¿Cómo elegir la residencia de mayores adecuada?
Encuentra la residencia de ancianos ideal con estos 10 consejos
Si después de haber hecho una valoración del estado físico y mental, así como del entorno y las condiciones de vida del mayor, te has decidido por la elección de una residencia de mayores, llega el momento de realizar una búsqueda activa para encontrar la residencia más adecuada. Esto puede ser una tarea difícil y delicada, ya que es una decisión que va a cambiar la vida, tanto del mayor, como de la propia familia.
No todas los geriátricos son iguales, cada uno presta unos servicios diferentes y están orientados a diferentes perfiles de personas. Por eso es importante estudiar bien cuáles son las necesidades del mayor y buscar un centro adecuado a esas necesidades.
Asimismo, la elección de una residencia para mayores, se va a ver influida por diferentes factores, como pueden ser la localización o el precio. Es lógico buscar un centro donde la familia pueda acudir con frecuencia a verle. Si la familia vive en Madrid, lo más normal es que se busquen residencias de ancianos en Madrid. O si disponen de pocos recursos económicos, lo habitual sería buscar residencias baratas en Madrid.
Normalmente, el precio de las residencias de ancianos es de los factores más influyentes en la decisión final. Sin embargo, hay muchos otros factores que se deberían tener en cuenta y que están más orientados a proporcionar al mayor un servicio íntegro de calidad. Independientemente del precio o de la localización, la seguridad de los mayores y su salud es lo más importante. Por eso, es necesario pensar con calma y buscar la mejor opción para el familiar.
Para ayudarte a buscar centro geriátrico, te dejamos diez consejos a tener en cuenta para saber cómo elegir la residencia de mayores adecuada:
1. Ubicación y accesibilidad
Es muy importante tener en cuenta la ubicación de la residencia de mayores, ya que es un lugar donde se va acudir de manera continuada y el mayor va a necesitar que sus familiares y amigos le visiten.
Por ello, es recomendable que el centro esté cerca del entorno habitual del anciano, ya que favorece la relación con los seres queridos y facilita la adaptación del mayor al centro, evitando que se aísle al sentirse desubicado. Si, por ejemplo, el mayor ha vivido siempre en Barcelona, una buena opción sería buscar residencias de ancianos en Barcelona.
Es normal en las personas mayores sentirse aisladas, por lo que se debe intentar, en todo momento, hacerle sentir seguro en un entorno agradable que pueda reconocer, para cuidar su salud mental. Además, si el centro permite salidas y excursiones, es muy enriquecedor que la persona salga, le hará sentir más cómodo y favorecerá sus relaciones sociales.
También es recomendable tener en cuenta el acceso al centro, ya que debe contar con buenas comunicaciones para facilitar las visitas de familiares y amigos. Si el centro se encuentra en un núcleo urbano, se recomienda que tenga buenas conexiones de transporte público y, si se decide por una residencia en zonas rurales, es importante que tenga un buen acceso de carreteras o que se sitúe en la misma zona donde viven los familiares.
Por otro lado, la ubicación también es importante por el entorno donde se encuentra el centro. Si el mayor ha vivido toda la vida en un entorno rural, es más probable que se encuentre más a gusto en una zona rural y, si ha vivido en una zona urbana, quizás le apetezca seguir teniendo un entorno parecido.
En cualquier caso, la ubicación y la accesibilidad son dos factores muy importantes a tener en cuenta, no solo para el mayor, sino también para las familias.
2. Salud del mayor
Otro factor importante a la hora de buscar residencia de ancianos, es conocer el tipo de dependencia que tiene la persona o si sufre alguna enfermedad o patología.
Para saber el tipo de dependencia que tiene el mayor es necesario iniciar un proceso de solicitud que, con la ayuda de un trabajador social, determinará qué grado de dependencia tiene el solicitante. Una vez se conoce, es necesario buscar una residencia adecuada a las necesidades del mayor.
Hay diferentes residencias posibles dependiendo del grado de dependencia. Están las residencias para válidos, que son los centros dirigidos a personas que no tienen poca o ninguna dependencia y que aún cuentan con autonomía propia. Están las residencias asistidas, que son aquellas orientadas a los ancianos que requieren atención especializada debido a que tienen un grado de dependencia alto. Y, por último, existen las residencias mixtas, que son las más habituales y ofrecen servicio de asistencia, tanto para personas válidas, como dependientes y los profesionales asisten de manera especializada cada caso.
