Guía Completa sobre el Alzheimer

Todo el mundo ha escuchado hablar del Alzheimer. Puede ser por un caso en un familiar cercano o en un amigo. Si pensamos en esta enfermedad, podemos pensar en la pérdida de memoria y de las facultades mentales de la persona. Además, siempre la solemos relacionar con las personas mayores. Sin embargo, la enfermedad de Alzheimer es aún una gran desconocida.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad del Alzheimer es una de las formas de demencia más comunes, representando entre un 60% y un 70% de los casos totales.

5% de las personas de más de 65 años padecen Alzheimer
Población que padece Alzheimer
Población que no padece Alzheimer

Se estima que cada 7 segundos surge un nuevo caso de demencia en todo el mundo. Actualmente, existen 46,8 millones de personas que viven con Alzheimer u otro tipo de demencia, siendo España uno de los países con mayor proporción de casos en personas de más de 60 años. En total, un 5% de las personas de más de 65 años padecen Alzheimer. Y, debido al envejecimiento poblacional, se espera que la prevalencia del Alzheimer duplique los casos en los próximos 20 años.

Esta enfermedad afecta tanto a mayores como a familias, por lo que nos plantea muchos retoscomo sociedad. Es importante trabajar para encontrar y fomentar un sistema de cuidados de calidad que mejoren la vida de las personas afectadas, pero también que tengan en cuenta a las familias y seres queridos.

En miResi hemos elaborado esta guía completa sobre la enfermedad de Alzheimer. Queremos ayudarte. Por eso, te ofrecemos información veraz sobre qué es el Alzheimer, cuáles son sus causas, sus síntomas y su tratamiento. Además, te ayudamos gratis y de manera personalizada a encontrar los mejores cuidados para tu familiar mayor. Tu bienestar es el motor de nuestro trabajo.

Residencias recomendadas con cuidados para Alzheimer

Residencia Nuestra Señora de la Luz
4,8/5
Desde X.XXX€/mes

Soria

Residencia Nuestra Señora de la Luz

(13)
Residencia Geriátrica Virgen de la Caridad del Cobre
4,2/5
Desde X.XXX€/mes

Madrid

Residencia Geriátrica Virgen de la Caridad del Cobre

(33)
Residencia Mataelpino
3,6/5
Desde X.XXX€/mes

Madrid

Residencia Mataelpino

(35)
Residencia Aprende a vivir Ortigosa
-
Desde X.XXX€/mes

Segovia

Residencia Aprende a vivir Ortigosa

Sin valoraciones

¡Quedan pocas plazas!

Residencia Nuestra Señora del Carmen
5,0/5
Desde X.XXX€/mes

Burgos

Residencia Nuestra Señora del Carmen

(11)

¡Quedan pocas plazas!

Aprende a Vivir Ciempozuelos (Pablo Neruda)
2,9/5
Desde X.XXX€/mes

Madrid

Aprende a Vivir Ciempozuelos (Pablo Neruda)

(17)
Bouco Córdoba Augusta
-
Desde X.XXX€/mes

Córdoba

Bouco Córdoba Augusta

Sin valoraciones
Bouco Pontevedra
-
Desde X.XXX€/mes

Pontevedra

Bouco Pontevedra

Sin valoraciones
Bouco La Ribera
4,6/5
Desde X.XXX€/mes

La Rioja

Bouco La Ribera

(9)
Bouco Vigo
-
Desde X.XXX€/mes

Pontevedra

Bouco Vigo

Sin valoraciones
Residencia de Mayores Bouco Girona
3,6/5
Desde X.XXX€/mes

Girona

Residencia de Mayores Bouco Girona

(25)
Bouco Santo Domingo
3,1/5
Desde X.XXX€/mes

Madrid

Bouco Santo Domingo

(101)
Residencia Gorbea
4,0/5
Desde X.XXX€/mes

Álava

Residencia Gorbea

(40)
Bouco León
-
Desde X.XXX€/mes

León

Bouco León

Sin valoraciones
Residencia Lezeaga
4,7/5
Desde X.XXX€/mes

Bizkaia

Residencia Lezeaga

(28)

¡Quedan pocas plazas!

