Existen muchas enfermedades que aún no se conocen del todo. Pero, que afectan a gran parte de la población mayor. Es importante reconocerlas para poder encontrar los mejores cuidados. Hoy, desde miResi te hablamos sobre los diferentes tipos de epilepsia en personas mayores. También te contamos sus síntomas.
Hoy en día, aproximadamente 48.000 – 50.000 personas de la tercera edad sufre epilepsia en España.
Vivir con Epilepsia
A pesar de ser una patología poco explorada, existen más de 30 tipos de epilepsia. Y muchas de ellas, las padecen nuestros mayores.
Contenidos
- 1. ¿Qué es la epilepsia en personas mayores?
- 2. Tipos de Epilepsia en Personas Mayores
- 3. Diagnóstico de los tipos de epilepsia en personas mayores
- 4. ¿Puede la epilepsia limitar su vida diaria?
1. ¿Qué es la epilepsia en personas mayores?
La epilepsia en personas mayores es la enfermedad cerebral crónica más habitual en la tercera edad, sobre todo después de los 60-65 años.
Acorde a Sanitas, “el 25% de todos los casos se diagnostican a partir de esta edad, siendo más frecuente en los hombres que en las mujeres”.
La epilepsia se produce en forma de ataque o crisis. El mayor puede incluso sufrir la pérdida del conocimiento durante un período corto de tiempo (alrededor de unos segundos o unos minutos). Además, puede llegar a producir convulsiones.
2. Tipos de Epilepsia en Personas Mayores
Existen infinidad de tipos de epilepsia en personas mayores. A continuación, te hablamos sobre los más comunes en la tercera edad:
¡Sigue leyendo!
2.1. Crisis epilépticas parciales: tipos de epilepsia en personas mayores
Este tipo de crisis de epilepsia es el más frecuente en personas mayores. Aparecen en una única zona del cerebro.
Se puede manifestar con los siguientes síntomas:
- Se activan los sentidos con mucha intensidad. El mayor comienza a notar sensorialmente cosas que no están presentes.
- Experimentan emociones extremas como el temor, el pánico o la tristeza.
- Aparición de flashbacks.
- Bajo nivel de conciencia sobre uno mismo y lo que sucede alrededor.
- Problemas para articular palabras.
- Sufren movimientos corporales involuntarios que no pueden controlar.
- Chasquidos extraños con los labios (como succionar).
A su vez, las crisis epilépticas parciales se pueden dividir en crisis parciales simples o crisis parciales complejas… ¡Veamos en qué se diferencian!
2.1.1. Crisis parcial simple
Cuando la persona mayor sufre una crisis parcial simple, no pierde el conocimiento ni sufre algún tipo de convulsión. Por eso, es más difícil detectarla cuando ocurre.
Simplemente, experimenta modificaciones en sus sentidos (olfato o vista), sufre alguna pérdida de memoria (provocada por momentos de muchísima confusión mental) y alguna zona del cuerpo realiza movimientos extraños que el mayor no llega a comprender.
A pesar del grado tan alto de confusión, el mayor que sufre este tipo de crisis puede ser completamente consciente de la situación debido a su estado de alerta.
2.1.2. Crisis parcial compleja
A diferencia de la crisis parcial simple, en la crisis parcial compleja sí se experimentan convulsiones. En forma de movimientos extraños que se reproducen como si fuera un tic nervioso.
En caso de que la convulsión no pare, es necesario acudir a un servicio médico de urgencia. Ya que puede provocar una hemorragia o un derrame cerebral.
Además, el mayor sí que sufre una pérdida del conocimiento.
2.2. Crisis epilépticas generalizadas: tipos de epilepsia en personas mayores
A diferencia de las crisis epilépticas parciales, en las generalizadas la descarga eléctrica empieza en todo el cerebro de forma simultánea. Es decir, no es por zonas, sino de forma global. Suele aparecer de forma repentina, por lo que debemos estar preparados.
En este caso, el mayor no es consciente de lo que está pasando, por lo que debemos ser delicados con la situación y su nivel de confusión. Se encuentra muy aturdido. Intentemos no agobiarlo para que pase la crisis lo mejor que pueda.
Este tipo de crisis se dividen en:
2.2.1. Crisis de ausencia o Pequeño Mal
Esta crisis epiléptica no muestra signos de convulsiones, lo que implica únicamente una pérdida de conocimiento reducida.
A pesar de que las crisis de ausencia suceden mayoritariamente en niños, no la excluimos. Pues, un pequeño porcentaje puede darse en personas mayores.
Los signos que reflejan que un mayor está experimentando crisis de ausencia son los siguientes:
- Mirada firme en un punto concreto, pero a la vez desorientada.
- Pestañeo corto.
- Inconsciente de lo que sucede en el entorno.
2.2.2. Crisis epiléptica mioclónica
En las crisis epilépticas mioclónicas, es en donde más convulsiones violentas se dan. Sobre todo de alguna de las extremidades, algún que otro músculo o en ocasiones, de todo el cuerpo del mayor.
