Actualmente, los seres humanos contamos con una alta esperanza de vida. Siempre va en función de diversos factores, como el país, la clase social, el acceso a la sanidad, la morbosidad, etc. La mayor parte de la población de hoy en día tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años. Es decir, podemos disfrutar de la vejez.
Esta alta esperanza de vida, que en España es de 83 años aproximadamente, provoca un fenómeno llamado envejecimiento poblacional. Como causa de este fenómeno, se espera que para 2050 la población mayor de 65 años represente el 46% de la población mundial. Esto supone casi la mitad de la población.
El incremento de la esperanza de vida ofrece nuevas oportunidades para los mayores y sus familias, así como para toda la sociedad. La última etapa de vida, debida al envejecimiento, es llamada vejez, o tercera edad. En esta etapa las personas mayores pueden realizar muchas actividades nuevas y seguir aprendiendo junto a sus seres queridos.
Contenidos
- 1.1. La salud: el aliado de la vejez
- 1.2. ¿Qué es la vejez?
- 1.3. Vejez y envejecimiento ¿Es lo mismo?
- 1.4. ¿Cuáles son las características de la vejez?
- 1.5. ¿Cuáles son las etapas de la vejez?
- 1.6 ¿Cómo llegar sano a la vejez?
1.1. La salud: el aliado de la vejez
Sin embargo, existe un problema que puede frenar, a medida que la persona es cada vez más mayor, la realización de actividades, así como la propia calidad de vida: la salud.
La salud es esencial para el desarrollo de las tareas del día a día, así como para disfrutar de la jubilación y de las actividades en familia. Si se goza de buena salud, la vejez puede ser un buen periodo para las personas mayores. Sin embargo, a medida que ésta empeora, el declive de las capacidades físicas y mentales hace que el mayor vaya perdiendo autonomía y calidad de vida.
¿Tienes algún familiar de más de 65 años y te haces preguntas sobre esta nueva etapa? ¿Te preocupa su salud?
Para contestar a todas tus inquietudes, miResi ha elaborado este artículo. Aquí te contamos qué es la vejez, qué características tiene, cuáles son sus fases y los cuidados que necesitan las personas en esta etapa de la vida.
1.2. ¿Qué es la vejez?
La vejez es un proceso fisiológico común a todos los seres humanos, y en ella se producen cambios físicos, psicológicos y sociales.
Normalmente, se considera que la vejez, o tercera edad, empieza a los 65 años. Es en este momento donde las personas sufren un punto de inflexión en sus vidas. Los cambios en la vejez no son iguales en todas las personas, y no todo el mundo se enfrenta de la misma manera a ellos. Hay ancianos que pueden llegar a la vejez y disfrutar de una buena calidad de vida, y otras personas que no disponen de las herramientas suficientes para enfrentarse a esta nueva etapa.
Cada persona es un mundo. Por ello, en función de las capacidades y experiencias de vida de cada uno, se desarrollan unos cambios u otros. Esta etapa está caracterizada por ser el momento donde llega la jubilación, o ser abuelo, y sigue a la etapa de la madurez.
La calidad de vida en la vejez es posible trabajarla, pero conlleva un esfuerzo por parte de los mayores. Es importante realizar una actividad física moderada, así como mental, para estimular y mantener activas las capacidades cognitivas para evitar el deterioro temprano.
1.3. Vejez y envejecimiento ¿Es lo mismo?
En la mayoría de ocasiones, la vejez y el envejecimiento se usan como sinónimos. No obstante, no significan lo mismo. La vejez es la última etapa de la vida, y el envejecimiento es todo el proceso, desde el principio hasta el final. Por tanto, la vejez es la última fase del proceso del envejecimiento.
El envejecimiento es un proceso causado por la acumulación de daños moleculares y celulares producidos por el paso del tiempo. Esto hace que las capacidades tanto físicas como mentales desciendan gradualmente y aumentan los riesgos de dolencias y afecciones.
