El hogar es sinónimo de refugio y muchas personas mayores se niegan a abandonarlo cuando se encuentran en una situación de dependencia. Por eso, hoy miResi te aconseja sobre cuándo debemos adaptar el domicilio.
A medida que nuestros mayores envejecen, las necesidades van cambiando y el hogar se puede volver un gran enemigo para su estado de salud.
Esto se debe a que existen muchos riesgos en el domicilio que pueden dar lugar a caídas indeseadas provocando problemas comunes como la rotura de cadera. Por eso, las residencias de nuestra red han ido incorporando a su lista de servicios la rehabilitación de cadera.
Debemos por tanto, trabajar en la prevención de caídas en la tercera edad. ¿Cómo? Adaptando el domicilio y haciendo las reformas pertinentes en cada zona (baño, cocina, salón…) para garantizar la seguridad, la comodidad y el bienestar de nuestro mayor.
Veamos ahora los momentos clave en los que debemos comenzar a tomar acción:
Contenidos
1. Envejecimiento
La vejez es una etapa del envejecimiento clave para comenzar a adaptar el domicilio. Justo a partir de los 65 años es cuando las limitaciones aparecen y limitan la vida diaria de nuestros ancianos, así como aumenta el riesgo de caídas.
Según la Escuela de Medicina UC, “un quinto de los adultos mayores de entre 65 a 69 años, y hasta dos quintos de los mayores de 80, relatan al menos una caída en el último año”.
¿A qué limitaciones nos referimos? ¡Sigue leyendo!
1.1. Deterioro de capacidades físicas
Con la edad, empieza el deterioro de las capacidades físicas del mayor, tales como la pérdida de equilibrio, de agilidad, de reflejos y de fuerza. Lo que supone un nivel de dependencia bajo o medio.
Por eso, es importante prever todos estos factores para que las reformas del domicilio sean graduales y no supongan un choque emocional para la persona mayor.
¡Profundicemos en ellas!
1.1.1. Pérdida de equilibrio
Muchas veces el miedo irracional que creemos que presenta el mayor por caerse, tiene una explicación: los mayores se sienten cada vez más inestables por la pérdida del equilibrio.
Lo ideal será estudiar su situación de salud con un médico y si es necesario, adquirir un bastón o andador con el que se sientan más seguros al caminar.
De igual manera, todos aquellos soportes que podamos incluir en la vivienda como apoyo para evitar una caída temprana, serán bienvenidos. Sobre todo en pasillos (lugares de tránsito de larga longitud).
Además, para evitar sobresaltos y carreras sin necesidad, el uso de un teléfono inalámbrico ayudará al mayor a contestar de forma rápida y sin prisas.
1.1.2. Pérdida de agilidad
Asimismo, la pérdida de equilibrio está muy relacionada con la pérdida de agilidad.
Los movimientos son cada vez más lentos y sortear obstáculos como cables se convierte en todo un reto…
Por ello, es importante que el hogar esté lo más ordenado posible evitando en todo momento objetos que interrumpan la trayectoria del mayor u ocasionen algún tropiezo o resbalón.
Las alfombras son un ejemplo claro de artículos que debemos eliminar del hogar si no están bien adheridos al suelo, ya que pueden provocar lesiones muy graves.
En resumen, la retirada de muebles que no son esenciales, así como objetos que obstaculizan el paso logrará aumentar la seguridad al desplazarse en el anciano.
1.1.3. Pérdida de reflejos
Como comentábamos antes, la lentitud de los movimientos es una característica clara de la vejez. Por eso, la pérdida de reflejos en personas mayores nos obliga a adaptar el domicilio en su justa medida.
En vez de retirar los muebles por completo, podremos comprar protectores para las esquinas. Pues, los bordes de algunos de ellos suelen ser muy afilados y provocar lesiones en el mayor si sufre un tropiezo o una caída.
Asimismo, las almohadillas antideslizantes para muebles son una opción genial para que sean más estáticos y un apoyo seguro.
Además, el suelo debe ser liso y antideslizante para garantizar la estabilidad del mayor.
