¿Sabes Cómo Afecta el Trastorno de Ansiedad en el Adulto Mayor?

El trastorno de ansiedad en el adulto mayor es uno de los trastornos mentales más frecuentes en personas mayores. Por ello, hoy miResi te explica qué es, además de su diagnóstico y tratamiento correspondientes.

Es un hecho que hoy por hoy, sigue existiendo un tabú para hablar de forma natural sobre la salud mental. Por eso mismo, a medida que nuestros mayores envejecen y presentan problemas psicológicos, se les suele achacar a la edad, dificultando su diagnóstico.

Según Consumer, “hasta un 11% de los mayores de 65 años sufre algún trastorno de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada o las fobias”. Asimismo, es vital hablar sobre ello.

¿Cómo podemos identificar el trastorno de ansiedad en el adulto mayor? Primero, veamos qué es la ansiedad.

1. ¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una reacción física a un problema emocional. Aparece cuando el mayor se siente ante una situación que para él simboliza una amenaza. 

Los pensamientos se traducen en síntomas emocionales como el malestar o el sufrimiento que posteriormente se convierten en síntomas físicos como fatiga, dolores, molestias estomacales, problemas en el sueño o cambios en el estado de ánimo.

Esta somatización (síntomas físicos) dificultan en gran medida un buen diagnóstico por parte de los médicos de atención primaria, que no lo relacionan en un primer momento con un trastorno de ansiedad en el adulto mayor.

Sin embargo, debemos tener cuidado, pues la ansiedad puede llegar a convertirse en un problema de salud muy grave si no se toman las medidas necesarias a tiempo.

2. Diagnóstico del trastorno de ansiedad en el adulto mayor

Es muy complicado diagnosticar el trastorno de ansiedad en el adulto mayor debido a los síntomas físicos que presentan, pues se tienden a confundir con otras causas y al hacer los chequeos médicos se corrobora que el paciente no tiene nada o lo achacan al propio envejecimiento.

Además, influye también la dificultad que tienen las personas mayores para verbalizar cómo se sienten, ya sea porque no saben o porque les da vergüenza. 

Por ello, hoy te contamos los pasos que debemos seguir para realizar un buen diagnóstico de este tipo de trastornos.

1. En primer lugar, se realiza una entrevista a pacientes, familiares y cuidadores para investigar cuál es el estado actual del mayor. Aquí se tienen en cuenta los síntomas físicos (grado de malestar) y psicológicos (el exceso de atención a cualquier estímulo que pueda resultar una amenaza, la preocupación exagerada por absolutamente todo…).

2. Posteriormente, se realiza una revisión del historial médico y los antecedentes del paciente (si ha sufrido con anterioridad depresión, pánico o fobias). Además, se pregunta si ha tomado o toma en la actualidad alguna medicación, si consume algún tipo de droga o la ingesta excesiva de alguna sustancia nociva para el cuerpo (aquí se incluye el alcohol y la cafeína).

3. Se excluyen posibles enfermedades haciendo un exámen físico, un análisis de sangre y un electrocardiograma.

4. Finalmente, se examina el nivel de deterioro cognitivo del paciente. 

El trastorno de ansiedad lo suelen padecer pacientes con demencia o Alzheimer, ya que estas enfermedades generan angustia por la pérdida de memoria o frustración por tener dificultad para orientarse. Esto se traduce en miedo porque el mayor deja de controlar la situación y la sensación es que la situación le controla a él.

3. Causas del trastorno de ansiedad en el adulto mayor

Este trastorno se puede dar en personas mayores debido a diferentes motivos:

• Personalidad (fragilidad emocional)
• Enfermedades con deterioro cognitivo (como la demencia) o crónicas (como la hipertensión, la artrosis o la depresión)
• La hipocondría, es decir, pensar continuamente que se padece una enfermedad a pesar de que no sea así
• Traumas que provocan estrés emocional a corto y largo plazo
• El consumo habitual de medicamentos
• Aumento de la dependencia por cuestiones de falta de movilidad
• Desgaste de salud incluyendo las incapacidades físicas (como la pérdida de reflejos y fuerza)
• La llegada de la jubilación, pues tienen demasiado tiempo libre para pensar en situaciones negativas
• Genética
• Experiencias traumáticas en la infancia, así como la educación recibida
• Dificultades económicas que se traducen en un gran estrés
• La muerte está cada vez más cerca (tanatofobia)
• Incomprensión familiar que genera angustia, frustración, preocupación y malestar
• Aislamiento social, soltería o soledad (afecta al estado de ánimo)

Esta falta de compañía se puede solucionar con la convivencia con otros mayores en alguna de las residencias geriátricas de la red de miResi.