Hestia Madrid
-
Desde X.XXX€/mes

Madrid

Hestia Madrid

Sin valoraciones

¿Qué es el Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer es un trastorno del cerebro que destruye la memoria y las capacidades cognitivas. Con el tiempo, se pierden las habilidades que permiten desarrollar las tareas más sencillas y cotidianas. Además, las personas también pueden experimentar multitud de síntomas diferentes dependiendo del caso, que afectan directamente a la personalidad y la conducta.

Según el portal del Gobierno Estadounidense dedicado a informar sobre el Alzheimer, los síntomas que sufren las personas afectadas por esta enfermedad se conoce como demencia. Y, es por ello que, de manera común también se le puede denominar a esta enfermedad como demencia.

Por lo general, las causas pueden variar en función de los tipos de cambios cerebrales que puedan suceder. Sin embargo, tendemos a pensar que el envejecimiento es la causa principal del Alzheimer. No obstante, es el resultado de numerosos procesos que acontecen en el cerebro. Si bien es cierto que los primeros síntomas no suelen aparecer por debajo de los 65 años, y el pico de aparición se da a partir de los 70 años, no todos los ancianos sufren Alzheimer, y este no afecta solo a las personas mayores. Por ello, el envejecimiento no debe entenderse como la causa principal del Alzheimer.

doctor auscultando a un mayor

¿Cómo afecta al cerebro?

Hoy en día, la comunidad científica sigue estudiando los cambios cerebrales que ocurren cuando esta enfermedad empieza a aparecer. Los primeros estudios que se realizaron respecto a esta enfermedad fueron en 1906, cuando el doctor Alois Alzheimer detectó cambios en el tejido cerebral en una mujer fallecida. El doctor examinó su cerebro, y encontró numerosas agrupaciones anormales, hoy llamadasplacas amiloides, y varias fibras cerebrales enredadas, conocidos como ovillos de tau.

Estas placas y ovillos de tau aún se consideran como las características y cambios principales en el cerebro producidas por el Alzheimer. Estos cambios empiezan a suceder en el cerebro mucho tiempo antes de que los primeros síntomas se manifiesten. Ahí comienza la primera etapa del Alzheimer, cuando se producen cambios tóxicos en el cerebro y las neuronas que al principio eran sanas, empiezan a dejar de funcionar y a morir. Poco a poco, el daño en el cerebro empieza a ser cada vez mayor, el tejido cerebral se va reduciendo y, por tanto, se va perdiendo la memoria.

doctor auscultando a un mayor

Fases del Alzheimer

Aunque existen varias maneras de medir el avance del Alzheimer, comúnmente consta de 3 fases principales. Según los expertos del proyecto kNOW Alzheimer, las principales características según cada fase del Alzheimer son:

FASE 1

Esta primera fase dura aproximadamente 3 años. La memoria puede empezar a deteriorarse y la persona afectada tiende a olvidar hechos recientes.

Los principales síntomas son la desorientación, la disminución de la concentración, fatiga, cambios de humor y otros síntomas en el comportamiento, como la apatía o la falta de interés.

FASE 2

Esta fase puede durar entre 3 y 10 años. Es aquí cuando la memoria empieza a fallar considerablemente, y los cambios en las funciones cerebrales son más evidentes.

Además, la percepción de la realidad y del medio que le rodea también sufre alteraciones. Las personas enfermas empiezan a padecer problemas de afasia, es decir, les cuesta trabajo hablar y expresarse. También sufren problemas de apraxia, es decir, tienen dificultades para la realización de las funciones que han aprendido a lo largo de su vida. Por último, empiezan a padecer agnosia, que hace referencia a la pérdida de la capacidad para reconocer a las personas que le rodean.

Asimismo, es normal observar como la persona empieza a descuidar su higiene personal, pueden sufrir comportamientos psicóticos y una fuerte apatía. Además, su dependencia es cada vez mayor. Presentan muchos problemas para realizar las tareas de la vida cotidiana, por lo que necesitan que alguien les cuide casi de una manera constante.