Por último, debemos recordar que las personas mayores comienzan a perder sensibilidad en las manos y, muchas veces, se les pueden resbalar utensilios frágiles como vasos o platos. De esta forma, contar con una vajilla de plástico o de materiales resistentes evitará cortes, sustos o algún que otro disgusto.
1.1.4. Pérdida de fuerza
La pérdida de fuerza también es una capacidad física que sufre un deterioro en la tercera edad y que, por tanto, exige algunas modificaciones en el domicilio.
Por ejemplo, utilizar un grifo con palanca en el fregadero de la cocina, así como en el lavamanos, ayudará a evitar sobreesfuerzos en la torsión de muñecas girando las ruedas.
Por otro lado, utilizar un teléfono de ducha liviano fomentará la autonomía de la persona mayor a la hora de asearse, pudiendo sostenerlo de forma independiente por su poco peso.
1.1.5. Problemas de visión o audición
Al margen del deterioro de las capacidades físicas que sufren los mayores durante el envejecimiento, suelen aparecer otros problemas como los de visión o audición.
Es importante adaptar la vivienda de la siguiente forma:
- Incorporando adhesivos fosforescentes sobre los interruptores de la luz para guiar al mayor con deficiencia visual a encenderla o apagarla.
- Se debe aumentar la cantidad de interruptores en todas las zonas de la casa, así como de barandillas. Especialmente en los pasillos y escaleras (zonas más peligrosas en las que hay mayor riesgo de caídas).
- Asegurarnos de que existe una buena iluminación.
- En el dormitorio, la cama debe estar orientada hacia alguna pared o puerta, dado que si la orientamos hacia la ventana, esto puede provocar deslumbramientos.
- El teléfono del mayor debe estar adaptado a sus problemas de visión o audición con teclas grandes y regulador del volumen.
- La televisión es un aparato imprescindible en la vida del mayor. Sin embargo, para aquellas personas que sufren pérdida de audición, la idea de tener unos auriculares les ayudará a escuchar al volumen correcto sin molestar a demás familiares o vecinos.
Cabe destacar que, muchas de las personas mayores que sufren déficit visual o auditivo, lo sufren como consecuencia de alguna enfermedad neurodegenerativa como el Alzheimer.
1.1.6. Problemas en la columna vertebral
En el proceso de envejecimiento, nuestros mayores experimentan un encogimiento, lo que desencadena grandes problemas de espalda, sobre todo en la columna vertebral.
Por tanto, debemos adaptar el domicilio a través de:
- Incorporar reposabrazos en sillas, sillones y cama para que sirvan como apoyo para sentarse, acostarse o levantarse.
- Ordenar armarios para que lo más importante esté al alcance del mayor
- Organizar los utensilios de cocina para que el mayor no tenga que ponerse de puntillas para coger un plato o un vaso.
- Adaptar la cama a una altura media
1.2. Tras una cirugía de cadera o de rodilla
El baño es una de las zonas de mayor riesgo de caídas en un domicilio. Por eso, debemos adaptarlo desde que el mayor comienza a experimentar ciertas limitaciones, y aún más si acaba de operarse de la cadera o de la rodilla.
Sustituir la bañera por un plato de ducha a nivel del suelo será una buena forma de comenzar. El suelo de la misma debe ser antideslizante, así como el del resto del cuarto de baño.
Además, dentro del plato de ducha siempre deberá haber una silla en la que el mayor pueda sentarse para ducharse de forma autónoma o con ayuda, así como barandillas para sujetarse y evitar cualquier resbalón.
Los suelos antideslizantes muchas veces no son suficientes, así que desde miResi te recomendamos adquirir un deshumidificador que se encarga de eliminar cualquier tipo de humedad en el baño. Ganas en seguridad y en tranquilidad.
A la hora de sentarse en el inodoro, el mayor puede experimentar dificultades con la altura y su falta de agilidad para sentarse y levantarse. Por eso, los elevadores de inodoro ayudarán a encontrar la comodidad del usuario, así como la incorporación de barandillas laterales.
No debemos olvidar asegurarnos de que las puertas del baño abran hacia fuera, pues de esta forma podrán ser desmontadas en caso de emergencia.
