El asma en personas mayores es una condición que merece especial atención debido a sus efectos en la calidad de vida y la salud respiratoria en este grupo de pacientes. La frecuente falta de aire tras realizar un esfuerzo físico o una tos persistente durante ciertas épocas del año puede indicar la presencia de esta enfermedad de las vías respiratorias. Además de los tratamientos farmacológicos, los ejercicios de respiración pueden desempeñar un papel crucial en el control y gestión del asma, proporcionando una esperanza para mejorar el bienestar respiratorio de los ancianos.
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¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad crónica que afecta a los pulmones. Se caracteriza por provocar la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, dificultando la capacidad de respiración. Se manifiesta mediante distintos síntomas, como la tos o la falta de aliento.
Aunque es una enfermedad frecuente en los niños, puede afectar a cualquier grupo etario. De hecho, los ancianos también son especialmente vulnerables debido a que su condición de salud es mucho más frágil.
Síntomas del asma en personas mayores
El asma puede manifestarse de manera puntual o, si los síntomas empeoran y se vuelven persistentes, derivar en una crisis asmática. Es, por tanto, indispensable estar pendiente de la respiración de las personas mayores. En caso de detectar cambios repentinos y una desmejora de su capacidad respiratoria, el siguiente paso a efectuar es consultar con un especialista de la salud.
Los síntomas del asma más comunes incluyen:
- Dificultad para respirar: un proceso tan natural como la respiración se vuelve arduo y cuesta el doble de esfuerzo realizarlo. El anciano siente que, con cada bocanada, coge menos aire del que debería.
- Opresión en el pecho: el mayor puede llegar a sentir como si tuviese una gran caja de plomo encima, generando además malestar e inquietud.
- Tos: es el síntoma más frecuente.
Mejores ejercicios de respiración para asma en personas mayores
Al margen del tratamiento farmacológico y del cambio de costumbres que se puedan adoptar, existen otras técnicas que fomentan una mejoría de las capacidades pulmonares. Como consecuencia, se genera una mayor tolerancia y resistencia a los distintos factores causantes del asma. No obstante, estas prácticas deben complementar las recomendaciones médicas.
Existen una infinidad de ejercicios de respiración dirigidos, en especial, al fortalecimiento de los pulmones, ayudando a paliar los efectos del asma, algunos de ellos son:
- Respiración diafragmática. Consiste en respirar mientras se contrae el diafragma, lo que fortalece este músculo y aumenta el flujo de oxígeno. Al facilitar el proceso respiratorio, se logra incrementar la capacidad pulmonar de manera efectiva.
- Método Buteyko. Esta reeducación respiratoria comienza con la inhalación de aire y luego la exhalación completa. Acto seguido, se tapa la nariz con los dedos y se cierra la boca manteniendo la respiración hasta sentir cierta sensación de ahogo. En ese punto, se liberan los dedos y se realiza una respiración profunda para después volver a respirar con normalidad.
- Método Papworth. Se basa en una secuencia de ejercicios de respiración y relajación. Esta técnica no solamente contribuye a mejorar la gestión del estrés, sino que también puede ser útil en situaciones relacionadas con la manifestación somática del asma.
Otras prácticas
El yoga es una disciplina que conecta la mente, el cuerpo y el espíritu a través de ejercicios de respiración y la práctica de diferentes posturas. La inhalación profunda juega un papel esencial, ya que refuerza el almacenamiento de los pulmones y ayuda a entrenar los ritmos idóneos de respiración.
Esta dinámica resulta muy beneficiosa para las personas mayores con asma que presentan crisis asiduamente. Permite que tomen conciencia sobre su propio proceso de respiración y mejora las capacidades funcionales de sus pulmones.
El deporte, realizado de manera moderada y ajustándose a las necesidades y limitaciones individuales, es otra de las alternativas para ayudar a paliar los síntomas del asma. Algunos de los ejercicios físicos más recomendables son la natación, senderismo, ciclismo o, simplemente, caminar.
La incorporación de estos ejercicios en la rutina diaria de los mayores asmáticos puede ayudar a mejorar su calidad de vida y facilitar el manejo de los síntomas asociados a esta enfermedad respiratoria crónica.
Fuentes:
- Medline Plus: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000141.htm
- Mayo Clinic: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/asthma/symptoms-causes/syc-20369653
- Health Line: https://www.healthline.com/health/es/ejercicios-para-asma
- Medical News Today: https://www.medicalnewstoday.com/articles/es/ejercicios-para-el-asma
- American Lung Association: https://www.lung.org/