4. Síntomas del trastorno de ansiedad en el adulto mayor

El trastorno de ansiedad en personas mayores afecta sobre todo al corazón, pues se intensifica la hipertensión de aquellos que la padecen, son más propensos a contraer enfermedades cardiovasculares y por tanto, existe un mayor riesgo de sufrir un infarto.

En resumen, aumenta el grado de discapacidad del mayor.

Te contamos a continuación algunos de los síntomas que experimenta una persona mayor con trastorno de ansiedad:

• Hiperactividad e inquietud
• Tensión muscular excesiva
• Preocupación y aprensión
• Nerviosismo y estrés 
• Cansancio y dificultad para dormir
• Problemas de concentración
• Dolor de cabeza y de pecho
• Susceptibilidad
• Inseguridad 
• Pérdida del control
• Sensación de ahogo
• Hormigueo en extremidades (manos y pies)

¿Quieres conocer los diferentes tipos de trastorno de ansiedad en el adulto mayor? ¡Sigue leyendo!

5. Tipos de trastorno de ansiedad en el adulto mayor

El trastorno de ansiedad en el adulto mayor es tan común como la depresión. 

Acorde a lo publicado por AARP, “los tipos de trastorno de ansiedad en el adulto mayor, con una prevalencia que va del 10 al 205, son dos veces más frecuentes que la demencia (8%) y de cuatro a ocho veces más frecuentes que la depresión (1-3%) en las personas mayores de 65 años”.

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y las fobias son los tipos de trastorno de ansiedad en el adulto mayor más frecuentes.

¡Profundicemos en cada uno de ellos!

5.1. Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)

Este tipo de trastorno de ansiedad en el adulto mayor, aparece cuando existe una gran preocupación por situaciones que en un estado normal no generarían tanto nivel de malestar.

En cambio, el diagnóstico de este trastorno se realiza cuando los síntomas han sido constantes a lo largo de 6 meses y validados a través de la Escala de Gravedad del Trastorno de Ansiedad Generalizada (GADSS), un seguimiento que se realiza vía telefónica a los pacientes desde el centro de atención primaria.

¿Qué consecuencias deja a su paso un trastorno de ansiedad generalizada (TAG)?

5.1.1. Problemas en el sistema nervioso

El trastorno de ansiedad generalizada provoca algunas secuelas como una excesiva sudoración, mareos continuos, sensación de hiperventilación, palpitaciones, taquicardias o la boca seca.

5.1.2. Problemas cognitivos

También deja a su paso consecuencias en la capacidad cerebral del individuo que afectan tanto a la memoria a corto como a largo plazo, a la capacidad para tomar decisiones, al nivel de concentración y al aprendizaje de cosas nuevas.

Además, persiste ese exceso de preocupación por la situación. Esto genera un estado de agobio porque los pensamientos intrusivos y negativos sobre ello no terminan. Es entonces cuando se evalúa el riesgo y comienzan las obsesiones.

5.1.3. Problemas conductuales

El trastorno de ansiedad generalizada no solo provoca problemas cognitivos y en el sistema nervioso, sino también en el comportamiento.

La agresividad es uno de ellos, puesto que el mayor puede experimentar tal sensación de frustración y miedo por la situación, que se vuelve más impulsivo reaccionando con actitudes agresivas. 

Además, dependiendo de la persona se puede desarrollar hipoactividad (pasividad) o hiperactividad (no para de moverse y hacer cosas por la situación de nerviosismo en la que se encuentra).