En el caso de que el mayor sufra alguna patología o enfermedad, es importante buscar un centro geriátrico adecuado al tratamiento de esa enfermedad, ya que a veces se necesitan tratamientos y cuidados muy especializados. Las residencias para patologías más habituales son las residencias para Alzheimer, las residencias para Parkinson, las residencias para ictus y las residencias para demencia. Otro tipo de residencias especializadas pueden ser aquellas orientadas al tratamiento y recuperación de roturas de cadera, o centros especializados en el tratamiento de las enfermedades mentales.
3. Características del centro
Un aspecto muy importante a tener en cuenta para elegir un centro de la tercera edad son los servicios y las instalaciones de las que dispone. Es esencial que sean de calidad.
Servicios
Por un lado se debe conocer y valorar cuáles son los servicios con los que el geriátrico cuenta. Cuantos más profesionales y de calidad sean, mejor calidad de vida tendrá el mayor y más seguro se sentirá.
En las residencias podemos encontrar diferentes tipos de servicios, pero los principales a tener en cuenta son los servicios sanitarios, sociales y asistenciales.
Dentro de servicios sanitarios podemos encontrar los servicios médicos, los de enfermería y de auxiliar de enfermería. En cuanto a éstos, conviene valorar si tienen asistencia 24 horas, si prestan atención nocturna o si solo ofrecen servicio diario. Del mismo modo, cabe valorar cuánto personal tienen en plantilla, qué tipo de tareas hacen, cómo es el protocolo en caso de emergencia sanitaria y cuál es el hospital más cercano.
En cuanto a los servicios asistenciales es importante conocer si el centro cuenta con servicio de fisioterapia, de neurología, u otro tipo de servicios, como puede ser la podología, asistencia dental, auditiva o peluquería. Normalmente, estos servicios son de pago, de modo que hay que entender bien qué servicios están incluidos en la mensualidad y cuáles no, ya que ayudará a decidirse por una residencia u otra.
Un aspecto muy importante también, es valorar los servicios sociales que ofrece el centro. Si el centro dispone de trabajador social, éste puede ayudar a tramitar la ayuda a la dependencia o a solicitar el cheque servicio.
Asimismo, hay otro tipo de servicios a tener en cuenta como son las ayudas técnicas: sillas de ruedas, grúas, bastones, etc., ya que en caso de no disponer de material propio, es importante que se pueda disponer del material del centro.
Instalaciones
Las instalaciones del centro son esenciales para decidirse por una residencia u otra. Las residencias de la tercera edad deben estar adaptadas a las necesidades de movilidad de los mayores y acondicionadas para fomentar y mejorar su autonomía.
En este sentido, hay que valorar si cuentan con escalones o pendientes inclinadas, ascensor, pasillos acondicionados con barandillas o con una correcta iluminación. Debe de ser un entorno seguro para los mayores, y siempre deben de disponer de ayudas en caso de que pueda ocurrir algún tipo de accidente.
Los centros pueden contar con diferentes tipos de instalaciones. La elección de un geriátrico se va a ver condicionada por el tipo de actividades que al mayor le guste realizar. Si el mayor es una persona religiosa, conviene buscar una residencia de mayores con capilla y con servicio de misas; o si le gusta leer, sería bueno buscar un centro que cuente con instalaciones de biblioteca.
Del mismo modo, no solo hay que tener en cuenta los gustos del mayor, sino que es importante que las instalaciones cuenten con gimnasio o con zonas acondicionadas para las sesiones de fisioterapia o mejoras físicas del mayor, así como valorar si cuentan con cocina propia, zonas acondicionadas para las visitas de familiares, cafetería, parking o zonas multiusos.
Además, si en las instalaciones hay zonas ajardinadas o de exterior, es necesario que estén vigiladas y cuenten con zonas adaptadas para que los mayores puedan disfrutar de la naturaleza de forma segura.
Por otro lado, el mayor va a vivir en una habitación, por lo que examinar bien cómo va a ser la habitación es esencial. En ese sentido, las habitaciones deben tener sistemas de llamada de emergencia, agua caliente y calefacción, baños adaptados, y los aspectos básicos para que el pueda sentirse cómodo.
Más allá de las condiciones de la habitación, es necesario que se sienta como en casa, de modo que hay que valorar si permite mobiliario propio o enseres propios, butacas para recibir a los familiares y ver si prefiere más intimidad o compartir la habitación con otra persona.
4. Actividades sociales y el entorno
Las residencias de la tercera edad deben realizar actividades que promocionen e impulsen la socialización de los mayores, ya que es muy importante para su salud mental y bienestar.
