Residencia Salud Mental Las Cumbres

En noviembre de 2008 empezamos nuestra andadura y a día de hoy hemos superado con creces las expectativas que teníamos cuando comenzamos con esta aventura. Nuestro ideal de residencia, un hogar para aquellos enfermos y discapacitados que por diversas circunstancias no pueden vivir en el hogar familiar, se ha cumplido, caminamos y con ello hacemos camino cada día creando una idea de residencia novedosa hasta ahora, “un piso tutelado” de 45 plazas en el que los residentes son responsables de todo aquello que les rodea, en el que aprender a convivir con personas diferentes, la colaboración y el respeto a los demás son primordiales.

Hemos sido capaces de huir de los tópicos, de hacer que las personas sean lo primordial y de hacer desaparecer la creencia de que este tipo de residencias son aparcamientos en los que los enfermos sólo son eso, enfermos alejados del resto del mundo y no darles una oportunidad de convivir como personas dentro de las limitaciones que cada uno pueda tener y que tenemos en cuenta el equipo de profesionales que trabajamos con ellos.

Nuestros usuarios se sienten en su casa, están en su casa, realizan tareas cotidianas como todos nosotros y como todos nosotros tienen responsabilidades, fomentamos las aptitudes de cada uno de ellos, desarrollamos su autonomía y capacidad para todo aquello que les gusta y saben hacer, y les enseñamos a desarrollar diversas actividades en talleres de pintura, informática, psicomotricidad, lectura, costura, jardinería, etc.

Nos sentimos orgullosos de la labor que gracias al apoyo de profesionales, entidades y amigos que han depositado su confianza en nosotros, estamos desarrollando. Nos sentimos orgullosos del entorno, de un pueblo que nos acoge cada día con más cordialidad y que nos ha apoyado y nos ha ayudado a llegar hasta aquí, ellos han aprendido a convivir con nuestros usuarios y a perder ese miedo y desconfianza que algunas personas pueden albergar hacia nosotros, pero sobre todo agradezco a las familias y entes públicos que nos han acompañado en este camino desde el principio que hayan creído en nosotros y hayan sabido ver nuestro potencial como profesionales, que nos hayan confiado la tarea de hacer que la vida de estas personas sea lo más normalizada posible.

Estamos creciendo, como una familia más en un pueblo más, estamos haciendo lo que nos gusta, cosa que nos parece muy importante, estamos amparados por todos aquellos que ven los resultados, en cada uno de los residentes de esta casa, que se benefician de un maravilloso y tranquilo entorno que nos permite estar a diez minutos de la ciudad, con la ventaja de realizar actividades tan simples como leer un periódico en la biblioteca, disfrutar de la piscina municipal, compartir con amigos de otras asociaciones momentos maravillosos y hacer multitud de visitas variadas dentro del entorno lúdico y cultural de nuestra capital, y a la vez nos involucramos en actividades tan entrañables e importantes para el entorno rural en el que vivimos como una peregrinación, fiestas de la patrona, y ver como nuestra finca nos permite vivir momentos de magia al ver crecer lo que sembramos y poder beneficiarnos de su sabor.

Dicho todo esto sólo me queda invitarles a visitarnos, una imagen vale más que mil palabras, y a nosotros además de avalarnos la opinión de profesionales y familias, nos avala nuestra residencia, sus instalaciones y todo lo que nos rodea.