FASE 3

Esta última fase de la enfermedad es muy amplia, y dura entre 8 y 12 años, acabando con la muerte de la persona. Los síntomas ya son muy evidentes, y afecta a la mayoría de las facultades intelectuales del enfermo.

Las crisis epilépticas y los temblores son muy comunes, y la rigidez muscular se evidencia cada vez más.

Esta etapa está marcada por los cambios en la personalidad de la persona afectada, y por no reconocer a sus familiares. Además, presentan muchos problemas de incontinencia que hacen que sean completamente dependientes de un cuidador profesional. En gran parte de los casos, el enfermo acaba encamado y con muchas necesidades de asistencia.

Otros sistemas para graduar el Alzheimer

Como hemos visto, las etapas principales del Alzheimer son las anteriores. Sin embargo, existen otras maneras de graduar el avance de esta enfermedad, que corresponden a un ámbito más profesional. Tanto la escala FAST como la escala GDS también miden y definen diferentes fases de esta enfermedad.

Según la escala GDS, publicada en los años 80, se enumeran 7 fases principales del Alzheimer que abarca desde la primera, denominada como la normalidad, hasta la etapa más grave donde el mayor ya es completamente dependiente.

Posteriormente, después de haber utilizado la escala GDS, se publica la escala FAST. Según este sistema, se añade una división más entre las fases 6 y 7, donde se refleja el deterioro que incapacita a las personas a realizar las actividades de la vida cotidiana.

Según la Fundación Pasqual Maragall, que investiga esta enfermedad, estas escalas tienen su base en la teoría de la retrogénesis. Es decir, en las alteraciones que suceden en el cerebro del enfermo y que desembocan en los cambios cognitivos y de conducta.

Síntomas del Alzheimer

Como hemos visto, los síntomas del Alzheimer varían mucho dependiendo de la etapa en la que la persona afectada se encuentre. Del mismo modo, estos síntomas se pueden manifestar de muchas maneras diferentes.

No obstante, existen unos primeros síntomas que son importantes conocer para poder buscar ayuda profesional de manera rápida y así poder tratar de frenar el avance de la enfermedad.

10 Primeros síntomas del Alzheimer

La Alzheimer’s Association, organización americana que trabaja en la investigación de esta demencia, ha difundido estos 10 primeros síntomas en las personas que sufren Alzheimer. Además, señalan la diferencia que tienen con los problemas que sí están íntimamente relacionados con la edad.

Son los siguientes:

Cambios en la memoria a corto plazo

Cambios en la memoria a corto plazo

Es normal que las personas afectadas tiendan a olvidar la información más reciente. Las personas mayores pueden sufrir olvidos relacionados con la edad, pero son de carácter temporal y suelen recordarse más tarde.

Problemas de planificación

Problemas de planificación

Un síntoma muy característico son los problemas a la hora de solucionar situaciones o planificar las tareas. No debe confundirse con la dificultad, a causa de la edad, de concentrarse o de realizar pequeñas tareas que antes no les llevaba tanto tiempo.

Dificultad en las tareas cotidianas

Dificultad en las tareas cotidianas

Las personas que sufren esta enfermedad presentan problemas para realizar actividades como encender el microondas, tomarse una pastilla, lavarse los dientes, etc.

Desorientación

Desorientación

Otro de los primeros síntomas más característicos es la desorientación y la pérdida de la noción del tiempo. Es muy posible que la persona pueda perderse, incluso en un entorno conocido. En ocasiones, las personas mayores pueden olvidarse de ciertas cosas, como el día de la semana, o el mes. Pero es solo un síntoma de la vejez, ya que luego se recupera

Problemas de entendimiento

Problemas de entendimiento

Las personas con Alzheimer empiezan a sufrir dificultades en la capacidad de lectura, comprensión y comunicación. Esto dificulta mucho el diálogo con las personas de su entorno.

Problemas en la escritura

Problemas en la escritura

Del mismo modo que las personas con Alzheimer presentan problemas a la hora de comprender mensajes, los tienen para escribir y leer. También es posible que confundan algunas palabras por otras, o que se olviden de palabras y conceptos.

