esta cumpla un propósito: ayudar a los mayores y sus familias durante el bello proceso de la vejez. El mundo no solo se cambia con buenas acciones, con buenas historias también.
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