Comienza a vagar o realizar movimientos circulares extraños, sus músculos se vuelven cada vez más rígidos y se presencian temblores.
2.2.3. Crisis tónicas
En las crisis tónicas, los músculos alcanzan un nivel de agarrotamiento muy alto durante un período de tiempo breve.
Debemos tener mucho cuidado si nuestro mayor se encuentra de pie, ya que puede sufrir alguna caída repentina de espaldas. Esto podría tener graves consecuencias para su salud.
2.2.4. Crisis atónicas o síndrome de caída
En este tipo de crisis, los músculos se aflojan radicalmente, llegando a un estado de completo relajamiento. ¡Cuidado! Puede darse de nuevo alguna caída imprevista al suelo.
En las crisis atónicas, las convulsiones se dan casi siempre. Suponen un riesgo real para la seguridad del anciano, ya que puede estar realizando alguna actividad que ponga en riesgo tanto al paciente como a su entorno.
Esta dependencia genera graves problemas de salud mental en los pacientes mayores. Tales como la ansiedad o la depresión, comprometiendo también su estado de ánimo.
2.2.5. Crisis convulsiva tónico-clónica o Gran Mal
Las crisis en las que abundan las convulsiones, experimentan gran tirantez en los músculos, que se contraen y relajan continuamente. Esta sensación dura varios segundos, son como zarandeos cíclicos.
En muchas ocasiones, la persona mayor con este tipo de crisis epiléptica nace con ella. Pues, es un tipo de epilepsia congénita.
¿Qué sucede cuando se da una crisis de este estilo? Te contamos paso a paso los síntomas:
- Los mareos comienzan a hacerse notables.
- El mayor se siente desconcertado o confuso.
- Los latidos se aceleran y suben las pulsaciones.
- Cada vez, le cuesta más respirar con normalidad.
- Puede experimentar un color azulado en su piel.
- Pérdida del conocimiento.
- Desmayos o desvanecimientos que acaban en caídas de forma usual.
Una vez haya pasado un tiempo prudencial tras haber sufrido la crisis, la persona mayor recobra el conocimiento. Sin embargo, debemos ser delicados con la situación. No suelen recordar nada de lo ocurrido después de una crisis convulsiva tan fuerte.
3. Diagnóstico de los tipos de epilepsia en personas mayores
Para confirmar la presencia de un tipo de epilepsia u otro, debemos acudir inmediatamente con nuestro mayor a su médico de cabecera o al especialista (el neurólogo) para saber el diagnóstico.
Tras detectar algunos síntomas, reconocer la epilepsia puede ser bastante complicado. Esto se debe a que se pueden relacionar con problemas de envejecimiento o con efectos secundarios de algunos medicamentos. Pues, muchos mayores padecen otras enfermedades a la misma vez.
Que nuestro mayor tenga crisis convulsivas no tiene por qué significar que padezca de epilepsia. Pues, éstas pueden desencadenarse por otros problemas de salud como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.
Por ello, para diagnosticar correctamente la epilepsia, se realizan algunas pruebas como:
- Electroencefalograma (EEG).
- Estudio por imágenes del cerebro como IRM (Imagen por Resonancia Magnética) o TAC (Tomografía Computerizada).
- Análisis de sangre.
4. ¿Puede la epilepsia limitar su vida diaria?
Sí. Sobre todo si las convulsiones aparecen en la persona mayor mientras realiza alguna actividad o se encuentra sola en casa. Por eso, el nivel de dependencia aumenta.
Debemos garantizar los mejores cuidados para nuestro mayor con epilepsia en caso de urgencia. Por eso, las residencias que forman parte de nuestra red cuentan con equipos profesionales sanitarios formados en primeros auxilios.
Además, existen casos muy graves de epilepsia. Sobre todo, si las convulsiones llegan a durar más de media hora. Pues, la asistencia debe ser inmediata para lograr que el mayor recupere el conocimiento cuanto antes o para evitar accidentes como caídas que pueden desembocar en lesiones muy graves para la salud del mayor.
Esperamos que este artículo sobre los distintos tipos de epilepsia en personas mayores, haya sido útil para detectar a tiempo posibles crisis. No olvides acudir de inmediato al médico en caso de detectar algunos síntomas.
Nuestros mayores se merecen los mejores cuidados. Es posible que algunos presenten problemas de salud y poco a poco se vuelvan más dependientes para llevar a cabo las tareas del día a día. Si a tu mayor le sucede esto, quizás sea momento de buscar una buena residencia de ancianos.
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Fuentes:
- Vivir con Epilepsia: https://vivirconepilepsia.es/epilepsia-y-tercera-edad
- AARP: https://www.aarp.org/espanol/salud/enfermedades-y-tratamientos/info-2019/epilepsia-en-personas-mayores-elmer-huerta.html
- HelpyCare: https://helpycare.com/consejos-noticias-servicios-domesticos/epilepsia-en-personas-mayores/