Por esa razón, hay que valorar si los centros desarrollan actividades de carácter social que involucren, al personal, a los residentes y sus familias. Este tipo de actividades deben de estar orientadas al desarrollo de las capacidades cognitivas y psicosociales de los mayores, así como potenciar la capacidad de relacionarse con los demás de cara a mejorar las relaciones personales.
Es importante conocer y preguntar al centro cuáles son las actividades que ofrecen, con qué periodicidad, dónde se realizan y qué personas implican. Estas actividades pueden variar, desde la celebración de cumpleaños con familiares y otros residentes, hasta paseos, excursiones por la ciudad, conciertos, teatros o elaboración de productos artesanales de cualquier tipo.
El bienestar emocional de los mayores es un factor muy importante que afecta a su calidad de vida, por lo que este tipo de acciones evitan el aislamiento o la soledad, así como la pérdida de las facultades intelectuales y sociales.
5. Visitas y horarios
Un aspecto indispensable a tener en cuenta es el horario y el permiso de visitas. Es fundamental que los mayores puedan recibir visitas de sus familiares y seres queridos, por lo que debe de ser flexible y adecuado a sus necesidades.
Lo ideal sería que el geriátrico contara con un horario de visitas 24 horas, de cara a que si en algún momento se quiere visitar al mayor se pueda acceder al centro. Incluso una buena opción es buscar una residencia de mayores donde se permita a los familiares poder pasar la noche con ellos. Esto no es lo común, de modo que hay que hablar con los centros y aclarar en qué momentos se pueden realizar las visitas.
La rutina en las personas mayores es esencial, ya que ayuda a mantener un estado de salud estable y mejora su independencia. Conocer el horario interno del propio centro también es necesario, debido a que va a afectar a las visitas que el anciano pueda recibir. Es recomendable visitar siempre que se pueda a los residentes, pero igual de importante es respetar sus turnos y rutinas. En este sentido, no es aconsejable acudir en los momentos en los que se están realizando revisiones sanitarias, fisioterapéuticas o neurológicas. Del mismo modo, se recomienda respetar las actividades sociales con otros mayores, ya que fomenta su autonomía.
6. Equipo profesional
Anteriormente hemos hablado de los servicios del centro y del tipo de ayuda a mayores que se puede ofrecer en cada residencia. Esta asistencia debe proporcionarla un equipo de profesionales cualificados en cada área que aseguren una atención completa e integral las 24 horas del día y que velen por la salud y el bienestar de los residentes. Conocer al equipo profesional del centro y asegurarse de que están cualificados es fundamental para elegir la residencia más adecuada.
Normalmente, en las residencias de la tercera edad se debe contar con profesionales médicos, así como con personal de enfermería, auxiliares, psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales. Además, muchos centros pueden contar también con personal dedicado a la animación sociocultural de los mayores.
Estos profesionales se van a encargar de ofrecer cuidado especializados, garantizando el respeto y la dignidad del mayor en todo momento. Además, son los que van a velar por su salud, de modo que es prioritario conocer con qué personal cuenta el centro y cuál es la metodología de trabajo de éstos.
Es importante recalcar que los centros también cuentan con otro tipo de personal, como puede ser personal de cocina, administrativo, limpieza, gestión, dirección etc. Todos ellos, en conjunto, deben trabajar en equipo para lograr la máxima calidad en el servicio que ofrecen y mejorar la calidad de vida de sus residentes.
7. Menú y nutrición
La alimentación en la tercera edad es fundamental para conservar un buen estado físico y mantener una vida sana y equilibrada. Además, es habitual en los mayores tener problemas digestivos o bucales que impidan poder ingerir ciertos alimentos, por lo que sus dietas se ven afectadas y modificadas. Es por eso, que el menú en las residencias es un aspecto fundamental a tener en cuenta.
En primer lugar, se debe conocer si la residencia cuenta con cocina propia o si es una empresa externa de catering la que se encarga de proveer al centro de comida. En ningún caso la calidad de la comida debe verse afectada. Cuando el servicio de cocina sea responsabilidad de una empresa de catering, es interesante conocer qué empresa es y así estar informados del origen de los productos que usan.
Muchos mayores, con la edad, incrementan las posibilidades de sufrir algún tipo de patologías como puede ser la hipertensión, problemas de colesterol, diabetes etc., o sufren de dolencias en la boca que impiden masticar con normalidad. Por eso, es conveniente que los menús sean individualizados y adaptados a las necesidades de cada residente para asegurar una dieta rica y equilibrada.