5.2. Trastorno de pánico

Las crisis o ataques de pánico son un tipo de trastorno de ansiedad en el adulto mayor que se caracterizan por la manifestación de un miedo increíble e imprevisto en el paciente.

No existe ningún tipo de riesgo, pero el que lo sufre piensa que sí y que no va a ser capaz de controlar ese miedo tan intenso. Es entonces cuando desarrolla el famoso “miedo al miedo”, miedo a tener miedo por un ataque de pánico y perder este control.

Después de haber sufrido las primeras crisis, el mayor desarrolla una preocupación incontrolada por si vuelve a vivir algún episodio similar y comienza a aislarse.

5.2.1. Síntomas

Te contamos a continuación algunos de los síntomas que experimenta una persona mayor con trastorno de pánico, ya que además comienza a somatizar algunos de ellos:

• Temblores
• Sudores
• Escalofríos o sofocos
• Sensación de asfixia o falta de aire
• Atragantamiento (muchas veces hasta con la propia saliva)
• Presión en el pecho
• Hormigueos que pueden acabar en mareos e incluso, desmayos
• Sensación de inestabilidad
• Aumento incontrolado de pulsaciones (cada vez mayores y más rápidas)
• Náuseas o dolor abdominal
• Alucinaciones
• Miedo a perder el control o volverse loco
• Temor a morir

5.3. Fobias

Muchas veces los trastornos de pánico se acaban convirtiendo en fobias, que también son un tipo de trastorno de ansiedad en el adulto mayor.

Suponen un miedo exagerado e ilógico a situaciones, objetos o acciones.

5.3.1. Agorafobia

Por ejemplo, la agorafobia (miedo a las situaciones desagradables) es la fobia más común en personas mayores, es el “miedo al miedo” del que hablamos antes.

Este tipo de fobias provocan consecuencias graves como el aislamiento de las personas que lo sufren porque evitan estar en lugares que sean públicos o asistir a reuniones sociales. Es decir, prefieren quedarse en su zona de confort.

Además, comienzan a generar relaciones grandes de dependencia, pues necesitan a alguien de confianza como apoyo para que les haga compañía por si les da un ataque de pánico como consecuencia de algún tipo de fobia.

En muchas residencias geriátricas, la terapia psicológica y ocupacional juegan un papel fundamental para mejorar la autonomía de los mayores con fobias, así como su calidad de vida.

5.4. Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un tipo de trastorno de ansiedad en el adulto mayor que se traduce en obsesiones.

Por ejemplo, entre ellas está el miedo a enfermar, el exceso de limpieza o los rituales de verificación (comprobar que las luces están apagadas, la puerta cerrada o el gas), además de una obsesión por el orden.

Estas acciones de verificación se ven motivadas por una fuerte inseguridad en la persona mayor que al haber perdido facultades como la memoria, ya no cree en sus capacidades ni las entrena.

Nuestra red de residencias y centros de día apuestan por la terapia ocupacional en geriatría, que motiva a través de ejercicios y rutinas diarias las capacidades cognitivas de los mayores.

5.5. Trastorno por estrés post traumático (TEPT)

El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es un tipo de trastorno de ansiedad en el adulto mayor que puede darse después de haber sufrido un trauma tanto físico (como un accidente) como psicológico (por ejemplo, la pérdida de un familiar).

5.5.1. Síntomas

Te contamos a continuación algunos de los síntomas que experimenta una persona mayor con trastorno por estrés postraumático (TEPT), que se relacionan directamente con los de la depresión y la ansiedad:

• Pensamientos negativos de forma constante

• Flashbacks del trauma (vuelve mentalmente una y otra vez al lugar y a la situación en la que lo pasó tan mal)
• Insomnio (experimenta problemas para dormir porque no para de tener pensamientos intrusivos sobre lo que sucedió)
• Distanciamiento emocional de sus seres queridos

6. ¿En qué se diferencia la ansiedad de la depresión?

Mientras que la ansiedad hace referencia a un miedo incontrolable que tiene el mayor en relación al futuro y lo que pueda suceder (incierto), la depresión es un trastorno del estado de ánimo que afecta al paciente en el presente a través de sentimientos como la tristeza, la baja autoestima o la frustración.