Perder las cosas

Perder las cosas

Habitualmente, las personas que empiezan a sufrir esta enfermedad es normal que pierdan las cosas. Normalmente, no las dejan en el mismo sitio donde estaban, de manera que luego no las pueden encontrar. Del mismo modo, pueden acusar a los demás de haberles robado sus pertenencias. Con la edad también es posible perder ciertas cosas, pero se suele recordar con el tiempo.

Dificultad para la toma de decisiones

Dificultad para la toma de decisiones

Un síntoma muy característico es la dificultad que presentan las personas para poder tomar decisiones adecuadas. Además, suelen dejar de cuidar su aseo personal, y empiezan a tomar decisiones erróneas.

Pérdida del entorno social

Pérdida del entorno social

El Alzheimer hace que se pierda la iniciativa y las ganas de juntarse con otras personas. Dejan de tener interés en la vida social y en el ocio, por lo que tienden a aislarse. Es importante no confundirlo con el cansancio por la vejez. Esto también hace que las personas mayores tengan menos ganas de salir de sus hogares.

Cambios en la personalidad

Cambios en la personalidad

Por último, uno de los primeros síntomas que debemos identificar son los cambios en la personalidad. Las personas que sufren esta demencia pueden sentirse confundidas, deprimidas, etc. Además, suelen tratar de mala manera a sus familiares y seres queridos.

Síntomas del Alzheimer por etapas

Los síntomas del Alzheimer pueden variar mucho dependiendo la etapa en la que se manifieste. Además, cada persona es diferente y puede presentar diferentes características de la enfermedad.

No obstante, los primeros síntomas de la enfermedad suelen ser comunes y parecidos entre las personas que los sufren. A continuación, os mostramos cómo son los síntomas más comunes dependiendo la etapa en la que se encuentre. Es importante saber identificarlos en la primera fase, ya que así se podrá buscar la ayuda necesaria de la manera más rápida posible.

SÍNTOMAS EN LA FASE UNO
  • Problemas de memoria

    Olvidos de citas, pérdida de objetos, impagos, etc.

  • Cambios en el comportamiento

    Cambios repentinos de humor, falta de vida social, etc.

  • Problemas en la comprensión

    Problemas a la hora de razonar, cabezonería, problemas para encontrar palabras adecuadas, etc.

  • Falta de coordinación

    Ligera falta de coordinación en algunos movimientos.

  • Vida diaria

    La persona aún es capaz de realizar las actividades con casi total normalidad.

SÍNTOMAS EN LA FASE DOS
  • Problemas de memoria

    La persona olvida hechos recientes y presenta dificultades para asimilar acciones nuevas. Predominan los recuerdos lejanos.

  • Cambios en el comportamiento

    Formas agresivas de comportarse, reacciones exageradas, gran fatiga, no quiere relacionarse, miedos injustificados, etc

  • Problemas en la comprensión

    Vocabulario pobre, repite palabras, habla lentamente, no acaba frases, etc.

  • Falta de coordinación

    Gran falta de coordinación, lentitud, caídas frecuentes, temblores, etc.

  • Vida diaria

    La persona presenta dificultades para enfrentarse a las actividades de la vida diaria, y es cada vez más dependiente. Puede llegar a perder gran parte de su autonomía.

SÍNTOMAS EN LA FASE TRES
  • Problemas de memoria

    La persona olvida la mayoría de los recuerdos recientes y pasados, no reconoce a sus seres queridos pero sí se da cuenta de que cuidan de él.

  • Cambios en el comportamiento

    Su humor es brusco e imprevisible, no puede socializar.

  • Problemas en la comprensión

    No comprende lo que le dicen, ni sabe expresarse, tiende a repetir palabras y balbucea.

  • Falta de coordinación

    No controla su cuerpo ni sus gestos, presenta incontinencia, etc.

  • Vida diaria

    Imposibilidad total para poder realizar las actividades de la vida diaria, es completamente dependiente y casi siempre permanece en la cama. La muerte es una consecuencia de este estado, pero siempre por enfermedades asociadas o que han surgido por el Alzheimer.