1.3. Deterioro de capacidades cognitivas
Así como existe un deterioro en las capacidades físicas, también aparece un desgaste de las capacidades cognitivas.
El nivel de dependencia del mayor en este caso comienza a aumentar, sobre todo si sufre alguna enfermedad neurodegenerativa como la demencia o el Alzheimer.
La pérdida de memoria y de noción del tiempo, la desorientación, la dificultad para comunicarse, la desubicación, la necesidad de ayuda para la realización de las tareas básicas, los cambios de comportamiento o los problemas para caminar son algunos síntomas de las enfermedades neurodegenerativas como la demencia o el Alzheimer.
Por ello, es sumamente importante adaptar el domicilio de forma especial en caso de que nuestros mayores presenten alguna de estas enfermedades.
1.3.1. Pérdida de memoria
Dentro de los síntomas producidos por algunas enfermedades neurodegenerativas, la pérdida de memoria es la más perceptible en pacientes con la enfermedad del Alzheimer.
El deterioro cognitivo y la pérdida de la noción del tiempo, pueden incluso provocar que se olviden de que el fuego de la cocina está encendido, por ejemplo.
Es muy importante, por tanto, protegerlos a través de la instalación de un detector de humos en la cocina para evitar un incendio, así como sustituir la cocina de gas por placas eléctricas como la vitrocerámica. De esta forma, evitaremos que se produzcan quemaduras.
En el caso de que tu mayor se encuentre en una situación muy grave de dependencia por alguna enfermedad neurodegenerativa, te aconsejamos enormemente trabajar sobre sus capacidades cognitivas a través de la lectura, los juegos de mesa o la musicoterapia.
Muchas de las residencias de la red de miResi funcionan como centros de rehabilitación para paliar los síntomas de enfermedades sin cura como la demencia, el ictus, el Parkinson o el Alzheimer.
1.3.2. Desorientación
Otro de los síntomas perceptibles en las enfermedades neurodegenerativas es la desorientación y la desubicación de los ancianos que las sufren.
Por eso, es imprescindible mantener la casa ordenada y limpia para poder encontrar lo básico de forma rápida (como por ejemplo, las llaves de la casa o el teléfono inalámbrico).
2. La vivienda debe ser accesible
Las personas mayores con discapacidad se convierten directamente en personas dependientes, pues necesitan continuamente ayuda externa en su día a día para llevar a cabo las AVD (Actividades de la Vida Diaria).
Por tanto, la vivienda debe ser accesible, más aún si la persona se encuentra en silla de ruedas. En este caso, la instalación de rampas o ascensores será de gran utilidad, aunque debemos hablar previamente con la Comunidad de Vecinos o con el Ayuntamiento si queremos realizar algún tipo de reforma en el edificio.
Dentro de la propia vivienda, la organización del material básico del día a día y la adaptación de los muebles a la altura del mayor son de forma general los dos aspectos que debemos tener en cuenta para garantizar la seguridad y estabilidad del anciano.
2.1. Personas mayores con movilidad reducida
El grado de dependencia es un poco más alto cuando las personas mayores presentan movilidad reducida o algún tipo de minusvalía.
Utilizan sillas de ruedas, muletas o andadores para poder desplazarse por el hogar. Por lo tanto, la casa debe ser accesible.
¿Cómo podemos conseguirlo? Mediante:
- Pasamanos en los pasillos que refuercen la seguridad del discapacitado
- Evitar hacer uso de escaleras e incorporar rampas que aseguren la estabilidad del anciano al ser una superficie lisa
- Puertas amplias para facilitar el paso
- Rigidez en asientos, butacas o sillones para que puedan sentarse e incorporarse con poco esfuerzo
Es muy importante la seguridad del mayor a la hora de desplazarse hasta el baño, pues si a la propia prisa por llegar a hacer sus necesidades le sumamos los obstáculos que pueda encontrar por el camino o una vivienda poco accesible, el riesgo de caídas aumenta notablemente.
2.2. Personas mayores encamadas
En el caso de los mayores encamados, ya estamos ante personas completamente dependientes que necesitan ayuda externa garantizando los mejores cuidados.