7. Prevención del trastorno de ansiedad en el adulto mayor

Es importante tener en cuenta algunas acciones para prevenir este tipo de trastornos.

¡Veamos algunas recomendaciones!

7.1. Practicar ejercicio físico

Las personas mayores también deben tener una rutina diaria deportiva. Esto les ayudará a mejorar su autoestima, aumentar su nivel de autonomía y mantener su estado de salud.

Caminar, hacer gimnasia y estirar son algunos ejemplos de cómo pueden nuestros mayores llevar un estilo de vida saludable adaptado a ellos.

Además, no debemos olvidar que esta actividad diaria hará que el descanso cada noche sea de mayor calidad, evitando problemas de insomnio.

7.2. Apostar por una alimentación saludable

Evitar el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias nocivas garantizará un buen estado de salud en el adulto mayor.

Por ello, encontrar alimentos sanos que les gusten y cocinarlos a su ritmo hará que se sientan mejor consigo mismos, con más vitalidad y muchísima más energía.

7.3. Rodearse de personas

Las relaciones sociales son un eje vital para cada persona, sobre todo para los ancianos que a medida que envejecen, se van sintiendo cada vez más solos.

Muchos de ellos tienen la suerte de poder contar con familiares y amigos que les apoyan, les cuidan y les dan cariño.

Sin embargo, no todos gozan del mismo privilegio.

En estos casos y en aquellos en los que los familiares ya no pueden hacerse cargo de sus mayores como cuidadores, aparecen los centros de día y las residencias para prevenir la soledad en personas mayores.

7.4. Establecer un orden de prioridades

La mayoría de las veces, el estrés y el agobio que sienten las personas mayores cuando llegan a la vejez se debe a la dificultad para gestionar tanto tiempo libre.

Sus capacidades físicas y mentales no son las mismas que cuando eran jóvenes y ahora tardan más en hacer cosas que antes hacían rápidamente.

Esto les genera mucha frustración y falta de tiempo, por lo que la organización de tareas según su nivel de importancia además de establecer horarios y rutinas, les ayudará a sentirse más útiles y productivos.

De esta forma, ¡podrán tener más tiempo para disfrutarlo e invertirlo en sus aficiones!

7.5. Comunicar cómo se sienten

Las personas mayores experimentan grandes dificultades para contar sus emociones. Esto se debe a que le quitan importancia porque piensan que se debe al envejecimiento o incluso, sienten que pueden molestar.

Tener a alguien de confianza para comunicarte con él y aprender a afrontar los problemas de una manera sana, ayudará a evitar el trastorno de ansiedad en el adulto mayor.

Por ejemplo, los terapeutas ocupacionales o los auxiliares de enfermería que trabajan en las residencias de nuestra red pasan mucho tiempo con las personas mayores y establecen un vínculo emocional increíble con ellas.

¡Esta puede ser una de sus figuras de confianza! ☺️

7.6. Evitar la autoexigencia

Muchos mayores se olvidan de que la vejez es una etapa para disfrutar. Si bien es verdad que siempre existen algunas obligaciones, debemos saber que este momento demanda una fuerte relajación.

Se deja atrás la insatisfacción y la autocrítica que nos acompaña desgraciadamente, siempre. Es momento de mimarse, decirnos cosas bonitas y estar orgullosos de la vida que hemos tenido, aceptando la nueva etapa con toda la ilusión.

7.7. Entrenar técnicas de relajación

La ansiedad aparece y desaparece cuando menos lo esperamos. Por ello, es importante saber cómo actuar cuando aparece de imprevisto.

Las técnicas de relajación nos ayudan a mantener en calma mente y cuerpo. Por tanto, afrontan los pensamientos negativos y los traducen en positivos, dando lugar a un momento de paz.

Un ejemplo de ello es la relajación muscular progresiva de Jacobson, una técnica de tensión y relajación muscular que sirve para liberar estrés mental.