¿Estás buscando una residencia con cuidados especiales?

Rellena este formulario y te recomendaremos la que más se ajuste a tus necesidades

Encuentra tu residencia
suscribirme a la lista de correo

Causas del Alzheimer

Esta enfermedad es muy compleja, tanto para los que la sufren, como para los familiares y los profesionales que se dedican a su cuidado e investigación. Incluso hoy en día, aún se desconocen del todo cuáles son las causas exactas por las que esta enfermedad puede empezar a aparecer. Según los profesionales de kNOW Alzheimer “no tiene una causa única, sino que resulta de la interacción entre diversos factores, tanto genéticos como otros relacionados con el entorno, el estilo de vida y otras circunstancias”.

Actualmente, existen muchos proyectos y líneas de investigación que tratan de descubrir cuáles son las causas del Alzheimer, sin embargo, poco se sabe sobre ellas. Los expertos hablan de factores de riesgo, más que de causas, ya que ninguno de ellos tiene suficiente incidencia como para poder considerarse una causa.

Aún así, se han identificado ciertos procesos que se producen en el cerebro de las personas con demencia que pueden ser indicios de una posible causa del Alzheimer. Como nos explican desde kNOW Alzheimer, en los cerebros de las personas afectadas se pueden identificar dos proteínas que forman agregados de forma anormal, lo que produce una desestructuración de la arquitectura cerebral. Estas dos proteínas son la beta-amiloide y la proteína tau.

Ambas proteínas se desnaturalizan y se apelmazan, interponiéndose entre las células cerebrales sanas. Se cree que este proceso sucede primero con la beta-amiloide y luego con la proteína de tau, pero aún se está investigando. Además, esto puede durar años, de modo que es muy difícil saber en qué momento exacto de la enfermedad sucede.

Del mismo modo, también se desconoce si existe una relación entre los procesos de desnaturalización en el cerebro y los síntomas que se manifiestan en el enfermo. Por eso, se piensa que los agregados de ambas proteínas sí son suficientes para causar demencia, pero existen mecanismos de defensa que disminuyen el impacto de éstas sobre el cerebro.

En cualquier caso, ante cualquier síntoma es importante acudir a un profesional y buscar ayuda. Aunque aún se desconocen las causas, y por tanto no existe tratamiento que hagan que la enfermedad sea reversible, sí se pueden paliar sus efectos. Además, conociendo los factores de riesgo es posible prevenirla, y así poder llevar una vida sana.

abuelo en cama con su nieta
abuelo en cama con su nieta

Factores de riesgo del Alzheimer

Los factores de riesgo son circunstancias que hacen que aumente la probabilidad de sufrir una enfermedad o cualquier problema de salud. Como hemos visto anteriormente, se desconocen bien las causas del Alzheimer, pero sí podemos prevenir su aparición conociendo los factores de riesgo.

Éstos pueden ser muy parecidos en todos los tipos de demencias, ya que al final están orientados a una vida saludable y un envejecimiento activo. Es por ello, que se pueden dividir en dos tipos principales: los factores de riesgo modificables y los no modificables.

Factores de riesgo modificables

Éstos están directamente relacionados con la salud, el estilo de vida y el tipo de envejecimiento de la persona. Además, suelen concentrarse en la salud cardiovascular y el envejecimiento activo.

Por eso, se recomienda llevar un estilo de vida saludable, evitar el sedentarismo, y cuidar la salud, tanto física como mental. También es importante evitar el aislamiento social y la inactividad, ya que tienen un alto impacto en el cerebro de la persona.

Del mismo modo, todo lo que tenga que ver con alimentación, ejercicio, evitar el tabaco, el alcohol y otras drogas, hará que la persona se mantenga sana por más tiempo, y así reducir las probabilidades de sufrir algún tipo de demencia.

Factores de riesgo no modificables

Aquí se pueden encontrar dos factores de riesgo principales, y que no dependen tanto de nosotros ni del estilo de vida.