Por otro lado, la vejez es un concepto y una situación social. Da respuesta al envejecimiento, y engloba otros factores, no solo el envejecimiento biológico. La falta de apoyo social o familiar, así como la soledad o la falta de actividad en comunidad hacen que la adaptación a la vejez resulte difícil.
Conocer las diferencias entre ambos términos es importante para entender el proceso y la nueva etapa de vida de nuestro familiar. De este modo podremos ofrecer los cuidados necesarios para ayudarle a mantener una buena vida.
1.4. ¿Cuáles son las características de la vejez?
Reconocer los cambios de la vejez puede ayudarnos a identificar las necesidades que tienen nuestros mayores. Las características no se manifiestan de la misma manera en todas las personas, pero sí suelen tener algunos elementos en común.
Algunas de las características de la vejez son:
1.4.1. Cambios fisiológicos
Aparecen las arrugas, como falta de hidratación en la piel, las células envejecen, cambia el físico y la estructura corporal y se pierde elasticidad.
1.4.2. Cambios en la salud
El riesgo de padecer alguna enfermedad se incrementa, y por tanto el riesgo de mortalidad.
1.4.3. Cambios de actividad
Se producen cambios en la actividad interna. A pesar de que con la edad cuesta más hacer ejercicio físico, este es muy importante para gozar de buena salud en la vejez.
1.4.4. Cambios nutricionales
Los cambios en la alimentación también se producen durante la tercera edad. Las necesidades metabólicas cambian, por lo que la alimentación debe ser adecuada. Además, surgen problemas bucales o de digestión que deben corresponderse con una dieta adecuada.
1.4.5. Cambios orgánicos
Pueden aparecer incontinencias así como fallos en algunos órganos, como los sexuales. Esto hace que ciertas rutinas cambien. Normalmente, suele traer consecuencias sociales y mentales para los mayores.
El papel dentro de la sociedad, la familia y la forma de percibir las relaciones sociales cambia. En ocasiones las personas se retiran de la vida pública, alejándose de sus relaciones. Esto puede perjudicar a su salud mental.
1.4.7. Cambios personales
La percepción personal de cada uno también cambia. Además, la identidad y la imagen que uno tiene de sí mismo puede cambiar de manera negativa, haciendo que la autoestima disminuya.
1.4.8. Cambios de percepción
Los sentidos de los órganos pueden verse afectados, produciendo problemas de sordera, de visión, de habla, etc.
1.4.9. Cambios en el sueño
Los ritmos cambian, así como las rutinas. Junto con los cambios en la alimentación y en el ejercicio, los cambios en el sueño son muy fáciles de identificar en las personas mayores.
Si alguno de estas características se intensifica, o incapacita a la persona, es recomendable acudir a un especialista. Éste determinará qué cuidados puede necesitar nuestro familiar.
1.5. ¿Cuáles son las etapas de la vejez?
Cuando llega la vejez, los cambios no se producen de golpe. El envejecimiento puede ser un proceso largo, y a medida que va avanzando se producen unos cambios u otros.
Existen diferentes etapas de la vejez:
1.5.1. Prevejez
Comprende desde los 55 a los 65 años. Los cambios aún son leves, pero las funciones ya pueden experimentar algunos cambios. Pueden aparecer cambios en el sueño, la digestión o la masa muscular. Asimismo, las mujeres experimentan cambios hormonales, como la llegada la llegada de la menopausia.
1.5.2. Vejez
Esta segunda etapa comprende la edad entre los 65 y los 79 años. En este momento los huesos empiezan a volverse más frágiles, se deteriora la capacidad de aprender, los esfuerzos físicos cada vez cuestan más, y empiezan a aparecer problemas digestivos, auditivos o de visión. No obstante, el mayor aún es capaz de llevar una vida “normal”, con o sin ayuda.
1.5.3. Ancianidad
La ancianidad es la última etapa, y comienza a los 80 años. Puede producirse pérdida ósea y muscular, por lo que la autonomía empieza a verse afectada. Asimismo, pueden aparecer patologías más graves, como el Alzheimer o el ictus. En este momento, la autorrealización y la capacidad de mantener las relaciones sociales es muy importante. Esto ayuda a evitar el aislamiento y la soledad, mejorando la autoestima de la persona.
