A medida que las personas envejecen, resulta inevitable que experimenten una disminución progresiva en sus capacidades motoras, especialmente cuando se ven afectadas por enfermedades crónicas como la artrosis de cadera. Esta condición degenerativa representa un desafío significativo, ya que reduce la movilidad y provoca dolor, rigidez y limitaciones funcionales. Con el tiempo, estos síntomas tienden a empeorar, lo que dificulta que nuestros familiares mayores realicen actividades cotidianas de forma autónoma.
No obstante, existen enfoques integrales de atención médica, terapias especializadas y opciones de tratamiento innovadoras que pueden mejorar considerablemente la calidad de vida de las personas mayores que padecen artrosis de cadera. Estas soluciones brindan una renovada esperanza al contribuir a la recuperación de la movilidad, la reducción del dolor y la restauración de la independencia en la vida diaria.
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Qué es la artrosis de cadera
La artrosis es una enfermedad degenerativa que reduce la movilidad de las articulaciones. En el caso de la artrosis de cadera, la articulación dañada es la que une el fémur con la pelvis. Su deterioro provoca dificultades en actividades básicas como caminar, sentarse y levantarse.
El origen del problema es el desgaste del cartílago. Es decir, el tejido elástico entre ambos huesos desaparece y le movimiento es mucho más complicado.
Qué provoca la artrosis de cadera
La artrosis de cadera puede originarse por numerosas razones. Entre ellas, se incluyen:
- Origen traumático. Un accidente de coche u otro episodio que cause lesiones en la cadera puede dejar como secuela la artrosis si el traumatismo no se trata adecuadamente o no se cura de forma correcta.
- Origen congénito. En algunos casos, la artrosis puede originarse en el feto debido a malformaciones durante la gestación o a problemas en el crecimiento del embrión. Estos factores suelen ser ajenos a los padres y están presentes desde el inicio del desarrollo del individuo.
- Origen vascular. Las malformaciones en la cabeza femoral, las luxaciones y el daño en los vasos vasculares que suministran sangre a la articulación de la cadera pueden dar lugar a una insuficiencia vascular, derivando en artrosis.
- Desequilibrio. La falda de equilibrio, generalmente causada por tener una extremidad más larga que la otra (dismetría), puede ser otra causa de artrosis de cadera.
Es necesario destacar que estas son solo algunas de las posibles causas subyacentes de la artrosis de cadera. Además, cada caso puede presentar factores individuales que contribuyan al desarrollo de esta condición degenerativa.
Síntomas de la artrosis de cadera
Los síntomas de la artrosis de cadera no son muy numerosos. Se limitan al dolor y la reducción de la movilidad en la zona de la cadera y la ingle. Pese a la reducida diversidad sintomática, este dolor puede ser muy agudo y originar problemas para caminar, rigidez, cojera e, incluso, una completa inmovilidad de la persona mayor.
Problemas derivados de la artrosis de cadera
Los problemas de la artrosis no terminan en sus síntomas, sino que, además, pueden derivar en otras afecciones. La osteoporosis, las infecciones, la aterosclerosis, la amiloidosis, la diabetes y la dislipemia son algunas de ellas.
Osteoporosis
La osteoporosis es una patología que reduce la consistencia de los huesos, por lo que estos son más débiles y más proclives a romperse. Esto se puede prevenir mediante el consumo de calcio, una dieta equilibrada y ejercicio moderado.
Infecciones
Algunos medicamentos inmunosupresores y ciertas lesiones pueden provocar infecciones. Pueden darse en las articulaciones – artritis infecciosa – o extenderse a los pulmones. Además, estas infecciones pueden provocar fiebre, malestar general, tos y dificultades para respirar, entre otros síntomas.
Aterosclerosis
La aterosclerosis consiste en la formación de placas de grasa en las arterias. La consecuencia es la obstrucción de la arteria y la formación de coágulos de sangre. Esto puede derivar en infartos y accidentes cerebrovasculares. Una de las causas que pueden originar este problema es la toma de algunos medicamentos para tratar la artrosis.
Amiloidosis
Este efecto secundario de la enfermedad se basa en la acumulación de almidón y otras sustancias en distintos órganos. La inflamación a consecuencia de la artrosis de cadera puede agravar esta condición. La amiloidosis en los riñones, bazo e hígado pueden derivar en una insuficiencia renal.
Diabetes
La artrosis de cadera puede empeorar las enfermedades que el paciente ya padecía con anterioridad, como es el caso de la diabetes.
Dislipemia
La dislipemia hace referencia a la obesidad. La artrosis aumenta la posibilidad de tener sobrepeso. Reduciéndose la movilidad, aumenta la predisposición a a padecer sobrepeso. Esto puede derivar en un infarto.
Prevención de la artrosis de cadera
Al tratarse de una patología que, habitualmente, aparece por causas ajenas al individuo, no es sencillo establecer pautas para su prevención.
Mantener un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación variada y equilibrada, puede desempeñar un papel importante en la prevención de la artrosis. Además, es importante tener en cuenta que ciertos agentes químicos pueden favorecer el desgaste del cartílago. Para contrarrestar su efecto, se recomienda consumir alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas A, C y E.
Por otro lado, realizar deporte de forma racional puede contribuir notablemente a la prevención. La natación y los paseos a pie o en bicicleta son actividades sencillas que favorecen la flexibilidad y resistencia de las articulaciones. Sin embargo, largas exposiciones a una actividad deportiva intensa pueden conducir a un gran desgaste de las articulaciones.
Tratamiento de la artrosis de cadera
Deporte
La rehabilitación, sobre todo tras una operación, es esencial para que las personas mayores recuperen la movilidad en las articulaciones. El sobrepeso produce una sobrecarga en la cadera, por lo que es conveniente adelgazar para que esta articulación no se resienta por el esfuerzo.
Tratamiento farmacológico
Para la artritis se emplean cuatro tipos de medicamentos: antiinflamatorios, analgésicos, corticoides y antirreumáticos.
- Antiinflamatorios para reducir la hinchazón del músculo y aliviar el dolor y facilitar el movimiento.
- Corticoides con la misma finalidad que los antiinflamatorios.
- Antirreumáticos destinados a aminorar los síntomas generales de la artrosis y reducir su evolución en el tiempo.
- Analgésicos para reducir el dolor.
Fisioterapia
La fisioterapia en el tratamiento de la artrosis consiste básicamente en la aplicación de calor, frío o impulsos eléctricos para reducir el dolor y estimular la movilidad. Estas terapias reducen considerablemente la rigidez en los músculos.
Material de apoyo
Los bastones, así como los andadores, son grandes aliados para aliviar el dolor y potenciar la movilidad de nuestros mayores con artritis de cadera.
En los casos más extremos, los especialistas pueden recomendar una operación. En esta, se emplean prótesis de cadera.
La pérdida de independencia y la disminución en la calidad de vida que acompaña a la artrosis de cadera no solamente afecta a los mayores que la padecen, sino también a sus familiares cercanos.
Ante esta realidad, resulta imprescindible buscar soluciones efectivas que brinden alivio y mejoren el bienestar de los mayores con artrosis de cadera. La atención médica especializada, la rehabilitación física y las terapias de apoyo desempeñan un papel fundamental en el manejo integral de esta condición.
Fuentes:
- Asociación Española con la Osteoporosis y la Artrosis: https://www.aecosar.es/artrosis/