La edad

La edad

Este es el principal factor de riesgo que afecta al Alzheimer. A partir de los 65 años existe cada vez más probabilidad de sufrir esta enfermedad. Además, muchas personas van perdiendo capacidades cognitivas, lo que hace que al final también se desarrolle la demencia. No obstante, queremos recalcar que el Alzheimer no es una consecuencia de envejecer. Es decir, no todas las personas mayores tienen por qué padecerlo.

La genética

La genética

Por otro lado, la genética también influye de manera directa en la aparición del Alzheimer. Aunque no es una enfermedad hereditaria, puede suponer un factor de riesgo a la hora de padecerla. Sin embargo, este factor genético se ve influido por los factores de riesgo modificables, que son los que hay que tratar de prevenir.

doctor analizando alzheimer

Diagnóstico del Alzheimer

El diagnóstico del Alzheimer puede llevar muchos exámenes y evaluaciones. Además, la enfermedad de Alzheimer solo se puede diagnosticar con seguridad después del fallecimiento, ya que es el único momento donde se puede examinar con el microscopio el cerebro de la persona afectada.

Para ello, lo primero que se debe hacer es acudir al médico. Allí el profesional hará un diagnóstico completo para poder tratar la demencia en la persona, y poder aconsejar a las familias y seres queridos de la mejor manera.

En primer lugar, el médico revisará el historial clínico, así como todos los antecedentes y fármacos de la persona enferma. Es posible también que pueda pedir pruebas concretas para conseguir una información más completa. En esta primera evaluación se observará si hay deterioro de la habilidades cognitivas, si se presentan cambios de conducta, o si hay problemas que afecten a la capacidad para poder desarrollar las actividades de la vida diaria.

Asimismo, se podrá requerir de pruebas adicionales del cerebro, para poder descartar otro tipo de enfermedades.

En segundo lugar, el médico podrá hablar con las familias para ver si han detectado cambios en el comportamiento de la persona, y así terminar de cerrar el diagnóstico. Asimismo, podrá realizar alguna evaluación física si necesitase comprobar que no hay patologías físicas que afecten al desarrollo de la actividad cerebral.

Con estas pruebas clínicas, el médico puede elaborar un diagnóstico de demencia de Alzheimer de la persona, y así podrá asignar un tratamiento adecuado según el grado de demencia en el que se encuentre.

doctor analizando alzheimer
dos manos se agarran

Tratamiento del Alzheimer

Después de haber elaborado un diagnóstico adecuado, se procede a la búsqueda de la mejor manera de tratar la enfermedad.

En la actualidad, la enfermedad de Alzheimer no tiene cura, y no existe en ningún país ningún tratamiento que pueda revertir la enfermedad. No obstante, existen ciertos tratamientos que lo que hacen es ralentizar y paliar los efectos de la enfermedad, consiguiendo mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Además, en algunos casos, un tratamiento adecuado puede frenar considerablemente el avance de la enfermedad.

Los tratamientos más conocidos son dos: el tratamiento farmacológico, y el tratamiento no farmacológico. Dependiendo del caso se puede aplicar uno u otro, o una combinación de ambos para complementarse.

Tratamiento farmacológico

Según la Unidad de Alzheimer del Hospital Clínico de Barcelona, para tratar la enfermedad desde un punto de vista farmacológico existen unos medicamentos específicos para ello. Todos tienen un efecto de carácter sintomático, es decir, actúan directamente sobre los síntomas de la enfermedad. En definitiva, palían los efectos pero no tratan sus causas. Son 3 medicamentos principales:

Inhibidores de la enzima acetilcolinesterasa

Inhibidores de la enzima acetilcolinesterasa

Estos medicamentos incrementan en el cerebro la acetilcolina, que es una sustancia neurotransmisora. Estos fármacos son tres: el donepezil, la rivastigmina y la galantamina, y han demostrado una leve eficacia en la reducción de la pérdida cognitiva. No obstante, los pacientes que recurren a este tratamiento tienen que estar en la fase leve o moderada de la enfermedad. Todos pueden desencadenar efectos secundarios leves, principalmente digestivos.