1.6 ¿Cómo llegar sano a la vejez?
1.6.1. Salud en la vejez
La vejez no debe verse como la etapa final de la vida. A pesar de que es cierto que en esta fase se producen pérdidas en muchos niveles, se debe romper con los mitos que rodean a esta etapa y enseñar a nuestros familiares a disfrutar de una manera plena.
La tercera edad es un momento de plenitud, donde poder llevar a cabo nuevos proyectos y disfrutar de cosas nuevas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envejecimiento activo es “el proceso de optimización de oportunidades de salud, participación y seguridad, con el objetivo de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen”.
Por eso, el envejecimiento activo no es solo una actividad física o de salud, sino que también implica una participación social, cultural y familiar. Las personas mayores deben de ser conscientes de sus vidas y decidir sobre ellas de manera libre. A través de los recursos que la sociedad les brinda, deben de mantener su autonomía el mayor tiempo posible.
1.6.2. La gerontología y la geriatría
Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuando se llega a estas edades, las afecciones empiezan a manifestarse. Pérdida de audición, cataratas, dolores de espalda o de huesos, depresión, demencias, problemas cardíacos, etc. Todos ellos son patologías que empiezan a manifestarse en la tercera edad, y que van agravándose con el tiempo.
Se llaman síndromes geriátricos y son consecuencia del envejecimiento celular. Además, muchas de estas patologías vienen acompañadas de caídas, incontinencias, úlceras, parálisis, etc. Esto hace que las personas mayores sean cada vez más dependientes.
Para ello nacen la gerontología y la geriatría. La gerontología es una disciplina que tiene la responsabilidad de dar respuesta al envejecimiento. Es una ciencia que estudia los procesos de los adultos y ancianos, con el objetivo de mejorar su calidad de vida.
Por otro lado, la geriatría es la ciencia que se dedica a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades de los ancianos. Ambas tienen la misión de cubrir las necesidades sanitarias de los mayores, promocionando su salud.
1.6.3. Cuidados en la vejez
Para llegar sanos a la vejez y poder disfrutar de la tercera edad, es necesario impulsar y fomentar el envejecimiento activo, así como llevar una vida sana y equilibrada. Los cuidados en la vejez dependen de cada persona. No obstante, existen unas pautas que pueden ayudar a mantener un buen estado de salud:
Buena alimentación
Llevar una dieta equilibrada es muy importante. Se deben evitar las grasas y el azúcar y aumentar las raciones de frutas y verduras, así como la ingesta de agua para mantener hidratado el cuerpo y la piel.
Actividad física moderada
Realizar ejercicio físico es muy importante para mantener activo y saludable el cuerpo. Es cierto que en la vejez el ejercicio físico cada vez cuesta más, pero los paseos diarios son una buena manera de mantenerse activo.
Revisiones médicas
Cuidar de la salud es esencial para mantenerse joven. Realizarse chequeos habitualmente es muy importante, de cara a prevenir enfermedades que puedan aparecer en un futuro.
Cuidado del cuerpo
Verse bien, cuidado y aseado es muy importante para el bienestar del mayor. Cuidarse la piel, el pelo o acudir al podólogo son algunas de las actividades que el mayor puede realizar para un buen envejecimiento activo.
Cuidado de la mente
Igual que se debe mantener activo el cuerpo, es necesario mantener activa la mente. A través de diferentes actividades, como la lectura, la escritura, etc., el mayor puede desarrollar y mantener unas buenas capacidades mentales que ayuden en la prevención de posibles demencias.
Para una buena salud mental, es importante relacionarse con amigos, familia, antiguos compañeros de trabajo, etc. Esto ayudará a mantener una actitud activa y positiva ante la vida, además ayuda a evitar la soledad.
Evitar malos hábitos
Es necesario evitar el tabaco y el consumo abusivo de alcohol, así como otras drogas, si se quiere llevar un buen envejecimiento activo y mantenerse sano.