La instalación de una cama articulada favorecerá la movilidad de los ancianos encamados, pues las diferentes inclinaciones harán que el mayor cambie de posición ofreciendo un poco de agilidad al cuerpo.
Es importante usar colchones antiescaras, seleccionar una almohada cómoda y comprar empapadores de cama para personas mayores. Ya que el mayor debe permanecer en el mismo lugar durante largos períodos de tiempo, su comodidad debe estar asegurada.
Igualmente, debe contar con una mesita de noche pegada a su cama que se encuentre a la altura y sea accesible para él. En ella deberá estar: un teléfono inalámbrico (que se puede guardar también en los bolsillos) por si surge alguna emergencia, una botella de agua y la medicación diaria.
Sin embargo, cuando son personas tan dependientes, deben estar a cargo de alguien: un cuidador que controle la medicación, su alimentación y sus condiciones higiénicas.
Por último, para garantizar la luminosidad de la habitación será genial que incorporemos persianas eléctricas si contamos con ventanas a las que llega la luz natural, ya que a través del mando el mayor puede subirlas o bajarlas. Por las noches, hará uso del interruptor de la luz, por lo que éste debe estar cerca de la cama.
3. En invierno…
Cuando las temperaturas bajan drásticamente, el sistema inmunológico de las personas mayores lo hace con ellas.
Es cuando aparecen enfermedades como la gripe en mayores, que pueden complicarse y acabar en una neumonía grave.
Por tanto, debemos hacerle frente al frío en la vivienda mediante la instalación de un sistema de calefacción adecuado para acabar con la humedad, sobre todo en el dormitorio del mayor.
¡Esto, además, hará que duerma mucho mejor! ☺️
4. Subvenciones para reformas
Sabemos que realizar reformas o modificaciones en una vivienda, puede suponer un gran coste económico.
Por eso, te informamos de que Ayuntamientos y Comunidades Autónomas ponen al servicio del ciudadano ayudas para adquirir material de asistencia o la compra de electrodomésticos o placas eléctricas a bajo coste.
Te recomendamos que te pongas en contacto con el/los trabajadores sociales de tu zona y pidas información y ayuda para gestionar la solicitud.
Desde 💚 miResi esperamos haberte podido ayudar con este post a saber cuándo debemos adaptar el domicilio de personas mayores.
A pesar de que la adaptación del hogar como medida de prevención de caídas en el hogar es una buena forma de evitar sustos, el esfuerzo económico a la hora de hacer una reforma es inmenso.
Y… ¿los cuidados del mayor? En resumen, para muchas familias esto se hace insostenible.
Por eso, te recomendamos el ingreso en una residencia si tu mayor presenta un grado de dependencia muy alto, ya que allí no solo los residentes se encuentran perfectamente cuidados, sino que cuentan con unas instalaciones adaptadas a todas sus necesidades.
Si buscas la mejor atención, contáctanos y te ayudaremos a encontrar los mejores cuidados para tu mayor: contamos con multitud de centros de día y residencias de calidad que garantizarán su seguridad.
Fuentes:
- Wayalia: https://wayalia.es/adaptar-domicilio-persona-mayor/
- Cuideo: https://cuideo.com/blog-cuideo/como-adaptar-el-hogar-una-persona-mayor/
- Cuidum: https://www.cuidum.com/blog/envejecer-en-casa-como-adaptar-la-vivienda-para-mayores/
- Cuidado mayor: https://www.cuidadomayor.com/blog/adaptar-la-casa-para-personas-mayores/
- Fundación FASS: https://www.fundacionfass.org/general/como-adaptar-una-vivienda-para-personas-mayores/
- GRUPMS: https://www.grupms.es/blog/cuidado-de-personas-mayores-como-adaptar-la-vivienda/
- Serdomas: https://www.serdomas.es/adaptar-la-vivienda-a-una-persona-dependiente/
- Innova Asistencial: https://www.innovaasistencial.com/blog/cuidado-mayores-adaptacion-la-vivienda/
- Escuela de Medicina UC: https://medicina.uc.cl/publicacion/caidas-adulto-mayor/