8. Tratamiento del trastorno de ansiedad en el adulto mayor: psicoterapia

El trastorno de ansiedad en el adulto mayor puede ser muy difícil de gestionar para muchos, pues luchar contra la mente no es una tarea fácil. Pero, se puede lograr.

El tratamiento de este trastorno se lleva a cabo a través de terapia psicológica dependiendo de la causa que lo haya originado.

Además, se garantiza la recuperación de la vida normal o la estabilidad emocional a pesar de que la ansiedad debe trabajarse día a día, ya que pueden existir recaídas.

8.1. Terapia cognitivo conductual (TCC)

La terapia cognitivo conductual (TCC) se refiere al tratamiento no farmacológico. ¿Cómo se trabaja en personas mayores esta terapia?

A través de una buena educación sobre la ansiedad por parte del terapeuta, práctica de técnicas de relajación muscular para mejorar las respiraciones, traducción de pensamientos negativos a otros más positivos y establecer estrategias de afrontamiento de las situaciones que al paciente le resultan amenazantes y le generan estrés, malestar y preocupación.

Acorde a lo expuesto en un artículo de IntraMed, “en un estudio se halló una gran tasa de respuesta, del 75%, en pacientes que realizaban sesiones individuales de terapia cognitivo-conductual junto con la enseñanza de facilitadores del aprendizaje y de la memoria”.

Esto quiere decir que el apoyo de la terapia ocupacional en geriatría a parte de la terapia psicológica, ayudará a recuperar el nivel cognitivo del paciente antes de sufrir el trastorno de ansiedad.

8.2. Terapia farmacológica (TF)

Así como existen tratamientos no farmacológicos, también se puede aplicar una terapia farmacológica (TF).

¿Cuál es su mayor desventaja?

La cantidad de efectos secundarios que tiene este tipo de medicación para las personas mayores. Sobre todo, suponen un riesgo real para aquellas que padecen ansiedad crónica, ya que la ingesta de antidepresivos por las crisis de pánico y los trastornos obsesivo-compulsivos (TOC) puede tener un efecto contraproducente en el adulto mayor.

8.3. Atención psicológica en residencias

La psicoterapia es, sin duda, el tratamiento que más recomienda miResi para personas mayores con trastorno de ansiedad. 

Entendemos que la salud mental todavía sigue siendo un tema delicado, sobre todo para nuestros mayores. Sin embargo, poco a poco debemos hacerles entender los beneficios que trae consigo terapias como la cognitivo-conductual.

Además, los terapeutas residenciales trabajan muchísimo en atender de forma individual al paciente para que se sienta escuchado e intentar resolver sus necesidades lo antes posible.

Si consideras que tu mayor padece algún tipo de trastorno de ansiedad y crees que es hora de ponerle solución, te animamos a que contactes con el equipo de asesoramiento familiar de 💚 miResi para que puedan encontrar los mejores cuidados para tu familiar.

¡No tengas miedo! Pedir ayuda es el primer paso para la recuperación 💪

Fuentes:

• Elsevier: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-geriatria-gerontologia-124-articulo-ansiedad-envejecimiento-S0211139X09000341
• Mapfre: https://www.salud.mapfre.es/salud-familiar/mayores/neuropsiquiatria-y-geriatria/tratamiento-ansiedad/
• Intramed: https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=62247
• Elsevier: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-espanola-geriatria-gerontologia-124-articulo-prevalencia-trastornos-ansiedad-personas-mayores-S0211139X18305833
• AARP: https://www.aarp.org/espanol/salud/expertos/elmer-huerta/info-2014/ansiedad-ancianos-adultos-mayores.html
• AESTHESIS (Terapia Psicológica): https://www.psicologosmadridcapital.com/blog/ansiedad-en-la-vejez/
• Consumer (Eroski): https://www.consumer.es/salud/ansiedad-en-las-personas-mayores.html
• Centro IMA (Centro de Investigaciones Médicas en Ansiedad): https://centroima.com.ar/trastornos-de-ansiedad-en-adultos/trastornos-de-panico-en-adultos/
• Jano.es: https://www.jano.es/noticia-control-del-estres-postraumatico-ancianos-3131