Adaptar la casa
En la tercera edad pueden producirse problemas de movilidad por lo que es necesario adaptar los baños, las escaleras y todo aquello que pueda suponer un problema. Además, esto ayudará a mantener la independencia del mayor durante más tiempo.
Aceptar y aprender del envejecimiento
Aceptar el envejecimiento ayuda a disfrutar más de esta etapa. Ayudar al mayor a entender las limitaciones, dándole herramientas para disfrutar es necesario para que siga aprendiendo como ser humano. La vejez es solo una etapa más, por lo que hay muchas actividades y planes para disfrutar, solo o en compañía.
1.6.4 Buscar cuidados profesionales
Como vemos, los cuidados en la vejez son muy importantes para poder envejecer activamente. Esto ayuda a nuestros familiares a disfrutar, aprender y desarrollarse como en cualquier otra etapa de su vida. No obstante, en ocasiones, la vejez y los cambios que se producen en el cuerpo, traen consigo ciertos problemas de salud. Es normal que durante esta etapa empiecen a aparecer signos de demencias, Alzheimer, Parkinson, u otras patologías relacionadas con la tercera edad.
Por eso, si observamos que nuestros mayores empiezan a sufrir estas enfermedades es necesario buscar ayuda profesional. Para poder ayudarles a seguir manteniendo una alta calidad de vida, y evitar que estas patologías supongan limitaciones en su vida, existen cuidados profesionales que les ayuda a seguir viviendo tranquilamente.
Por un lado, si el mayor aún conserva cierta independencia, podremos optar por la ayuda a domicilio. Este tipo de cuidados está orientado a los mayores que aún conservan independencia y pueden valerse por sí mismos. Les ayudan a realizar actividades de la vida diaria que pueden suponer ciertas limitaciones, como la limpieza o las compras básicas. El principal objetivo de la ayuda a domicilio es retrasar la dependencia el máximo tiempo posible.
Por otro lado, también podemos buscar un centro de día para personas mayores. Estos centros están orientados a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, así como fomentar su independencia. Además, permite a las familias poder mantener su ritmo de vida habitual. En estos centros ofrecen a los mayores cuidados asistenciales de calidad, y les ayudan a realizar todo aquellos que en sus casas ya no pueden. Una ventaja es que vuelven a casa a dormir, lo que les permite seguir conectados a su vida habitual.
Por último, una de las mejores opciones, son las residencias para mayores. Estos centros ofrecen servicios médicos y asistenciales a aquellos mayores que ya no pueden valerse por sí mismos. En ellos les ayudan a desarrollar todas sus capacidades y fomentan un envejecimiento activo. Además, el personal está altamente cualificado y especializado en las patologías de la tercera edad. De este modo, nos aseguramos que nuestros familiares tienen sus necesidades cubiertas. Así, podremos vivir más tranquilos, ya que sabemos que nuestros mayores están bien cuidados.
La vejez es una etapa maravillosa donde disfrutar de nuevos planes, de amigos y familiares, así como de nuevas experiencias. Ayudar a nuestros mayores a envejecer activamente es también una importante tarea. Así podremos disfrutar también nosotros de ellos. Las personas mayores son grandes ejemplos de la vida, por ello son los mejores maestros. Cuidarlos hará que puedan disfrutar de una vida plena y sana.
Muchas gracias por compartir este contenido sobre la vejez. Me ha gustado mucho este artículo y he aprendido un montón, me va a venir genial para un trabajo
¡Muchas gracias a ti por tu comentario Cintia! Estamos muy contentos de que hayas aprendido ¡es lo más importante! 😉
Entre otros profesionales de la salud, para las enfermeras es de trascendente importancia conocer en profundidad las caracteristicas de cada uno de los estadios del ciclo vital de las personas, ya que son estas el objeto de sus cuidados. Dichos cuidados facilitaran a los individuos la posibilidad de disponer de habilidades personales y sociales para su vida diaria y para afrontar las situaciones criticas que obviamente han de producirse.