Memantina

Memantina

Este medicamento se suele usar en fases más avanzadas y graves de la enfermedad. Muestra eficacia a nivel cognitivo y mejora las capacidades que hacen que la persona pueda desempeñar las actividades de la vida diaria. Este tratamiento está relacionado con el glutamato, otro neurotransmisor, que también tiene un papel activo en las funciones cognitivas.

Otros fármacos

Otros fármacos

También se puede tratar la enfermedad con otros medicamentos que inciden directamente en los síntomas que tienen que ver con el estado de ánimo y el comportamiento. Son de carácter psiquiátrico y se usan normalmente dosis muy bajas para evitar efectos secundarios en los pacientes.

Tratamiento no farmacológico

Por otro lado, existen ciertos tratamientos no farmacológicos que ayudan a mejorar los efectos de la enfermedad y que intervienen directamente sobre la capacidad para poder realizar las actividades de la vida diaria.

Terapias físicas y ocupacionales

Terapias físicas y ocupacionales

Hay muchos tipos de terapias que ayudan a las personas que sufren de Alzheimer a mejorar su calidad de vida. Estas actividades pueden ser terapia la terapia ocupacional, de ocio así como las terapias de fisioterapia y estimulación sensorial en personas mayores. Todas ellas se realizan en las residencias para personas mayores, y están desarrolladas por los mejores profesionales, estimulando aquellas capacidades que las personas afectadas han ido perdiendo. No obstante, hay que saber que no todas las terapias son adecuadas para todas las fases, por eso es recomendable pedir ayuda a un profesional.

Estilo de vida saludable

Estilo de vida saludable

Una de las mejores terapias no farmacológicas para tratar el Alzheimer es mantener un estilo de vida saludable y controlar la salud cardiovascular. Además, existen programas de educación y formación para cuidadores no profesionales, así éstos sabrán cuáles son las mejores maneras de tratar a una persona enferma de demencia.

Prevención del Alzheimer

Como hemos visto, el Alzheimer es una enfermedad que no tiene cura y que es difícil de tratar, pues los tratamientos existentes solo sirven para paliar los efectos de la enfermedad. En ningún caso revierten la demencia. Además, las causas son aún desconocidas, por lo que la mejor manera de tratarla es a través de la prevención.

Para ello, la mejor forma de hacerlo es llevando un estilo de vida saludable y así retrasar la posible aparición de la demencia. Existen varias investigaciones que demuestran que a través de un envejecimiento activo es posible retrasar la progresión de la enfermedad del Alzheimer, incluso se puede prevenir que se produzcan del todo.

La Fundación Bright Focus, entidad americana que financia investigaciones en todo el mundo para vencer la enfermedad del Alzheimer, ofrece 10 pautas para prevenir el Alzheimer, y todas tienen que ver con un estilo de vida saludable.

Dieta saludable

Dieta saludable

Es importante consumir una dieta variada que incluya alimentos de todas las categorías. Además, según los expertos altas cantidades de insulina y azúcar pueden dañar al cerebro y hacen que la enfermedad del Alzheimer pueda aparecer antes.

Práctica de ejercicio

Práctica de ejercicio

Practicar ejercicio de manera regular es importante para mantener un peso saludable. Además, es una buena manera de mantener fuerte el sistema inmune y la presión arterial.

Buenos niveles de colesterol

Buenos niveles de colesterol

Mantener un buen nivel de presión arterial y colesterol es importante para prevenir el Alzheimer ya que las enfermedades cardiovasculares promueven la aparición del Alzheimer.

Evitar el tabaco

Evitar el tabaco

Las toxinas que se encuentran en el tabaco y la nicotina han demostrado que generan más riesgo de contraer cualquier enfermedad.

Calidad de sueño

Calidad de sueño

Priorizar el sueño y un descanso de calidad es muy importante para una buena calidad de vida. Ciertas investigaciones han demostrado que la falta de un sueño de calidad promueve el deterioro cognitivo y la pérdida de memoria.

Reducir el estrés

Reducir el estrés

El estrés y la ansiedad aumentan el riesgo de padecer cualquier tipo de enfermedad degenerativa. Además, no ayuda a mantener una buena salud, ni física ni mental.