Para asegurar que el mayor tiene cubierta sus necesidades alimenticias, los menús deben estar elaborados por el equipo de médicos y nutricionistas del centro, ya que son los especialistas en la salud del mayor y conocen el tipo de dieta que el anciano necesita.
Asimismo, hay otros aspectos a tener en cuenta como si el centro ofrece la posibilidad de administrar comida entre horas, o si tiene un horario cerrado, si los alimentos son frescos o procesados, o comprobar que éstos cuentan con las certificaciones adecuadas.
8. Relación calidad - precio
Una de las cuestiones que más preocupan a las familias es el precio. Las residencias privadas deben tener una lista de precios oficial y autorizada. En ella aparecen los precios máximos y debe estar controlada por la Administración para evitar los abusos. Sin embargo, que un centro privado tenga una lista de precios no significa que no se pueda negociar el precio.
Esta cantidad va a variar dependiendo de las condiciones del centro y de los servicios que ofrece, así como del tipo de habitación elegida para el mayor. Normalmente, cuantos más servicios y cuánto mejor o más grandes sean las instalaciones, más caro será el precio final. Del mismo modo, será más cara la habitación individual que la habitación compartida.
Es conveniente solicitar un presupuesto cerrado para ver qué servicios vienen incluidos y cuáles no. Los servicios básicos de asistencia al mayor siempre deben estar incluidos, pero hay otro tipo de servicios como puede ser la peluquería, podología u odontología que suelen cobrarse a parte. Además, puede haber servicios puntuales como sesiones especializadas de fisioterapia o neurología que pueden tener un incremento del precio final.
Hoy en día, existen ayudas públicas que pueden ayudar a pagar la cuantía o también se puede buscar financiación privada para costear el centro.
9. Contrato
El contrato está íntimamente relacionado con el precio, y es de los factores más importantes a la hora de elegir residencia. Es uno de los últimos pasos decisivos antes de que el mayor ingrese en el centro y será el documento donde acudir en caso de que surja algún problema.
Es fundamental leer el contrato con detenimiento, de manera que es conveniente llevárselo a casa para poder leerlo con tranquilidad y ver que todo está bien reflejado y detallado.
Además, conviene asegurarse de que el geriátrico cuenta con todas las autorizaciones administrativas correctas, es decir, la Licencia de actividad y de apertura, la Autorización de funcionamiento e inclusión en el Registro de Centros y Servicios Sociales de cada comunidad autónoma, la Autorización de Sanidad para un servicio de elaboración de alimentos y comedores colectivos y la Autorización del departamento de salud de cada Comunidad Autónoma.
En cuanto a los aspectos a considerar en el contrato, éste debe estar encabezado por el centro y el residente, y, en caso de que el mayor esté incapacitado, puede firmarlo el familiar responsable, pero debe ir justificado.
También es importante que el documento refleje el precio, el día que se empieza a prestar el servicio y el día de facturación. Asimismo, en el contrato se debe reflejar que el residente o familiares tienen derecho a recibir una copia del Reglamento de Régimen Interior del Centro, donde se vean reflejadas las normas y funcionamientos.
Por último, es esencial que el contrato manifieste que la residencia asume la guardia, la custodia y la salud del residente.
10. Opinión del mayor
Finalmente, es muy importante contar con la opinión del mayor que va a ser ingresado en la residencia. Indistintamente de que haya otros factores o condiciones, como las vistas anteriormente, que van a determinar el centro a elegir, debe ser fundamental que el anciano se sienta parte del proceso de elección ya que será él quién residirá en el centro.
La persona mayor debe valorar qué le hace sentir más cómodo y qué necesidades quiere cubrir, además de poder elegir en base a sus gustos y preferencias.
Visita la residencia de ancianos
Tras todas estas consideraciones, lo más importante es visitar el centro antes de tomar ninguna decisión. De esta manera, se puede comprobar que todo funciona perfectamente y que se cumplen nuestros diez consejos para elegir la residencia de mayores adecuada. Además, es importante conocer al personal y las instalaciones por si surgen dudas que se puedan responder de manera directa.
La decisión de elegir una residencia no puede verse influida por la prisa. Es una elección importante y hay que buscar una residencia que se adecue a las necesidades del mayor, proporcionándole un servicio y cuidado de calidad.
Si después de estas diez recomendaciones aún no sabes cómo buscar una residencia de mayores adecuada para tu familiar, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos de manera personalizada a encontrarla.
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