Revisiones médicas periódicas

Revisiones médicas periódicas

Las personas, a medida que van envejeciendo, cada vez van necesitando más asistencia médica. Por ello, es importante que lleven un buen registro de los medicamentos que toman y que acudan al médico a hacer revisiones periódicas.

Mente activa

Mente activa

Mantener una mente activa, con ejercicios, actividades, incluso al aire libre hacen que el cerebro mantenga la actividad cerebral y que el bienestar se alargue durante más tiempo.

Vida social activa

Vida social activa

La comunicación y la interacción social es muy importante para la salud humana. Por ello, es esencial que las personas, especialmente las de avanzada edad, mantengan su red de contactos y puedan generar nuevas. Esto hace que se reduzca el riesgo de padecer algún tipo de demencia.

Estar actualizado

Estar actualizado

Los avances en medicina evolucionan cada día. Por eso, una buena forma de prevenir la demencia es estar atento a las novedades que puedan surgir para prevenirlas y tratarlas.

Diferencia entre demencia y Alzheimer

Normalmente, la demencia y el Alzheimer se pueden usar de manera indistinta, pero son dos conceptos completamente diferentes. Aunque están directamente relacionadas, el Alzheimer es la principal causa de la demencia.

Por un lado, como hemos visto, el Alzheimer es una enfermedad que se produce por los cambios patológicos que sufre la persona, y que alteran el funcionamiento de las neuronas del cerebro. Es muy probable que durante los primeros años no de síntomas, pero llega un momento, que corresponde con una edad avanzada, donde el cerebro ya no puede ocultar más los síntomas. Es ahí cuando sucede el deterioro cognitivo y empiezan a aparecer los síntomas que acaban en algún tipo de demencia.

Por otro lado, según la Fundación Pasqual Maragall, la demencia es el conjunto de síntomas producidos por las alteraciones cerebrales, y que conducen a una pérdida de las capacidades cognitivas de la persona que lo sufre. Es normal que, a la larga, las personas enfermas de demencia no puedan desarrollar las actividades de la vida cotidiana por sí solas, lo que deriva en una pérdida de autonomía y una completa dependencia.

Por tanto, el Alzheimer es la principal causa de la demencia, pero existen otros muchos tipos de demencia que producen dependencia en las personas mayores. Otras enfermedades producidas por la demencia pueden ser la demencia por cuerpos de Lewy o la demencia vascular. Según los datos de los expertos, 1 de cada 10 personas mayores de 65 años sufren algún tipo de demencia, y el 75% de esos casos es Alzheimer.

En definitiva, la demencia y el Alzheimer no son lo mismo, y es importante buscar los cuidados más adecuados para cada caso.

Preguntas frecuentes sobre el Alzheimer

Cuando esta enfermedad empieza a manifestarse, tanto afectados como familiares se sienten completamente perdidos. Es normal, al ser una enfermedad que se sufre mayoritariamente en personas mayores, no conocemos ningún caso cercano que lo haya sufrido con anterioridad, por lo que estamos completamente desorientados. Y es aquí cuando surgen numerosas preguntas relacionadas con la enfermedad.

Por ello, hemos reunido las 10 preguntas más frecuentes relacionadas con la enfermedad de Alzheimer, y así poder responder a tus dudas de la mejor manera. No obstante, si sigues teniendo preguntas, o quieres buscar ayuda para tu familiar mayor, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te asesoraremos de manera gratuita y personalizada para encontrar los mejores cuidados.

¿Es bueno cambiar de casa a una persona con Alzheimer?

Depende del caso y del estado de la persona. Normalmente, un cambio de hogar puede provocar confusión en la persona enferma, pero a veces es necesario. Cuando la persona tiene una gran dependencia y no puede vivir sola, es necesario buscar un lugar donde pueda vivir y donde le ayuden a llevar una buena calidad de vida. Para ello existen las residencias de mayores, que son centros especializados en las patologías de las personas mayores y que cuentan con el mejor equipo de profesionales para mejorar su bienestar.